El Gobierno pidió a ETA en Bruselas que no atentara durante la campaña

20-05-07



El Gobierno pidió a ETA en Bruselas que no atentara durante la campaña


El hijo de 'Josu Ternera', Jon Salaberría y Ainhoa Ozaeta representaron a la banda en la reunión de mediados de abril y se negaron a dar garantías al respecto Los enviados del Ejecutivo dejaron abierta la puerta a otro encuentro tras el 27-M Rajoy dice que Zapatero pone «una vela a Dios y otra al diablo»

ANGELES ESCRIVA

MADRID.- Enviados del Gobierno se reunieron con representantes de la dirección de ETA el mes pasado con el fin de arrancar a la banda terrorista la garantía de que no cometería un atentado. Los enviados de la organización, según ha podido saber este periódico, se negaron a garantizar nada al Ejecutivo en un encuentro que resultó especialmente tenso. La cita tuvo lugar en Bruselas a mediados de abril, después de que los responsables del Gobierno pusiesen énfasis en que se produjese antes de las elecciones municipales.

Se trataba, entre otras cosas, de ganar tiempo. Según Europa Press, en el encuentro estuvieron presentes el hijo de Josu Ternera, el ex parlamentario Jon Salaberría y Ainhoa Ozaeta, y se habló de la participación de la izquierda abertzale en los próximos comicios. Según las fuentes citadas por esta agencia, el Gobierno se planteó realizar una reunión tras los comicios si no se producía un atentado.

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El encuentro de abril, según las mismas fuentes, tuvo como precedente un contacto preparatorio en marzo al que asistió una representación muy reducida. Se habla de dos o tres personas cuyas identidades no han trascendido y que utilizaron, de nuevo, los oficios de intermediación del Centro Henri Dunant.


La reunión y su contenido no son considerados uno más de los encuentros formales de la llamada mesa técnica en la que el Gobierno y la banda terrorista tenían previsto resolver cuestiones, en principio, como la salida para los presos en el transcurso de un proceso que fue interrumpido cuando ETA perpetró el atentado de Barajas el pasado 30 de diciembre y asesinó a dos ciudadanos ecuatorianos. Pero, de cualquier modo, vulneran el compromiso adquirido por el ministro del Interior y por la vicepresidenta Mª Teresa Fernández de la Vega quienes, de manera reiterada, han asegurado rotundamente que el proceso iniciado para el fin del terrorismo había quedado roto como consecuencia de aquel acto violento.

A pesar de que el Ejecutivo ha venido desmintiendo las noticias relativas a posibles encuentros con la banda, en las últimas horas han sido publicados más datos relativos a estos encuentros. Según la información difundida ayer por Europa Press, la reunión de abril no fue el primer contacto entre ambos aparatos de interlocución: hubo otro preparatorio en marzo y además, según las fuentes consultadas por la citada agencia, el Ejecutivo tendría la expectativa de celebrar un tercero pasadas las elecciones si ETA no perpetra un atentado antes de los comicios, «pensando ya en los últimos meses de la legislatura».

Otros expertos consultados por este periódico sostienen que el Ejecutivo puede haber asumido la conveniencia de intentar los contactos con la banda aunque se produjese un atentado sin víctimas con el objetivo de evitar que los terroristas puedan emprender una campaña violenta de mayores consecuencias y para, en un plazo menos inmediato, intentar encontrar una salida al terrorismo.

Europa Press informó ayer de que en la reunión que habría tenido lugar en marzo, las dos partes tuvieron una representación muy reducida. Sólo se cerraron los detalles para un nuevo encuentro que finalmente se produjo en abril.

Según las fuentes citadas por la referida agencia, uno de los asuntos más relevantes de la reunión fue la participación de la izquierda abertzale en los comicios municipales y forales del próximo 27 de mayo y la hipótesis de que la ausencia de un atentado pudiera ser correspondida con una actitud no beligerante contra la banda.

Del mismo modo que ocurriera en el mes de diciembre, por parte de ETA no acudió el máximo responsable de la banda terrorista, José Antonio Urrutikoetxea Josu Ternera, pero sí habría estado su hijo Egoitz junto con el exparlamentario Jon Salaberria -actualmente en situación de busca y captura- y Ainhoa Ozaeta, la etarra que según las Fuerzas de Seguridad pudo ser la que leyó el comunicado de la banda en el que anunció el alto el fuego.

Como ha ocurrido en otras ocasiones, también se produjo la mediación de los observadores internacionales del centro Henry Dunant para el Diálogo, designado en su día por ambas partes para levantar y guardar las actas de los encuentros.

La última reunión correspondiente al proceso inciado después de que ETA anunciase el último alto el fuego se produjo a principios del mes de diciembre. También entonces, uno de los asuntos abordados de manera destacada fue la posibilidad de que la organización perpetrase un atentado dada la crisis en la que, desde el mes de agosto, parecía haberse sumido el proceso y los insistentes rumores que circulaban acerca de esta cuestión -incluidos los alarmantes informes realizados por la policía gala-. Ternera no asistió y los enviados del Gobierno se encontraron con que desconocían la identidad de algunos de los interlocutores, si bien consideraron conveniente proseguir con la reunión.

A pesar de que ETA no asumió ningún compromiso expreso, los representantes del Ejecutivo regresaron convencidos de que no perpetraría un atentado, al menos a corto plazo, dado que había accedido a mantener los cauces de la negociación abiertos. En 15 días el Gobierno pudo comprobar que ETA había decidido actualizar -según los términos empleados en sus documentos internos- el concepto de alto el fuego, de modo que las negociaciones con el Ejecutivo no excluyesen necesariamente la comisión de atentados.

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