Josu Ternera' el 14-F: «Se van a enterar los españoles de lo que somos capaces»
22-07-04
11-M / LA INVESTIGACION
Josu Ternera' el 14-F: «Se van a enterar los españoles de lo que somos capaces»
11-M / LA INVESTIGACION
Josu Ternera' el 14-F: «Se van a enterar los españoles de lo que somos capaces»
El líder etarra profirió estas amenazas en el aeropuerto de Francfort, según un documento clasificado como secreto que el Gobierno decidirá mañana si entrega o no a la Comisión
MANUEL CERDAN
MADRID.- José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, considerado el número uno de ETA, lanzó una amenaza contra España el pasado 14 de febrero. El dirigente histórico de la banda terrorista, prófugo desde el 6 de noviembre del año 2002, comentó a un amigo: «Se van a enterar los españoles de lo que somos capaces de hacer».
Las palabras amenazantes de Josu Ternera figuran en un documento del Ministerio del Interior al que ha tenido acceso EL MUNDO.Se trata de una «nota informativa», elaborada por la Jefatura Superior de Policía en Extremadura, en fechas anteriores al 14 de marzo, que la Comisión de Investigación solicitó al Gobierno el 20 de julio.
El Ministerio de la Presidencia comunicó a los comisionados que «al ser un documento clasificado como secreto, la decisión a adoptar sobre su clasificación y el procedimiento de remisión a la Comisión de Investigación se estudiará en el Consejo de Ministros del próximo día 23 de julio». Es decir, en la reunión de mañana.
EL MUNDO publica una copia de ese documento que, en principio, por su contenido inocuo, no justifica su clasificación de «secreto».
La nota está redactada por la Brigada Provincial de Información de Badajoz y asegura que un colaborador de la unidad le ha comunicado que «el pasado 14 de febrero, entre las 11.30 y las 12.00 horas, observó, en una cafetería del aeropuerto de Francfort (Alemania), a José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea (Yosu Ternera) (sic), junto a un individuo de unos 55 a 60 años».
El documento, en el que aparece impreso un sello de la Jefatura Superior de Extremadura, con sede en Badajoz, aporta los rasgos personales del interlocutor del dirigente etarra: un individuo «de uno setenta y cinco metros de estatura, sesenta kilogramos de peso, ojos azules, pelo liso con canas, peinado hacia un lado, con bigote y gafas», que viste «traje gris-verdoso claro, con corbata» y va acompañado «de dos individuos más jóvenes, en actitud vigilante».
El colaborador policial afirma que escuchó cómo «Yosu Ternera (sic) le decía a su acompañante textualmente: 'Se van a enterar los españoles de lo que somos capaces de hacer'».
Con anterioridad a la elaboración de esa nota policial, el servicio de información de un Estado europeo comunicó al Ministerio del Interior que Josu Ternera había sido visto en Finlandia. Los expertos policiales en la lucha antiterrorista creen que Josu Ternera reside desde su huida en un país del norte de Europa.
Urrutikoetxea lanzaba esa amenaza días antes de que la «caravana de la muerte» de ETA trasladara desde Francia 506 kilogramos de cloratita y 30 de dinamita en una furgoneta, que fue interceptada por la Guardia Civil en la localidad conquense de Cañaveras.
El dirigente etarra pronunciaba esas palabras en una época en la que ETA sufría una serie de duros golpes policiales y extremaba sus medidas de seguridad, temiendo estar «agujereada como un gruyère», en expresión de unos de sus dirigentes, por las supuestas filtraciones de topos y confidentes.
El 24 de diciembre de 2003, la policía detuvo a dos etarras no fichados que pretendían volar la estación de Chamartín en Madrid el día de Nochebuena con 48 kilos de explosivos ocultos en dos maletas.
En ese mes, la policía francesa asestó otros dos duros golpes a la banda con la detención de Ibón Fernández, Susper, el jefe de aparato militar, y de Gorka Palacios, máximo responsable del aparato militar y miembro del Comité Ejecutivo de la organización.
La lectura del documento policial, en el que se recogen las amenazas de Josu Ternera, sirve para afianzar las declaraciones ante la Comisión de algunos altos cargos del Ministerio del Interior y del propio ex director del CNI Jorge Dezcallar en el sentido de que los analistas temían una acción espectacular de ETA en aquellas fechas. Según Dezcallar, los expertos antiterroristas pensaban que ETA quería hacerse notar con un atentado durante las elecciones.
El Ministerio del Interior también barajó, en fechas previas al 11-M, que la banda terrorista perseguía una acción violenta para demostrar su fuerza después de las importantes operaciones policiales que habían diezmado la operatividad etarra.
Esas dos sospechas, alteración del proceso electoral y demostración de fuerza, llevaron a la cúpula del Ministerio del Interior a barajar en primer lugar la hipótesis de la autoría de ETA tras la masacre.
El encuentro de Josu Ternera en Francfort con un contacto se efectuaba en medio de cierta impunidad. El magistrado de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo José Ramón Soriano había acordado a mediados de noviembre de 2002 la prisión incondicional de José Antonio Urrutikoetxea, al mismo tiempo que cursaba una orden internacional de detención, pero Ternera seguía moviéndose con bastante libertad por varios países europeos.
El líder histórico de ETA está acusado de haber dado la orden al comando que perpetró el atentado contra la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, que causó la muerte a 11 personas, cinco de ellas niños.
En enero de 2003. la Interpol incluyó a Ternera en la lista de los 200 fugitivos más buscados, junto a Osama bin Laden y otros 165 etarras. Aún con esas medidas, el dirigente etarra lleva evitando la acción de la justicia dos años.
El documento, cuya desclasificación será mañana estudiada por el Gobierno, es el segundo relacionado con el 11-M en el que se hace mención a un dirigente de la izquierda abertzale. EL MUNDO desveló el pasado 14 de julio el contenido de un párrafo tachado de un documento desclasificado del CNI en el que se aseguraba que Arnaldo Otegi, el portavoz de Sozialista Abertzaleak, llegó a pensar en un primer momento que la autora de la masacre era ETA.
MANUEL CERDAN
MADRID.- José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, considerado el número uno de ETA, lanzó una amenaza contra España el pasado 14 de febrero. El dirigente histórico de la banda terrorista, prófugo desde el 6 de noviembre del año 2002, comentó a un amigo: «Se van a enterar los españoles de lo que somos capaces de hacer».
Las palabras amenazantes de Josu Ternera figuran en un documento del Ministerio del Interior al que ha tenido acceso EL MUNDO.Se trata de una «nota informativa», elaborada por la Jefatura Superior de Policía en Extremadura, en fechas anteriores al 14 de marzo, que la Comisión de Investigación solicitó al Gobierno el 20 de julio.
El Ministerio de la Presidencia comunicó a los comisionados que «al ser un documento clasificado como secreto, la decisión a adoptar sobre su clasificación y el procedimiento de remisión a la Comisión de Investigación se estudiará en el Consejo de Ministros del próximo día 23 de julio». Es decir, en la reunión de mañana.
EL MUNDO publica una copia de ese documento que, en principio, por su contenido inocuo, no justifica su clasificación de «secreto».
La nota está redactada por la Brigada Provincial de Información de Badajoz y asegura que un colaborador de la unidad le ha comunicado que «el pasado 14 de febrero, entre las 11.30 y las 12.00 horas, observó, en una cafetería del aeropuerto de Francfort (Alemania), a José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea (Yosu Ternera) (sic), junto a un individuo de unos 55 a 60 años».
El documento, en el que aparece impreso un sello de la Jefatura Superior de Extremadura, con sede en Badajoz, aporta los rasgos personales del interlocutor del dirigente etarra: un individuo «de uno setenta y cinco metros de estatura, sesenta kilogramos de peso, ojos azules, pelo liso con canas, peinado hacia un lado, con bigote y gafas», que viste «traje gris-verdoso claro, con corbata» y va acompañado «de dos individuos más jóvenes, en actitud vigilante».
El colaborador policial afirma que escuchó cómo «Yosu Ternera (sic) le decía a su acompañante textualmente: 'Se van a enterar los españoles de lo que somos capaces de hacer'».
Con anterioridad a la elaboración de esa nota policial, el servicio de información de un Estado europeo comunicó al Ministerio del Interior que Josu Ternera había sido visto en Finlandia. Los expertos policiales en la lucha antiterrorista creen que Josu Ternera reside desde su huida en un país del norte de Europa.
Urrutikoetxea lanzaba esa amenaza días antes de que la «caravana de la muerte» de ETA trasladara desde Francia 506 kilogramos de cloratita y 30 de dinamita en una furgoneta, que fue interceptada por la Guardia Civil en la localidad conquense de Cañaveras.
El dirigente etarra pronunciaba esas palabras en una época en la que ETA sufría una serie de duros golpes policiales y extremaba sus medidas de seguridad, temiendo estar «agujereada como un gruyère», en expresión de unos de sus dirigentes, por las supuestas filtraciones de topos y confidentes.
El 24 de diciembre de 2003, la policía detuvo a dos etarras no fichados que pretendían volar la estación de Chamartín en Madrid el día de Nochebuena con 48 kilos de explosivos ocultos en dos maletas.
En ese mes, la policía francesa asestó otros dos duros golpes a la banda con la detención de Ibón Fernández, Susper, el jefe de aparato militar, y de Gorka Palacios, máximo responsable del aparato militar y miembro del Comité Ejecutivo de la organización.
La lectura del documento policial, en el que se recogen las amenazas de Josu Ternera, sirve para afianzar las declaraciones ante la Comisión de algunos altos cargos del Ministerio del Interior y del propio ex director del CNI Jorge Dezcallar en el sentido de que los analistas temían una acción espectacular de ETA en aquellas fechas. Según Dezcallar, los expertos antiterroristas pensaban que ETA quería hacerse notar con un atentado durante las elecciones.
El Ministerio del Interior también barajó, en fechas previas al 11-M, que la banda terrorista perseguía una acción violenta para demostrar su fuerza después de las importantes operaciones policiales que habían diezmado la operatividad etarra.
Esas dos sospechas, alteración del proceso electoral y demostración de fuerza, llevaron a la cúpula del Ministerio del Interior a barajar en primer lugar la hipótesis de la autoría de ETA tras la masacre.
El encuentro de Josu Ternera en Francfort con un contacto se efectuaba en medio de cierta impunidad. El magistrado de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo José Ramón Soriano había acordado a mediados de noviembre de 2002 la prisión incondicional de José Antonio Urrutikoetxea, al mismo tiempo que cursaba una orden internacional de detención, pero Ternera seguía moviéndose con bastante libertad por varios países europeos.
El líder histórico de ETA está acusado de haber dado la orden al comando que perpetró el atentado contra la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, que causó la muerte a 11 personas, cinco de ellas niños.
En enero de 2003. la Interpol incluyó a Ternera en la lista de los 200 fugitivos más buscados, junto a Osama bin Laden y otros 165 etarras. Aún con esas medidas, el dirigente etarra lleva evitando la acción de la justicia dos años.
El documento, cuya desclasificación será mañana estudiada por el Gobierno, es el segundo relacionado con el 11-M en el que se hace mención a un dirigente de la izquierda abertzale. EL MUNDO desveló el pasado 14 de julio el contenido de un párrafo tachado de un documento desclasificado del CNI en el que se aseguraba que Arnaldo Otegi, el portavoz de Sozialista Abertzaleak, llegó a pensar en un primer momento que la autora de la masacre era ETA.
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