'Nayo' desveló que más de 200 kilos de Goma 2 «iban a acabar en manos de ETA»
07-03-06
11-M DOS AÑOS DESPUES / LA INVESTIGACION
'Nayo' desveló que más de 200 kilos de Goma 2 «iban a acabar en manos de ETA»
11-M DOS AÑOS DESPUES / LA INVESTIGACION
'Nayo' desveló que más de 200 kilos de Goma 2 «iban a acabar en manos de ETA»
La Policía también extravió la declaración de la dueña del coche 'doblado' por los terroristas en la que dijo que la Guardia Civil le preguntó por 'El Chino' y por Trashorras seis días antes del 11-M
FERNANDO LAZARO
MADRID.- José Ignacio Fernández Díaz, Nayo, ex socio de José Emilio Suárez Trashorras, también aportó datos sobre la posible conexión del ex minero y de su compañero de fatigas Antonio Toro con la organización terrorista ETA.(.../...)
Nayo -que está huido de la Justicia- aseguró, en una entrevista con EL MUNDO celebrada en un país del Caribe, que Suárez Trashorras y Antonio Toro le contaron que estaban vendiendo dinamita a ETA.«Los más de 200 kilos de Goma 2 que habían sacado de la mina los iban a cambiar por armas. Los explosivos iban a acabar en manos de ETA», aseguró el ex colega de Suárez Trashorras. El ex socio del ex minero se refería así al explosivo que Suárez Trashorras había estado sacando de una mina de Avilés y que posteriormente vendía.
«Yo no estaba en eso. Lo iban a hacer Antonio [Toro] y Emilio [Suárez Trashorras]. Ellos me lo contaban pero yo allí no me metí. Yo sólo quería una pistola. Tenía antojo de quedarme con una de las pistolas que iban a sacar en la operación».
Y aportó algunos datos de sus conversaciones sobre el tráfico de explosivos con sus ex compañeros. «Me dijeron que el transporte lo iba a hacer un guardia civil de antiterrorismo de Bilbao.Era la manera más segura porque nadie iba a registrar una furgoneta de un agente de antiterrorismo». El intermediario de esta operación, según el relato de Nayo, era el confidente Lavandera, hace un año testigo protegido en la causa del 11-M.
La pérdida de informes policiales no es una novedad en las pesquisas sobre la masacre de Madrid. Además de extraviarse la nota donde se recogían los datos aportados por el ex minero José Emilio Suárez Trashorras sobre las relaciones de amistad de El Chino con los etarras de Cuenca, la Policía también extravió un documento sustancioso sobre el vehículo utilizado para el transporte de la dinamita. Como ya adelantó EL MUNDO, el 26 de marzo de 2004, la propietaria del vehículo cuya matrícula fue doblada para colocarla por los terroristas en el coche en el que trasladaron los explosivos prestó una singular declaración en la Comisaría General de Información de la Policía Nacional.
La propietaria del Toyota Corolla relató a los agentes que el 5 de marzo, seis días antes de producirse el 11-M, a las tres de la madrugada, la Guardia Civil la sacó de la cama, en Madrid, y la obligó a desplazarse a Leganés para tomarle declaración.Le preguntaron si su coche había sido robado y fue interrogada sobre Jamal Ahmidan, El Chino, y José Emilio Suárez Trashorras.
Los agentes del Instituto Armado le interrogaron también por si había estado recientemente en Avilés, localidad donde los autores del 11-M obtuvieron los explosivos. La sorpresa de esta ciudadana madrileña fue mayúscula. Su matrícula había sido doblada y mientras ella circulaba tranquilamente con su vehículo, los terroristas viajaban en un coche con el mismo número de matrícula que el suyo.
Todos estos datos fueron aportados por esta testigo a la Policía el 26 de marzo de 2004. Pero un día después fue citada a las dependencias policiales de nuevo. Desde la Comisaría General de Información se le explicó que «por un error informático» se había borrado su declaración.
Problema informático
Según explicó esta testigo a EL MUNDO, al parecer, se había producido un problema en el disquete informático en el que se había recogido su primera declaración y se había borrado.
En la nueva, ya nadie le preguntó por el interrogatorio al que le había sometido la Guardia Civil seis días antes de la masacre.
En esta segunda ocasión, los agentes del Servicio de Información de la Policía Nacional no le preguntaron absolutamente nada sobre los días anteriores a la masacre. Ya únicamente le preguntaron por su vehículo, si había tenido alguna incidencia con él...
Ni la primera vez ni la segunda. Nadie le quiso dar explicaciones, ni la Guardia Civil ni la Policía sobre sus continuas comparecencias.Nadie le explicó que lo que ocurrió es que un vehículo de las mismas características y con una matrícula falsificada con los datos de la suya había servido de lanzadera al coche utilizado por los terroristas que perpetraron el 11-M para transportar desde Asturias la Goma 2 utilizada en la masacre.
Pese a estas circunstancias, ningún mando policial le ofreció a esta testigo, que ratificó su última declaración policial ante el juez, la posibilidad de cambiar sus matrículas, ya que sus números y letras habían sido utilizadas por terroristas.
FERNANDO LAZARO
MADRID.- José Ignacio Fernández Díaz, Nayo, ex socio de José Emilio Suárez Trashorras, también aportó datos sobre la posible conexión del ex minero y de su compañero de fatigas Antonio Toro con la organización terrorista ETA.(.../...)
Nayo -que está huido de la Justicia- aseguró, en una entrevista con EL MUNDO celebrada en un país del Caribe, que Suárez Trashorras y Antonio Toro le contaron que estaban vendiendo dinamita a ETA.«Los más de 200 kilos de Goma 2 que habían sacado de la mina los iban a cambiar por armas. Los explosivos iban a acabar en manos de ETA», aseguró el ex colega de Suárez Trashorras. El ex socio del ex minero se refería así al explosivo que Suárez Trashorras había estado sacando de una mina de Avilés y que posteriormente vendía.
«Yo no estaba en eso. Lo iban a hacer Antonio [Toro] y Emilio [Suárez Trashorras]. Ellos me lo contaban pero yo allí no me metí. Yo sólo quería una pistola. Tenía antojo de quedarme con una de las pistolas que iban a sacar en la operación».
Y aportó algunos datos de sus conversaciones sobre el tráfico de explosivos con sus ex compañeros. «Me dijeron que el transporte lo iba a hacer un guardia civil de antiterrorismo de Bilbao.Era la manera más segura porque nadie iba a registrar una furgoneta de un agente de antiterrorismo». El intermediario de esta operación, según el relato de Nayo, era el confidente Lavandera, hace un año testigo protegido en la causa del 11-M.
La pérdida de informes policiales no es una novedad en las pesquisas sobre la masacre de Madrid. Además de extraviarse la nota donde se recogían los datos aportados por el ex minero José Emilio Suárez Trashorras sobre las relaciones de amistad de El Chino con los etarras de Cuenca, la Policía también extravió un documento sustancioso sobre el vehículo utilizado para el transporte de la dinamita. Como ya adelantó EL MUNDO, el 26 de marzo de 2004, la propietaria del vehículo cuya matrícula fue doblada para colocarla por los terroristas en el coche en el que trasladaron los explosivos prestó una singular declaración en la Comisaría General de Información de la Policía Nacional.
La propietaria del Toyota Corolla relató a los agentes que el 5 de marzo, seis días antes de producirse el 11-M, a las tres de la madrugada, la Guardia Civil la sacó de la cama, en Madrid, y la obligó a desplazarse a Leganés para tomarle declaración.Le preguntaron si su coche había sido robado y fue interrogada sobre Jamal Ahmidan, El Chino, y José Emilio Suárez Trashorras.
Los agentes del Instituto Armado le interrogaron también por si había estado recientemente en Avilés, localidad donde los autores del 11-M obtuvieron los explosivos. La sorpresa de esta ciudadana madrileña fue mayúscula. Su matrícula había sido doblada y mientras ella circulaba tranquilamente con su vehículo, los terroristas viajaban en un coche con el mismo número de matrícula que el suyo.
Todos estos datos fueron aportados por esta testigo a la Policía el 26 de marzo de 2004. Pero un día después fue citada a las dependencias policiales de nuevo. Desde la Comisaría General de Información se le explicó que «por un error informático» se había borrado su declaración.
Problema informático
Según explicó esta testigo a EL MUNDO, al parecer, se había producido un problema en el disquete informático en el que se había recogido su primera declaración y se había borrado.
En la nueva, ya nadie le preguntó por el interrogatorio al que le había sometido la Guardia Civil seis días antes de la masacre.
En esta segunda ocasión, los agentes del Servicio de Información de la Policía Nacional no le preguntaron absolutamente nada sobre los días anteriores a la masacre. Ya únicamente le preguntaron por su vehículo, si había tenido alguna incidencia con él...
Ni la primera vez ni la segunda. Nadie le quiso dar explicaciones, ni la Guardia Civil ni la Policía sobre sus continuas comparecencias.Nadie le explicó que lo que ocurrió es que un vehículo de las mismas características y con una matrícula falsificada con los datos de la suya había servido de lanzadera al coche utilizado por los terroristas que perpetraron el 11-M para transportar desde Asturias la Goma 2 utilizada en la masacre.
Pese a estas circunstancias, ningún mando policial le ofreció a esta testigo, que ratificó su última declaración policial ante el juez, la posibilidad de cambiar sus matrículas, ya que sus números y letras habían sido utilizadas por terroristas.
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