La Guardia Civil investiga el robo de la dinamita en polvorines asturianos
22-03-04
EL 11-M
La Guardia Civil investiga el robo de la dinamita en polvorines asturianos
La Goma 2 utilizada el 11-M pudo ser sustraída en tres explotaciones mineras de Tineo / En España hay más de 10.000 depósitos de explosivos similares a los que sufrieron el hurto
P. GALLO / FERNANDO LAZARO
GIJON / MADRID.- Los explosivos utilizados en los atentados de Madrid pudieron ser sustraídos en varios polvorines de Asturias.La Guardia Civil efectuaba ayer las primeras pesquisas en Tineo, concretamente en tres explotaciones mineras: Rasa, Tres Hermanos y Buseiro. Las tres están ubicadas en el citado concejo asturiano y la última de ellas es una mina a cielo abierto. Además, las fuerzas de seguridad no descartan que una parte de la dinamita fuera robada en la vecina localidad de Cangas del Narcea.
(.../...)
Las señas de identidad de los explosivos usados el 11-M han permitido conocer en pocos días el lugar de procedencia; el paso previo y definitivo para llegar hasta la persona que, presuntamente, sustrajo la dinamita y los detonadores. Tras los atentados, los cuerpos de seguridad no tardaron en peinar las instalaciones mineras y canteras de Asturias. Las pesquisas llevaron a la detención de un vecino de Avilés, de 27 años de edad. Se trata de José Emilio Suárez Trashorras, un ex empleado del sector minero y con antecedentes delictivos por tráfico de drogas y posesión ilícita de armas.
Según informó ayer el diario asturiano La Nueva España, citando a fuentes judiciales, el detenido podría haber robado la dinamita, aunque tampoco se descarta que hubiera conducido hasta las minas a los presuntos terroristas para que estos sustrajeran la mercancía.En una de ellas habría trabajado José Emilio Suárez hasta hace tres años, cuando fue retirado por enfermedad.
Dado que los depósitos de explosivos no suelen albergar grandes cantidades de dinamita, lo más probable es que el sospechoso robara en una de estas explotaciones una parte de la Goma 2.El resto de las sustracciones habrían sido efectuadas en otros polvorines de la zona.
Fuentes policiales señalan que el presunto ladrón de los explosivos vendió el material sin saber para qué sería utilizado. Y añaden que realizó la venta por poco dinero.
Sobre cómo y cuándo contactaron los marroquíes con el presunto ladrón de la dinamita hay varias hipótesis. Para los cuerpos de Seguridad, hay una que cobra más fuerza y apunta de nuevo a Lavapiés. En un bar del céntrico barrio madrileño podrían haberse conocido, a principios de año. Y allí mismo habrían cerrado el trato: explosivos por dinero, sin preguntas sobre los fines de por medio.
Entre los magrebíes presentes en la cita podría estar el principal sospechoso de los atentados de Madrid, Jamal Zougam, quien regentaba un locutorio en una de las arterias que desembocan en la plaza de Lavapiés (la calle Tribulete).
Otra hipótesis conduce a la cárcel asturiana de Villabona, donde podrían haber coincidido el ex minero de Avilés y uno de los marroquíes. José Emilio Suárez Trashorras cumplía presuntamente condena por tráfico de drogas y dentro de la prisión podría haber ofrecido a uno de los terroristas la posibilidad de venderles material explosivo procedente de los polvorines asturianos.
En España existen más de 10.000 depósitos similares a los investigados en Asturias. La aparente facilidad con la que la dinamita fue robada el pasado febrero en Asturias ha puesto en evidencia la vigilancia que se realiza en nuestro país sobre este tipo de materiales, utilizados de forma frecuente en sectores como la minería y la construcción.
El hurto pasó desapercibido y, por lo tanto, ni siquiera fue denunciado por los propietarios. Esta circunstancia hizo sospechar, desde el primer momento, a las Fuerzas de Seguridad que el robo fue realizado en pequeñas cantidades, en varias ocasiones y en más de un depósito auxiliar, cada uno de los cuales puede contener cantidades inferiores a 50 kilos de explosivos.
Con este método, los terroristas consiguieron acumular más de 100 kilos de dinamita, con los que hicieron volar los cuatro trenes el pasado 11 de marzo en la capital de España.
En el momento en que los expertos comprobaron que la dinamita procedía de España, se barajó la hipótesis de que fuera el propio dueño de algún depósito quien vendiera directamente el material a los marroquíes detenidos. Los especialistas recuerdan que todos los cartuchos de dinamita tienen su DNI. Es decir, llevan una serie de números que definen la partida de procedencia y la fecha de su fabricación.
EL 11-M
La Guardia Civil investiga el robo de la dinamita en polvorines asturianos
La Goma 2 utilizada el 11-M pudo ser sustraída en tres explotaciones mineras de Tineo / En España hay más de 10.000 depósitos de explosivos similares a los que sufrieron el hurto
P. GALLO / FERNANDO LAZARO
GIJON / MADRID.- Los explosivos utilizados en los atentados de Madrid pudieron ser sustraídos en varios polvorines de Asturias.La Guardia Civil efectuaba ayer las primeras pesquisas en Tineo, concretamente en tres explotaciones mineras: Rasa, Tres Hermanos y Buseiro. Las tres están ubicadas en el citado concejo asturiano y la última de ellas es una mina a cielo abierto. Además, las fuerzas de seguridad no descartan que una parte de la dinamita fuera robada en la vecina localidad de Cangas del Narcea.
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Las señas de identidad de los explosivos usados el 11-M han permitido conocer en pocos días el lugar de procedencia; el paso previo y definitivo para llegar hasta la persona que, presuntamente, sustrajo la dinamita y los detonadores. Tras los atentados, los cuerpos de seguridad no tardaron en peinar las instalaciones mineras y canteras de Asturias. Las pesquisas llevaron a la detención de un vecino de Avilés, de 27 años de edad. Se trata de José Emilio Suárez Trashorras, un ex empleado del sector minero y con antecedentes delictivos por tráfico de drogas y posesión ilícita de armas.
Según informó ayer el diario asturiano La Nueva España, citando a fuentes judiciales, el detenido podría haber robado la dinamita, aunque tampoco se descarta que hubiera conducido hasta las minas a los presuntos terroristas para que estos sustrajeran la mercancía.En una de ellas habría trabajado José Emilio Suárez hasta hace tres años, cuando fue retirado por enfermedad.
Dado que los depósitos de explosivos no suelen albergar grandes cantidades de dinamita, lo más probable es que el sospechoso robara en una de estas explotaciones una parte de la Goma 2.El resto de las sustracciones habrían sido efectuadas en otros polvorines de la zona.
Fuentes policiales señalan que el presunto ladrón de los explosivos vendió el material sin saber para qué sería utilizado. Y añaden que realizó la venta por poco dinero.
Sobre cómo y cuándo contactaron los marroquíes con el presunto ladrón de la dinamita hay varias hipótesis. Para los cuerpos de Seguridad, hay una que cobra más fuerza y apunta de nuevo a Lavapiés. En un bar del céntrico barrio madrileño podrían haberse conocido, a principios de año. Y allí mismo habrían cerrado el trato: explosivos por dinero, sin preguntas sobre los fines de por medio.
Entre los magrebíes presentes en la cita podría estar el principal sospechoso de los atentados de Madrid, Jamal Zougam, quien regentaba un locutorio en una de las arterias que desembocan en la plaza de Lavapiés (la calle Tribulete).
Otra hipótesis conduce a la cárcel asturiana de Villabona, donde podrían haber coincidido el ex minero de Avilés y uno de los marroquíes. José Emilio Suárez Trashorras cumplía presuntamente condena por tráfico de drogas y dentro de la prisión podría haber ofrecido a uno de los terroristas la posibilidad de venderles material explosivo procedente de los polvorines asturianos.
En España existen más de 10.000 depósitos similares a los investigados en Asturias. La aparente facilidad con la que la dinamita fue robada el pasado febrero en Asturias ha puesto en evidencia la vigilancia que se realiza en nuestro país sobre este tipo de materiales, utilizados de forma frecuente en sectores como la minería y la construcción.
El hurto pasó desapercibido y, por lo tanto, ni siquiera fue denunciado por los propietarios. Esta circunstancia hizo sospechar, desde el primer momento, a las Fuerzas de Seguridad que el robo fue realizado en pequeñas cantidades, en varias ocasiones y en más de un depósito auxiliar, cada uno de los cuales puede contener cantidades inferiores a 50 kilos de explosivos.
Con este método, los terroristas consiguieron acumular más de 100 kilos de dinamita, con los que hicieron volar los cuatro trenes el pasado 11 de marzo en la capital de España.
En el momento en que los expertos comprobaron que la dinamita procedía de España, se barajó la hipótesis de que fuera el propio dueño de algún depósito quien vendiera directamente el material a los marroquíes detenidos. Los especialistas recuerdan que todos los cartuchos de dinamita tienen su DNI. Es decir, llevan una serie de números que definen la partida de procedencia y la fecha de su fabricación.
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