'Nayo' debe declarar ante el tribunal del 11-M
17-04-07
'Nayo' debe declarar ante el tribunal del 11-M
El juicio del 11-M continuó ayer esparciendo sospechas por territorios muy dispersos. El hermanastro de Zougam, Mohamed Chaoui, por ejemplo, declaró sorprendentemente que un coche de la policía secreta vigilaba su locutorio la semana anterior a los atentados, mientras el guardia civil Rafa -controlador del confidente Zouhier- no logró ahuyentar los interrogantes que rodean la actuación de su unidad -la UCO- en los días previos a la masacre. Sin embargo, el episodio más relevante del día fue la declaración de un amigo de Nayo, el prófugo que avisó en 2002 de los vínculos de Toro y Trashorras con ETA. El testigo advirtió ante el tribunal que podía contactar con él, a lo que el juez Bermúdez respondió advirtiéndole que deducirá testimonio por encubrimiento si no contribuye a encontrarlo. Conviene recordar que Nayo reside ahora fuera de España y que en febrero de 2005 confirmó en estas páginas que los asturianos mantenían un comercio de explosivos con ETA. Su aportación sería fundamental, máxime cuando su amigo asegura que le dijo que «la Policía y la Guardia Civil de Asturias tienen mucho que callar en este asunto». El juez debe poner todo el empeño en que Nayo cuente lo que sabe en el juicio y despeje aquellas incógnitas que quizá sólo él puede aclarar.
'Nayo' debe declarar ante el tribunal del 11-M
El juicio del 11-M continuó ayer esparciendo sospechas por territorios muy dispersos. El hermanastro de Zougam, Mohamed Chaoui, por ejemplo, declaró sorprendentemente que un coche de la policía secreta vigilaba su locutorio la semana anterior a los atentados, mientras el guardia civil Rafa -controlador del confidente Zouhier- no logró ahuyentar los interrogantes que rodean la actuación de su unidad -la UCO- en los días previos a la masacre. Sin embargo, el episodio más relevante del día fue la declaración de un amigo de Nayo, el prófugo que avisó en 2002 de los vínculos de Toro y Trashorras con ETA. El testigo advirtió ante el tribunal que podía contactar con él, a lo que el juez Bermúdez respondió advirtiéndole que deducirá testimonio por encubrimiento si no contribuye a encontrarlo. Conviene recordar que Nayo reside ahora fuera de España y que en febrero de 2005 confirmó en estas páginas que los asturianos mantenían un comercio de explosivos con ETA. Su aportación sería fundamental, máxime cuando su amigo asegura que le dijo que «la Policía y la Guardia Civil de Asturias tienen mucho que callar en este asunto». El juez debe poner todo el empeño en que Nayo cuente lo que sabe en el juicio y despeje aquellas incógnitas que quizá sólo él puede aclarar.
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