Bermúdez reclama a Garzón dos notas con informes de 'Cartagena'
24-04-07
JUICIO POR UNA MASACRE / Las declaraciones
Bermúdez reclama a Garzón dos notas con informes de 'Cartagena'
No fueron aportadas al sumario del 11-M, aunque un inspector declara que se enviaron a su juzgado
JOAQUIN MANSO
JUICIO POR UNA MASACRE / Las declaraciones
Bermúdez reclama a Garzón dos notas con informes de 'Cartagena'
No fueron aportadas al sumario del 11-M, aunque un inspector declara que se enviaron a su juzgado
JOAQUIN MANSO
MADRID.- El presidente del tribunal que juzga el 11-M, Javier Gómez Bermúdez, ordenó ayer que se librase un oficio al Juzgado Central de Instrucción número 5, cuyo titular es Baltasar Garzón, para que le dé traslado de dos notas informativas elaboradas por la Policía a partir de las confidencias que realizó Cartagena y que no constan en el sumario.
Uno de los controladores de ese colaborador policial, el inspector jefe de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) Guillermo Moreno, testificó ayer que esos dos escritos «en papel se remitieron al Juzgado Central de Instrucción número 5». Ambas forman parte de un total de 12 notas que se elaboraron con las informaciones que proporcionó Cartagena sobre un «grupo de marroquíes asentado en Madrid». Todas ellas las recibió Garzón en la segunda mitad de 2004.
(.../...)
A partir de su publicación en EL MUNDO, el juez Juan del Olmo, a cargo de la instrucción de la matanza, pidió en noviembre de 2005 esas mismas notas, pero sólo recibió 10. Guillermo Moreno envió entonces un escrito a Del Olmo en el que excusa esa falta en que «no se poseen las mismas en esta Comisaría General de Información ni en formato papel ni en ningún tipo de soporte informático, ya que cumpliendo lo ordenado por el Juzgado Central de Instrucción número 5 a mediados del presente año [2005, cuando Fernando Grande-Marlaska estaba sustituyendo a Garzón], se procedió al borrado de cuanto documento informático existía sobre dichas notas informativas, no teniendo copias de las mencionadas notas seis y 10 [...]».
«Explíqueme eso»
Fue el abogado de El Egipcio, Endika Zulueta, quien tras un hábil interrogatorio puso de manifiesto la destrucción de esas dos notas. Moreno explicó que «no se habían destruido», sino que Grande-Marlaska les ordenó borrar el contenido de los ordenadores para evitar que pudiera ser filtrado a ningún medio de comunicación, ya que Cartagena, según el inspector policial, se había manifestado intranquilo con las informaciones publicadas por este periódico.
«Entonces, se borra el soporte informático, pero no se destruyen y no hay copia. Explíqueme usted eso. Explíqueme cómo puede ser que no se destruyen unos documentos de los que no queda copia», requirió entonces con insistencia Gómez Bermúdez al testigo, que señaló que las copias en papel se habían remitido a Garzón (en 2004).
Cartagena, según confirmó Moreno, transmitió a la Policía que la célula de Madrid «hablaba de hacer la yihad en cualquier parte del mundo», aunque precisó que nunca se les dijo que preparasen un atentado. En las notas de la UCIE se pone de manifiesto que ese grupo estaba liberado por Mustafá Maimouni, que está encarcelado en Marruecos por su relación con los atentados de Casablanca de mayo de 2003. Tras el arresto de Maimouni, la Policía también supo que su responsabilidad la asumió el presunto jefe espiritual del 11-M: Serhane El Tunecino, que se suicidó en Leganés.
Ayer también se conoció que los 48 folios que contenían las informaciones de Cartagena fueron entregados a Del Olmo numerados, del 1 al 48, pero que no existe el número 39 «por un error de foliación», según le dijo la Policía al juez. Otro inspector de la UCIE, Antonio Jesús Parrilla, declaró el 8 de marzo al tribunal que en las notas faltaba una hoja en la que el colaborador alertaba de que Maimouni podría estar relacionado con los atentados de Casablanca de 2003.
Guillermo Moreno negó que se hubiese ocultado al instructor del sumario la existencia de Cartagena, y contradijo varias de las declaraciones de este confidente al tribunal. En concreto, dijo que nunca se manipularon sus palabras y que no se supo de la existencia del piso de Leganés hasta las 15.00 horas.
Uno de los controladores de ese colaborador policial, el inspector jefe de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) Guillermo Moreno, testificó ayer que esos dos escritos «en papel se remitieron al Juzgado Central de Instrucción número 5». Ambas forman parte de un total de 12 notas que se elaboraron con las informaciones que proporcionó Cartagena sobre un «grupo de marroquíes asentado en Madrid». Todas ellas las recibió Garzón en la segunda mitad de 2004.
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A partir de su publicación en EL MUNDO, el juez Juan del Olmo, a cargo de la instrucción de la matanza, pidió en noviembre de 2005 esas mismas notas, pero sólo recibió 10. Guillermo Moreno envió entonces un escrito a Del Olmo en el que excusa esa falta en que «no se poseen las mismas en esta Comisaría General de Información ni en formato papel ni en ningún tipo de soporte informático, ya que cumpliendo lo ordenado por el Juzgado Central de Instrucción número 5 a mediados del presente año [2005, cuando Fernando Grande-Marlaska estaba sustituyendo a Garzón], se procedió al borrado de cuanto documento informático existía sobre dichas notas informativas, no teniendo copias de las mencionadas notas seis y 10 [...]».
«Explíqueme eso»
Fue el abogado de El Egipcio, Endika Zulueta, quien tras un hábil interrogatorio puso de manifiesto la destrucción de esas dos notas. Moreno explicó que «no se habían destruido», sino que Grande-Marlaska les ordenó borrar el contenido de los ordenadores para evitar que pudiera ser filtrado a ningún medio de comunicación, ya que Cartagena, según el inspector policial, se había manifestado intranquilo con las informaciones publicadas por este periódico.
«Entonces, se borra el soporte informático, pero no se destruyen y no hay copia. Explíqueme usted eso. Explíqueme cómo puede ser que no se destruyen unos documentos de los que no queda copia», requirió entonces con insistencia Gómez Bermúdez al testigo, que señaló que las copias en papel se habían remitido a Garzón (en 2004).
Cartagena, según confirmó Moreno, transmitió a la Policía que la célula de Madrid «hablaba de hacer la yihad en cualquier parte del mundo», aunque precisó que nunca se les dijo que preparasen un atentado. En las notas de la UCIE se pone de manifiesto que ese grupo estaba liberado por Mustafá Maimouni, que está encarcelado en Marruecos por su relación con los atentados de Casablanca de mayo de 2003. Tras el arresto de Maimouni, la Policía también supo que su responsabilidad la asumió el presunto jefe espiritual del 11-M: Serhane El Tunecino, que se suicidó en Leganés.
Ayer también se conoció que los 48 folios que contenían las informaciones de Cartagena fueron entregados a Del Olmo numerados, del 1 al 48, pero que no existe el número 39 «por un error de foliación», según le dijo la Policía al juez. Otro inspector de la UCIE, Antonio Jesús Parrilla, declaró el 8 de marzo al tribunal que en las notas faltaba una hoja en la que el colaborador alertaba de que Maimouni podría estar relacionado con los atentados de Casablanca de 2003.
Guillermo Moreno negó que se hubiese ocultado al instructor del sumario la existencia de Cartagena, y contradijo varias de las declaraciones de este confidente al tribunal. En concreto, dijo que nunca se manipularon sus palabras y que no se supo de la existencia del piso de Leganés hasta las 15.00 horas.
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