El español detenido entra en prisión como coautor del 11-M
23-03-04
El español detenido entra en prisión como coautor del 11-M
José Emilio Suárez fue imputado por participar en la matanza de 190 personas y por pertenencia a banda armada
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
El español detenido entra en prisión como coautor del 11-M
José Emilio Suárez fue imputado por participar en la matanza de 190 personas y por pertenencia a banda armada
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
MADRID.- José Emilio Suárez Trashorras, el ex minero de Avilés de 27 años detenido en Oviedo, es desde esta madrugada uno de los presuntos coautores de la matanza del 11-M en Madrid. Así lo estableció el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo al decretar su prisión incondicional e incomunicada como coautor de 190 asesinatos terroristas y de 1.430 tentativas de asesinato, además de cuatro delitos de estragos sobre los cercanías explosionados.
Sobre el único español implicado en el 11-M pesan además los presuntos delitos de pertenencia o colaboración con banda armada, y el de coautor de un delito de terrorismo en relación con el robo o hurto de sustancias explosivas.
(.../...)
El asturiano es, también desde esta madrugada, el primero de los implicados en reconocer su participación en los hechos. José Emilio Suárez admitió al juez que había proporcionado a los terroristas la Goma 2 que explosionó en los trenes de la muerte. Sin embargo a lo largo de una detallada y prolija declaración de dos horas, matizó que nunca fue consciente de las terribles consecuencias de su acción.
La de ayer fue, de nuevo, una larga noche de declaraciones en la Audiencia Nacional, que se saldó a las 2.00 horas con el envío a prisión de otros tres marroquíes y la puesta en libertad sin fianza de un cuarto magrebí, Farid Oulad Alid, contra el que ni el magistrado ni la fiscal Olga Sánchez encontraron elementos incriminatorios suficientes.
Junto al español, quien se llevó la peor parte fue Abderrahim Zbakn, quien fue enviado a prisión bajo las mismas acusaciones que José Emilio Suárez, con la excepción del delito de robo de explosivos.
Según fuentes jurídicas, Zbakn se desmoronó y lloró al término de su comparecencia. No así los otros dos tangerinos, Mohamed Chedadi y Abdel Ouahid Berrak, quienes se mostraron «fríos y firmes» durante el interrogatorio. El juez les imputa a ambos delitos de integración o colaboración con organización terrorista.
Berrak, según las fuentes consultadas, declaró haber conocido a Imad Eddin Barakat Yarkas (Abu Dahdah), el presunto jefe de Al Qaeda en España, por su vecindad en Lavapiés. Pero, además, admitió ser copropietario de una peluquería, en dicho barrio, junto a Jamal Zougam, el hasta ahora presunto autor material de los atentados.
El drama humano vino determinado ayer por la llegada de los padres del detenido español. Ambos, sobre todo el padre, se mostraron muy nerviosos y preocupados por la suerte de su hijo, al que no pudieron visitar. La pareja permaneció en la planta baja, con el pulso alterado y de espaldas a los periodistas. Tras su frustrado intento, cargados con bolsas de viaje, la cara tapada y llena de lágrimas, abandonaron la Audiencia.
Sobre el único español implicado en el 11-M pesan además los presuntos delitos de pertenencia o colaboración con banda armada, y el de coautor de un delito de terrorismo en relación con el robo o hurto de sustancias explosivas.
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El asturiano es, también desde esta madrugada, el primero de los implicados en reconocer su participación en los hechos. José Emilio Suárez admitió al juez que había proporcionado a los terroristas la Goma 2 que explosionó en los trenes de la muerte. Sin embargo a lo largo de una detallada y prolija declaración de dos horas, matizó que nunca fue consciente de las terribles consecuencias de su acción.
La de ayer fue, de nuevo, una larga noche de declaraciones en la Audiencia Nacional, que se saldó a las 2.00 horas con el envío a prisión de otros tres marroquíes y la puesta en libertad sin fianza de un cuarto magrebí, Farid Oulad Alid, contra el que ni el magistrado ni la fiscal Olga Sánchez encontraron elementos incriminatorios suficientes.
Junto al español, quien se llevó la peor parte fue Abderrahim Zbakn, quien fue enviado a prisión bajo las mismas acusaciones que José Emilio Suárez, con la excepción del delito de robo de explosivos.
Según fuentes jurídicas, Zbakn se desmoronó y lloró al término de su comparecencia. No así los otros dos tangerinos, Mohamed Chedadi y Abdel Ouahid Berrak, quienes se mostraron «fríos y firmes» durante el interrogatorio. El juez les imputa a ambos delitos de integración o colaboración con organización terrorista.
Berrak, según las fuentes consultadas, declaró haber conocido a Imad Eddin Barakat Yarkas (Abu Dahdah), el presunto jefe de Al Qaeda en España, por su vecindad en Lavapiés. Pero, además, admitió ser copropietario de una peluquería, en dicho barrio, junto a Jamal Zougam, el hasta ahora presunto autor material de los atentados.
El drama humano vino determinado ayer por la llegada de los padres del detenido español. Ambos, sobre todo el padre, se mostraron muy nerviosos y preocupados por la suerte de su hijo, al que no pudieron visitar. La pareja permaneció en la planta baja, con el pulso alterado y de espaldas a los periodistas. Tras su frustrado intento, cargados con bolsas de viaje, la cara tapada y llena de lágrimas, abandonaron la Audiencia.
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