Fiscal de Avilés: «La Guardia Civil no nos dijo nada sobre la dinamita»
23-07-04
11-M LA INVESTIGACION / LOS TESTIMONIOS
Fiscal de Avilés: «La Guardia Civil no nos dijo nada sobre la dinamita»
11-M LA INVESTIGACION / LOS TESTIMONIOS
Fiscal de Avilés: «La Guardia Civil no nos dijo nada sobre la dinamita»
Jesús Villanueva desmiente otra de las afirmaciones incluidas en el informe enviado por el Gobierno al juez y al Parlamento - Considera «conveniente» abrir una nueva investigación sobre la Comisaría de Avilés
PATRICIA DEL GALLO
AVILES.-
El fiscal jefe de Avilés aseguró ayer que ni la Policía Nacional ni la Guardia Civil le informaron de que existía una trama de explosivos en Avilés. «No nos lo dijeron», declaró Jesús Villanueva, quien afirma sentirse «indignado» por el hecho de que el Instituto Armado asegurase en un informe que la Fiscalía conocía el manejo de dinamita en Avilés.
(.../...)
El informe sobre el confidente Rafá Zouhier fue remitido por el Gobierno al juez que investiga el 11-M y a la Comisión de Investigación. En él se recoge que, «a fin de poder avanzar en las investigaciones, éstas fueron puestas verbalmente y en detalle a la Fiscalía de Avilés, que [...] pese a la aparente gravedad de los hechos que le eran referidos, se pronunció negativamente sobre la viabilidad del inicio de un eventual procedimiento penal».
«Yo soy el fiscal jefe y personalmente no sabía nada», afirma Villanueva, que añade: «Hasta la fecha, aún no nos ha llegado ningún informe sobre el tema».
El coordinador de la Fiscalía de la localidad asturiana considera que sería «conveniente» abrir una investigación que aclare si ha habido negligencia de las Fuerzas de Seguridad, al no detectar los trapicheos con Goma 2 del ex minero José Emilio Suárez Trashorras, cuando «era evidente que traficaba con dinamita».
Para el fiscal jefe, que lleva tres años en el cargo, resulta «extraño» que, sabiendo tantas cosas sobre sus confidentes, tanto en la comisaría de Avilés como en el Grupo Operativo de la Guardia Civil de Asturias «no se hiciera nada al respecto». Por ello, cree «razonable» que se investigue si son ciertas o no algunas informaciones y de serlo, «pedir responsabilidades». «A nosotros no nos corresponde investigar el funcionamiento de cada comisaría o cada cuartel. Eso debe hacerlo Asuntos Internos», aclara. Según Villanueva, «lo único cierto es que hay entre la gente una sospecha generalizada y hay que poner las cosas en claro».
El fiscal tiene la sensación de que «la comisaría de policía de Avilés no está muy saneada». Una opinión, según sus propias palabras, «personal» y sacada tras leer las numerosas informaciones que han ido saliendo a la luz desde el 11-M. «No porque yo tenga conocimiento de algo más porque, si lo tuviera, le aseguro que lo comunicaría inmediatamente», explica a EL MUNDO.
En el punto de mira está Manuel García, el inspector Jefe de Estupefacientes de la Comisaría de Avilés, ya que su confidente Emilio Suárez Trashorras resultó ser el vendedor de la dinamita empleada en los atentados del 11-M.
Aunque el agente ya ha declarado ante el juez de la Audiencia nacional Juan del Olmo y, al parecer, ha recibido felicitaciones de éste por su contribución a esclarecer y desmantelar la trama del 11-M en Asturias, en la comisaría avilesina su vinculación con el detenido ha caído como un jarro de agua fría.
Es el segundo mal trago al que se ven sometidos los funcionarios avilesinos en los últimos meses, después de la detención en abril de otro agente, J.M.E.P., por su presunta vinculación con el conocido como crimen del peluquero.
Ambos casos podrían estar relacionados, según puso de manifiesto la abogada del agente avilesino, Concepción Trabado, basándose en la coincidencia de fechas entre la detención de su cliente, experto en la lucha antiterrorista en el País Vasco, y la fecha en que Manuel García acudió a Madrid a prestar declaración por su relación con su confidente Trashorras.
Como apuntaba EL MUNDO el pasado domingo, la detención por sus propios compañeros del agente podría estar relacionada con el interés de apartarle de su trabajo durante un tiempo, ya que podría ser «una mirada inoportuna» en fechas claves de la investigación del 11-M.
Cabe recordar que el inspector Manuel García llegó a la comisaría de Avilés para, precisamente, acabar con las posibles irregularidades que hubiera en el departamento de estupefacientes y que habían sido ya investigadas. García comparecerá la semana que viene ante la Comisión de Investigación.
Por su parte, el Sindicato Unificado de Policía insiste en que confía en la «inocencia y buen hacer profesional» de Manuel García, y recuerda que cuando ha tenido que declarar en la Audiencia Nacional sobre la relación con su confidente Trashorras, «lo ha hecho en calidad de testigo y no como imputado».
De iniciarse la investigación, sería la tercera vez que los agentes de la comisaría de Avilés se ven en ese aprieto. La primera fue por supuestos pagos a dos de sus agentes para hacer la vista gorda en un caso de prostitución. La segunda, sobre posibles pagos con droga a confidentes. En ningún caso se hallaron pruebas, y a ninguno de los policías afectados se le abrió expediente.
PATRICIA DEL GALLO
AVILES.-
El fiscal jefe de Avilés aseguró ayer que ni la Policía Nacional ni la Guardia Civil le informaron de que existía una trama de explosivos en Avilés. «No nos lo dijeron», declaró Jesús Villanueva, quien afirma sentirse «indignado» por el hecho de que el Instituto Armado asegurase en un informe que la Fiscalía conocía el manejo de dinamita en Avilés.
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El informe sobre el confidente Rafá Zouhier fue remitido por el Gobierno al juez que investiga el 11-M y a la Comisión de Investigación. En él se recoge que, «a fin de poder avanzar en las investigaciones, éstas fueron puestas verbalmente y en detalle a la Fiscalía de Avilés, que [...] pese a la aparente gravedad de los hechos que le eran referidos, se pronunció negativamente sobre la viabilidad del inicio de un eventual procedimiento penal».
«Yo soy el fiscal jefe y personalmente no sabía nada», afirma Villanueva, que añade: «Hasta la fecha, aún no nos ha llegado ningún informe sobre el tema».
El coordinador de la Fiscalía de la localidad asturiana considera que sería «conveniente» abrir una investigación que aclare si ha habido negligencia de las Fuerzas de Seguridad, al no detectar los trapicheos con Goma 2 del ex minero José Emilio Suárez Trashorras, cuando «era evidente que traficaba con dinamita».
Para el fiscal jefe, que lleva tres años en el cargo, resulta «extraño» que, sabiendo tantas cosas sobre sus confidentes, tanto en la comisaría de Avilés como en el Grupo Operativo de la Guardia Civil de Asturias «no se hiciera nada al respecto». Por ello, cree «razonable» que se investigue si son ciertas o no algunas informaciones y de serlo, «pedir responsabilidades». «A nosotros no nos corresponde investigar el funcionamiento de cada comisaría o cada cuartel. Eso debe hacerlo Asuntos Internos», aclara. Según Villanueva, «lo único cierto es que hay entre la gente una sospecha generalizada y hay que poner las cosas en claro».
El fiscal tiene la sensación de que «la comisaría de policía de Avilés no está muy saneada». Una opinión, según sus propias palabras, «personal» y sacada tras leer las numerosas informaciones que han ido saliendo a la luz desde el 11-M. «No porque yo tenga conocimiento de algo más porque, si lo tuviera, le aseguro que lo comunicaría inmediatamente», explica a EL MUNDO.
En el punto de mira está Manuel García, el inspector Jefe de Estupefacientes de la Comisaría de Avilés, ya que su confidente Emilio Suárez Trashorras resultó ser el vendedor de la dinamita empleada en los atentados del 11-M.
Aunque el agente ya ha declarado ante el juez de la Audiencia nacional Juan del Olmo y, al parecer, ha recibido felicitaciones de éste por su contribución a esclarecer y desmantelar la trama del 11-M en Asturias, en la comisaría avilesina su vinculación con el detenido ha caído como un jarro de agua fría.
Es el segundo mal trago al que se ven sometidos los funcionarios avilesinos en los últimos meses, después de la detención en abril de otro agente, J.M.E.P., por su presunta vinculación con el conocido como crimen del peluquero.
Ambos casos podrían estar relacionados, según puso de manifiesto la abogada del agente avilesino, Concepción Trabado, basándose en la coincidencia de fechas entre la detención de su cliente, experto en la lucha antiterrorista en el País Vasco, y la fecha en que Manuel García acudió a Madrid a prestar declaración por su relación con su confidente Trashorras.
Como apuntaba EL MUNDO el pasado domingo, la detención por sus propios compañeros del agente podría estar relacionada con el interés de apartarle de su trabajo durante un tiempo, ya que podría ser «una mirada inoportuna» en fechas claves de la investigación del 11-M.
Cabe recordar que el inspector Manuel García llegó a la comisaría de Avilés para, precisamente, acabar con las posibles irregularidades que hubiera en el departamento de estupefacientes y que habían sido ya investigadas. García comparecerá la semana que viene ante la Comisión de Investigación.
Por su parte, el Sindicato Unificado de Policía insiste en que confía en la «inocencia y buen hacer profesional» de Manuel García, y recuerda que cuando ha tenido que declarar en la Audiencia Nacional sobre la relación con su confidente Trashorras, «lo ha hecho en calidad de testigo y no como imputado».
De iniciarse la investigación, sería la tercera vez que los agentes de la comisaría de Avilés se ven en ese aprieto. La primera fue por supuestos pagos a dos de sus agentes para hacer la vista gorda en un caso de prostitución. La segunda, sobre posibles pagos con droga a confidentes. En ningún caso se hallaron pruebas, y a ninguno de los policías afectados se le abrió expediente.
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