«¿Dónde están esos españoles sin miedo que cruzaron el mundo entero?»
22-03-04
LAS CONSECUENCIAS
«¿Dónde están esos españoles sin miedo que cruzaron el mundo entero?»
Los estadounidenses inundan la Embajada española en Estados Unidos de mensajes contra la supuesta capitulación ante los terroristas
MARIA RAMIREZ. Especial para EL MUNDO
LAS CONSECUENCIAS
«¿Dónde están esos españoles sin miedo que cruzaron el mundo entero?»
Los estadounidenses inundan la Embajada española en Estados Unidos de mensajes contra la supuesta capitulación ante los terroristas
MARIA RAMIREZ. Especial para EL MUNDO
NUEVA YORK.- «¿Dónde están aquellos españoles valientes que cruzaron el ancho mar? ¿Dónde están aquellos españoles sin miedo que cruzaron el mundo entero?», dice un e-mail, entre los cientos que han llegado en la última semana a la misión española ante Naciones Unidas.
Lo firma un mayor retirado del ejército de EEUU, que continúa: «Señor Zapatero, usted y el PSOE ganaron las elecciones pisando los cadáveres de 200 españoles inocentes muertos bárbaramente por terroristas islamistas, no por Estados Unidos. En vez de vengarse de los asesinos y honrar la memoria de los difuntos, usted y sus partidarios izquierdistas se rindieron y se sometieron al terrorismo. ¡Suerte con los de ETA! ¡Aquí no busque usted apoyo!».
(.../...)
«Los más agresivos llegaron entre el lunes y el martes. En los últimos días, se han calmado un poco», cuenta Faustino Díaz, portavoz de la misión, sobre el aluvión de e-mails, primero de condolencias y después de críticas. «El más común es el modelo que da el pésame y educadamente nos pide que no nos retiremos de Irak porque sería una victoria del terrorismo», explica una funcionaria.
Pero las declaraciones desafiantes de políticos y comentaristas, con buena dosis de tópicos sobre España, ya ha provocado una ola de acoso. «Prácticamente, estáis garantizando que EEUU tenga que soportar muerte masiva por un acto terrorista en nuestro suelo antes de nuestras elecciones de noviembre», escribe otro remitente. «Iros con el vecino y uniros a nuestros amigos los franceses. Si no fuera por nuestra ayuda, estarían hoy hablando alemán», prosigue.
Otros, los menos, piden direcciones sobre dónde donar dinero para las víctimas o admiran el resultado las elecciones: «Si se puede sacar algo bueno de este evento trágico y horrible, es que el gobierno español ya no apoyará la invasión ilegal e injustificada de Irak por parte de mi país», dice otro e-mail.
No hay noticia de ningún estadounidense que haya vaciado una botella de rioja en el río, como hicieron con los vinos franceses, ni que la cafetería del Capitolio haya rebautizado las «aceitunas españolas» como «aceitunas de la libertad», como con las patatas fritas (en inglés, French fries), pero la reacción incluso contra los españoles, aunque moderada por el 11-M, recuerda a la actitud contra los franceses.
Laurie Lippin, profesora de San Francisco que ha estudiado la cultura judía entre Marruecos y España, dice estar cansada de la «política de vaqueros» de Bush: «Predica para los ciudadanos macho, instintivos e incultos, que creen que nuestro poder está bien».
«He aquí un país que se opuso al terrorismo y tuvo un enorme atentado», dijo el portavoz republicano en la Cámara de Representantes, Dennis Hastert, «y eligieron cambiar su gobierno para, en cierto sentido, apaciguar a los terroristas». «Apaciguar», la palabra de moda que tiene en inglés connotaciones negativas: renunciar a los principios para aplacar al enemigo.
Sometimiento
David Frum, autor de los discursos de Bush, habló con condescendencia: «La gente no siempre es fuerte. A veces, se entregan a falsas esperanzas de que si no hacen nada, se someten servilmente o ceden, pueden evitar el peligro y el conflicto. Eso es lo que parece que ha sucedido en España».
Altos cargos de la Administración de Bush ahora tratan de calmar los ánimos y llamar, al menos en público, a la colaboración.El argumento a favor de los españoles del subsecretario de Defensa y supuesto intelectual del Gobierno, Paul Wolfowitz, no ha sido el máximo de la sofisticación, cuando dijo el jueves en la televisión pública que Zapatero no parecía español: «Los españoles son gente valiente. Quiero decir, lo sabemos por toda su cultura de los toros».
Lo firma un mayor retirado del ejército de EEUU, que continúa: «Señor Zapatero, usted y el PSOE ganaron las elecciones pisando los cadáveres de 200 españoles inocentes muertos bárbaramente por terroristas islamistas, no por Estados Unidos. En vez de vengarse de los asesinos y honrar la memoria de los difuntos, usted y sus partidarios izquierdistas se rindieron y se sometieron al terrorismo. ¡Suerte con los de ETA! ¡Aquí no busque usted apoyo!».
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«Los más agresivos llegaron entre el lunes y el martes. En los últimos días, se han calmado un poco», cuenta Faustino Díaz, portavoz de la misión, sobre el aluvión de e-mails, primero de condolencias y después de críticas. «El más común es el modelo que da el pésame y educadamente nos pide que no nos retiremos de Irak porque sería una victoria del terrorismo», explica una funcionaria.
Pero las declaraciones desafiantes de políticos y comentaristas, con buena dosis de tópicos sobre España, ya ha provocado una ola de acoso. «Prácticamente, estáis garantizando que EEUU tenga que soportar muerte masiva por un acto terrorista en nuestro suelo antes de nuestras elecciones de noviembre», escribe otro remitente. «Iros con el vecino y uniros a nuestros amigos los franceses. Si no fuera por nuestra ayuda, estarían hoy hablando alemán», prosigue.
Otros, los menos, piden direcciones sobre dónde donar dinero para las víctimas o admiran el resultado las elecciones: «Si se puede sacar algo bueno de este evento trágico y horrible, es que el gobierno español ya no apoyará la invasión ilegal e injustificada de Irak por parte de mi país», dice otro e-mail.
No hay noticia de ningún estadounidense que haya vaciado una botella de rioja en el río, como hicieron con los vinos franceses, ni que la cafetería del Capitolio haya rebautizado las «aceitunas españolas» como «aceitunas de la libertad», como con las patatas fritas (en inglés, French fries), pero la reacción incluso contra los españoles, aunque moderada por el 11-M, recuerda a la actitud contra los franceses.
Laurie Lippin, profesora de San Francisco que ha estudiado la cultura judía entre Marruecos y España, dice estar cansada de la «política de vaqueros» de Bush: «Predica para los ciudadanos macho, instintivos e incultos, que creen que nuestro poder está bien».
«He aquí un país que se opuso al terrorismo y tuvo un enorme atentado», dijo el portavoz republicano en la Cámara de Representantes, Dennis Hastert, «y eligieron cambiar su gobierno para, en cierto sentido, apaciguar a los terroristas». «Apaciguar», la palabra de moda que tiene en inglés connotaciones negativas: renunciar a los principios para aplacar al enemigo.
Sometimiento
David Frum, autor de los discursos de Bush, habló con condescendencia: «La gente no siempre es fuerte. A veces, se entregan a falsas esperanzas de que si no hacen nada, se someten servilmente o ceden, pueden evitar el peligro y el conflicto. Eso es lo que parece que ha sucedido en España».
Altos cargos de la Administración de Bush ahora tratan de calmar los ánimos y llamar, al menos en público, a la colaboración.El argumento a favor de los españoles del subsecretario de Defensa y supuesto intelectual del Gobierno, Paul Wolfowitz, no ha sido el máximo de la sofisticación, cuando dijo el jueves en la televisión pública que Zapatero no parecía español: «Los españoles son gente valiente. Quiero decir, lo sabemos por toda su cultura de los toros».
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