21-07-04
EL 'TERCER GRADO' DEL PP AL JEFE DE LA UCO PONE EN EVIDENCIA LAS FALSEDADES DEL INFORME DEL GOBIERNO
Hernando admite 8 contactos con Zouhier entre el 4 y el 13-M y advierte que le pueden matar
EL 'TERCER GRADO' DEL PP AL JEFE DE LA UCO PONE EN EVIDENCIA LAS FALSEDADES DEL INFORME DEL GOBIERNO
Hernando admite 8 contactos con Zouhier entre el 4 y el 13-M y advierte que le pueden matar
Reconoce que el agente 'Víctor' habló con su confidente cuatro veces durante el 12-M, pero sostiene que no trataron de los explosivos sino de un 'skin' buscado en Barcelona - Afirma que el agente 'Paco' acudió a la cárcel para «presentar» a Rafá Zouhier a los agentes que investigaban los explosivos y admite que éstos le pidieron una carta para Antonio Toro
MANUEL CERDAN
FELIX HERNANDO
MADRID.- Algunos portavoces de la Comisión de Investigación del 11-M se mostraban reacios a la comparecencia de Félix Hernando, jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.Sin embargo, el testimonio que prestó ayer ha sido uno de los más concluyentes para ahondar en las relaciones de la UCO con el confidente Rafá Zouhier.
(.../...)
El coronel jefe de la UCO reconoció que el agente Víctor habló telefónicamente con Zouhier, entre el 4 y 19 de marzo, al menos en 16 ocasiones, según se desprende de la factura del número del teléfono móvil del guardia civil. Ese número de llamadas, según aclaró el propio Hernando, no incluye las que pudo realizar Zouhier desde su teléfono particular. Sólo entre los días 4 y 13 de marzo el agente controlador del confidente marroquí habló con éste ocho veces.
El capitán Víctor se puso en contacto con su confidente el día 10, a las 12.46 horas, y cuatro veces a lo largo del 12. Ese día, el controlador de Zouhier, incluso, se paseó con el marroquí, acompañado con otros agentes por varias «discotecas del sur de Madrid». ¿Y por qué la UCO paseaba a Zouhier por locales de la noche madrileña al día siguiente de la masacre cuando el instituto armado había movilizado a todas sus unidades en busca de terroristas?
El coronel Hernando, que ha aprobado recientemente el curso de general, lo explicó a sus señorías: «Estábamos tratando de hacer un apoyo a la Comandancia de Barcelona y necesitábamos hablar con él [con Rafá Zouhier] para que nos acompañase a los centros de ocio donde supuestamente se podía encontrar al individuo que busca Barcelona, un skin head».
Hernando sí reconoció que las llamadas referidas a los días 16, 17 y 18 estaban relacionadas con El Chino, uno de los autores del atentado que luego se inmoló en el piso de Leganés. Según el coronel, Zouhier había visto su fotografía en televisión y les había llamado para indicarles que era la misma persona que había comprado los explosivos a Suárez Trashorras.
Sin embargo, Hernando insistió en que Zouhier nunca antes había relacionado los explosivos de Asturias ni con ETA ni con el terrorismo islámico. «Nunca nos habló de atentados, nunca nos habló de ventas de explosivos. Sólo de una persona [Suárez Trashorras] que quería colocar una cantidad de explosivos».
El portavoz del Grupo Popular, Vicente Martínez-Pujalte, mostró al compareciente su perplejidad por lo escuchado: «Ustedes han ido con este señor a Asturias en busca de explosivos, unos 150 kilos, y en medio del peor shock que ha vivido España se dedican a preguntar por un asunto de Barcelona».
La respuesta de Hernando aumentó aún más esa perplejidad: «Nosotros tenemos que seguir trabajando en el tema que había en ese momento, que era una petición de apoyo de Barcelona».
La comparecencia del jefe de la UCO sirvió para poner en tela de juicio el informe que el Gobierno remitió al juez Juan del Olmo, que investiga el atentado del 11-M. Hernando afirmó que ignoraba en qué consistió el «vasto e intenso» operativo policial sobre la célula de Avilés que el Ministerio del Interior destacó en una nota informativa.
El coronel Hernando reconoció también que Zouhier llegó a estar una noche en las instalaciones de la UCO: «Llovía y estaba muy próximo a las dependencias de la Dirección General, donde está la UCO, y se le dijo que pasara porque tenía que hablar con alguien de la sección de fuentes». Hernando no pudo precisar la fecha de la visita, pero sí señaló que fue antes del atentado. «Bastante antes», matizó.
Hernando recordó que el primer contacto que tuvieron sus agentes con Zouhier fue el 21 de noviembre de 2001. Fue el marroquí quien se puso en contacto con sus subordinados para ofrecer información sobre la Operación Hierro, que investigaba una red de tráfico de armas. A cambio, pedía una reducción de pena.
Con posterioridad, Zouhier informó a la UCO de la trama de Avilés.Les dijo que Antonio Toro y Emilio Suárez Trashorras querían colocar en el mercado una importante cantidad de dinamita. Hernando aseguró a los comisionados que sus agentes viajaron a Asturias con Zouhier y que, tras una investigación, redactaron un informe con los datos que entregaron a la Comandancia de Asturias, «la competente en esa investigación», según el coronel.
En ese proceso de verificación, según reconoció Hernando, Zouhier les entregó una muestra de explosivo: «Pudimos demostrar que existían los explosivos. Suárez Trashorras y Antonio Toro se desplazaron a Madrid y entregaron a Zouhier un frasco del tamaño de este vaso, con una tapa metálica, con unos agujeros, en el que hay una pequeña sustancia blanco-amarillenta. Por supuesto, ningún detonador. Los expertos dijeron que era una dinamita vieja y en mal estado y que la destruyéramos».
Según Hernando, desde el 27 de febrero de 2003, fecha en que redactó el informe, hasta el día del atentado se olvidó del caso: «Tras remitir el informe y dejar la puerta abierta no hicimos nada más».
Sin embargo, minutos después, el portavoz del PP le exhibió un documento de Interior en el que se aseguraba que la UCO estuvo investigando las denuncias de Zouhier hasta la fecha de la masacre.
El coronel tuvo que rectificar y reconocer que sus agentes siguieron recabando información sobre los explosivos de la célula de Asturias hasta la fecha del atentado: «Contactábamos con él de vez en cuando. Aunque no encontramos ningún dato relevante para añadir al expediente».
Antes de someterse a las preguntas de los diputados, y sin que nadie se lo pidiera, Hernando recordó a la Comisión que había sido imputado por la Audiencia Nacional en un asunto de traslado de dinero de los fondos reservados a un banco suizo de Ginebra para pagar el silencio de Amedo y Domínguez. Dijo que el caso está archivado y que siempre defendió su inocencia.
El coronel, que estuvo a las órdenes de Rafael Vera en la secretaria de Estado de Interior entre 1983 y 1994, mantuvo que no habla con el ex número dos de Interior desde que dejó ese departamento.
APOYOS
'Paco' visitó en la cárcel al confidente
El coronel de la UCO reconoció ante los comisionados que el capitán Paco, uno de los miembros de su unidad que controlaban a Rafá Zouhier, acompañó a la cárcel a dos agentes de los Servicios de Información de la Guardia Civil para que se entrevistaran con el confidente marroquí.
Los guardias investigaban la trama de los explosivos por orden del juez y se servían del agente Paco como intermediario para acceder a Zouhier.
Según el jefe de la UCO, su subordinado no participó en la entrevista, que se celebró en la cárcel de Valdemoro el 9 de abril. Sin embargo, el coronel sí admitió que el capitán de la UCO pidió al confidente que escribiera una carta a Antonio Toro, que había quedado en libertad por orden del juez Del Olmo para que colaborara con los Servicios de Información.
Estos datos desvelados por el jefe de la UCO contradicen los informes emitidos por el Ministerio del Interior y la Dirección General de Instituciones Penitenciarias.
Tras esa entrevista, los agentes de la Guardia Civil, especializados en investigaciones antiterroristas, volvieron a encontrarse con el confidente el 14 de abril.
Según Hernando, el capitán Paco fue a la cárcel porque Víctor y Rafael, los otros dos agentes, se encontraban de viaje. El capitán Paco sólo había visto a Zouhier en una ocasión. «Yo desconozco el contenido de la conversación entre los agentes y si se llegó a remitir la carta a Toro, porque no estuvimos en la otra cita».
«Debe cuidarse muy mucho»
Félix Hernando, sin que ningún diputado le preguntara por ello, concluyó su intervención afirmando que Rafá Zouhier estaba perdido «absolutamente» como confidente y que su vida corría peligro: «No sé si el juez lo va a poner en libertad, pero indudablemente si lo pone en libertad, me da la impresión de que debe cuidarse muy mucho porque será objeto de las iras de aquellos a quien vendió y no me refiero a los terroristas, sino a aquellos otros delincuentes de esas operaciones que he mencionado, como la Operación Hierro, la Operación Merlín... Ahora ya saben que fue él quien les vendió y probablemente tomen represalias».
Con anterioridad, el coronel se refirió a las supuestas presiones recibidas por Zouhier en la cárcel por parte de agentes de la UCO para que no cuente la verdad y declare ante la Comisión.Hernando las negó pero no contestó con mucha contundencia: «No he estado en ninguna entrevista en prisión. No sé. Pero tengo absoluta confianza en mi gente. No se han producido esas entrevistas y no ha sido mi gente».
El coronel indicó a sus señorías que prefería que Zouhier compareciera ante la Comisión si seguían persistiendo las dudas sobre la actuación de la Guardia Civil: «He dicho que si él tiene que comparecer porque alguien en esta Comisión puede interpretar que de no hacerlo es porque se pretende tapar algo, mi deseo personal es que sí lo hiciera, aunque pienso que si lo hace va a esclarecer bastante poco».
MANUEL CERDAN
FELIX HERNANDO
- Coronel jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) desde enero de 2000
- Imputado en el caso GAL, acusado de llevar maletines con dinero a Suiza
- Colaborador directo de Vera en la Secretaría del Interior entre 1983 y 1994
- Posee la Cruz al Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco
MADRID.- Algunos portavoces de la Comisión de Investigación del 11-M se mostraban reacios a la comparecencia de Félix Hernando, jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.Sin embargo, el testimonio que prestó ayer ha sido uno de los más concluyentes para ahondar en las relaciones de la UCO con el confidente Rafá Zouhier.
(.../...)
El coronel jefe de la UCO reconoció que el agente Víctor habló telefónicamente con Zouhier, entre el 4 y 19 de marzo, al menos en 16 ocasiones, según se desprende de la factura del número del teléfono móvil del guardia civil. Ese número de llamadas, según aclaró el propio Hernando, no incluye las que pudo realizar Zouhier desde su teléfono particular. Sólo entre los días 4 y 13 de marzo el agente controlador del confidente marroquí habló con éste ocho veces.
El capitán Víctor se puso en contacto con su confidente el día 10, a las 12.46 horas, y cuatro veces a lo largo del 12. Ese día, el controlador de Zouhier, incluso, se paseó con el marroquí, acompañado con otros agentes por varias «discotecas del sur de Madrid». ¿Y por qué la UCO paseaba a Zouhier por locales de la noche madrileña al día siguiente de la masacre cuando el instituto armado había movilizado a todas sus unidades en busca de terroristas?
El coronel Hernando, que ha aprobado recientemente el curso de general, lo explicó a sus señorías: «Estábamos tratando de hacer un apoyo a la Comandancia de Barcelona y necesitábamos hablar con él [con Rafá Zouhier] para que nos acompañase a los centros de ocio donde supuestamente se podía encontrar al individuo que busca Barcelona, un skin head».
Hernando sí reconoció que las llamadas referidas a los días 16, 17 y 18 estaban relacionadas con El Chino, uno de los autores del atentado que luego se inmoló en el piso de Leganés. Según el coronel, Zouhier había visto su fotografía en televisión y les había llamado para indicarles que era la misma persona que había comprado los explosivos a Suárez Trashorras.
Sin embargo, Hernando insistió en que Zouhier nunca antes había relacionado los explosivos de Asturias ni con ETA ni con el terrorismo islámico. «Nunca nos habló de atentados, nunca nos habló de ventas de explosivos. Sólo de una persona [Suárez Trashorras] que quería colocar una cantidad de explosivos».
El portavoz del Grupo Popular, Vicente Martínez-Pujalte, mostró al compareciente su perplejidad por lo escuchado: «Ustedes han ido con este señor a Asturias en busca de explosivos, unos 150 kilos, y en medio del peor shock que ha vivido España se dedican a preguntar por un asunto de Barcelona».
La respuesta de Hernando aumentó aún más esa perplejidad: «Nosotros tenemos que seguir trabajando en el tema que había en ese momento, que era una petición de apoyo de Barcelona».
La comparecencia del jefe de la UCO sirvió para poner en tela de juicio el informe que el Gobierno remitió al juez Juan del Olmo, que investiga el atentado del 11-M. Hernando afirmó que ignoraba en qué consistió el «vasto e intenso» operativo policial sobre la célula de Avilés que el Ministerio del Interior destacó en una nota informativa.
El coronel Hernando reconoció también que Zouhier llegó a estar una noche en las instalaciones de la UCO: «Llovía y estaba muy próximo a las dependencias de la Dirección General, donde está la UCO, y se le dijo que pasara porque tenía que hablar con alguien de la sección de fuentes». Hernando no pudo precisar la fecha de la visita, pero sí señaló que fue antes del atentado. «Bastante antes», matizó.
Hernando recordó que el primer contacto que tuvieron sus agentes con Zouhier fue el 21 de noviembre de 2001. Fue el marroquí quien se puso en contacto con sus subordinados para ofrecer información sobre la Operación Hierro, que investigaba una red de tráfico de armas. A cambio, pedía una reducción de pena.
Con posterioridad, Zouhier informó a la UCO de la trama de Avilés.Les dijo que Antonio Toro y Emilio Suárez Trashorras querían colocar en el mercado una importante cantidad de dinamita. Hernando aseguró a los comisionados que sus agentes viajaron a Asturias con Zouhier y que, tras una investigación, redactaron un informe con los datos que entregaron a la Comandancia de Asturias, «la competente en esa investigación», según el coronel.
En ese proceso de verificación, según reconoció Hernando, Zouhier les entregó una muestra de explosivo: «Pudimos demostrar que existían los explosivos. Suárez Trashorras y Antonio Toro se desplazaron a Madrid y entregaron a Zouhier un frasco del tamaño de este vaso, con una tapa metálica, con unos agujeros, en el que hay una pequeña sustancia blanco-amarillenta. Por supuesto, ningún detonador. Los expertos dijeron que era una dinamita vieja y en mal estado y que la destruyéramos».
Según Hernando, desde el 27 de febrero de 2003, fecha en que redactó el informe, hasta el día del atentado se olvidó del caso: «Tras remitir el informe y dejar la puerta abierta no hicimos nada más».
Sin embargo, minutos después, el portavoz del PP le exhibió un documento de Interior en el que se aseguraba que la UCO estuvo investigando las denuncias de Zouhier hasta la fecha de la masacre.
El coronel tuvo que rectificar y reconocer que sus agentes siguieron recabando información sobre los explosivos de la célula de Asturias hasta la fecha del atentado: «Contactábamos con él de vez en cuando. Aunque no encontramos ningún dato relevante para añadir al expediente».
Antes de someterse a las preguntas de los diputados, y sin que nadie se lo pidiera, Hernando recordó a la Comisión que había sido imputado por la Audiencia Nacional en un asunto de traslado de dinero de los fondos reservados a un banco suizo de Ginebra para pagar el silencio de Amedo y Domínguez. Dijo que el caso está archivado y que siempre defendió su inocencia.
El coronel, que estuvo a las órdenes de Rafael Vera en la secretaria de Estado de Interior entre 1983 y 1994, mantuvo que no habla con el ex número dos de Interior desde que dejó ese departamento.
APOYOS
'Paco' visitó en la cárcel al confidente
El coronel de la UCO reconoció ante los comisionados que el capitán Paco, uno de los miembros de su unidad que controlaban a Rafá Zouhier, acompañó a la cárcel a dos agentes de los Servicios de Información de la Guardia Civil para que se entrevistaran con el confidente marroquí.
Los guardias investigaban la trama de los explosivos por orden del juez y se servían del agente Paco como intermediario para acceder a Zouhier.
Según el jefe de la UCO, su subordinado no participó en la entrevista, que se celebró en la cárcel de Valdemoro el 9 de abril. Sin embargo, el coronel sí admitió que el capitán de la UCO pidió al confidente que escribiera una carta a Antonio Toro, que había quedado en libertad por orden del juez Del Olmo para que colaborara con los Servicios de Información.
Estos datos desvelados por el jefe de la UCO contradicen los informes emitidos por el Ministerio del Interior y la Dirección General de Instituciones Penitenciarias.
Tras esa entrevista, los agentes de la Guardia Civil, especializados en investigaciones antiterroristas, volvieron a encontrarse con el confidente el 14 de abril.
Según Hernando, el capitán Paco fue a la cárcel porque Víctor y Rafael, los otros dos agentes, se encontraban de viaje. El capitán Paco sólo había visto a Zouhier en una ocasión. «Yo desconozco el contenido de la conversación entre los agentes y si se llegó a remitir la carta a Toro, porque no estuvimos en la otra cita».
«Debe cuidarse muy mucho»
Félix Hernando, sin que ningún diputado le preguntara por ello, concluyó su intervención afirmando que Rafá Zouhier estaba perdido «absolutamente» como confidente y que su vida corría peligro: «No sé si el juez lo va a poner en libertad, pero indudablemente si lo pone en libertad, me da la impresión de que debe cuidarse muy mucho porque será objeto de las iras de aquellos a quien vendió y no me refiero a los terroristas, sino a aquellos otros delincuentes de esas operaciones que he mencionado, como la Operación Hierro, la Operación Merlín... Ahora ya saben que fue él quien les vendió y probablemente tomen represalias».
Con anterioridad, el coronel se refirió a las supuestas presiones recibidas por Zouhier en la cárcel por parte de agentes de la UCO para que no cuente la verdad y declare ante la Comisión.Hernando las negó pero no contestó con mucha contundencia: «No he estado en ninguna entrevista en prisión. No sé. Pero tengo absoluta confianza en mi gente. No se han producido esas entrevistas y no ha sido mi gente».
El coronel indicó a sus señorías que prefería que Zouhier compareciera ante la Comisión si seguían persistiendo las dudas sobre la actuación de la Guardia Civil: «He dicho que si él tiene que comparecer porque alguien en esta Comisión puede interpretar que de no hacerlo es porque se pretende tapar algo, mi deseo personal es que sí lo hiciera, aunque pienso que si lo hace va a esclarecer bastante poco».
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