El policía que vivía en Leganés al lado de los terroristas era experto en vigilancia
12-04-07
JUICIO POR UNA MASACRE / Las declaraciones
El policía que vivía en Leganés al lado de los terroristas era experto en vigilancia
El ex comisario general de Información Jesús de la Morena afirma que supo anteayer que entre los escombros había documentos sobre ETA
MANUEL MARRACO
JUICIO POR UNA MASACRE / Las declaraciones
El policía que vivía en Leganés al lado de los terroristas era experto en vigilancia
El ex comisario general de Información Jesús de la Morena afirma que supo anteayer que entre los escombros había documentos sobre ETA
MANUEL MARRACO
MADRID.- El ex comisario general de Información Jesús de la Morena explicó ayer al tribunal del 11-M que el policía que vivía en el domicilio contiguo al piso franco de Leganés perteneció a una unidad especializada en seguimientos a sospechosos de terrorismo.
De la Morena, a preguntas del fiscal jefe, Javier Zaragoza, explicó que la denominada Area Especial de Seguimientos (AES) fue creada en 2001 -cuando él era comisario general de Información- y contaba en el momento de los atentados con un centenar de funcionarios. Fuentes policiales explicaron ayer que se trata de una unidad muy especializada encargada de seguimientos a todo tipo de presuntos terroristas, tanto etarras como miembros de grupos islamistas.
(.../...)
El día del suicidio colectivo, el 3 de abril de 2004, De la Morena supo que había un vecino policía, pero no que perteneciera a esa unidad y que entre los escombros se hallaran documentos relativos a la organización terrorista ETA.
El ex responsable de la Comisaría General de Información explicó cómo supo de la existencia del agente. «Cuando estábamos en el lugar de los hechos, una de la veces que vi al jefe de los geos con el subdirector general operativo estaban estudiando si la casa de al lado, que pertenecía a un policía, reunía las condiciones para entrar por ahí, cosa que descartaron».
Fue entonces cuando el abogado Andreas Chalaris, que ejerce la defensa de Rachid Aglif, El Conejo, le preguntó si recordaba la aparición de documentos sobre ETA. La respuesta fue una sorpresa: «Mire usted, en aquel momento no, pero eso lo pregunté ayer. Si quiere le contesto...». Entonces se asomó el fantasma de Díaz de Mera: «Si da la fuente», dijo el presidente del tribunal.
«Sí, por qué no, se lo pregunté a una persona de Información. Me contó que esa persona había estado precisamente en esa unidad que habíamos formado específicamente, el AES, durante el año 2001 y que luego, en 2002, se había ido a la Policía Judicial».
Más adelante dijo que no llegó a hablar con ese policía y que, respecto a la documentación sobre ETA, suponía que habría llegado a manos de Policía Científica. Ayer, un comisario jefe de esa unidad explicó que se la habían devuelto al policía.
Respecto a la hora en la que se localizó el inmueble de Leganés, consideró imposible que se llegara a él antes de las 15.00 horas. Él no lo supo hasta las 15.30 o 15.45 horas, explicó.
El interrogatorio del fiscal jefe, como el que ha realizado a todos los altos mandos policiales, estuvo dirigido a demostrar que, más allá de las primeras hipótesis en la mañana del 11-M, no apareció ningún indicio que reforzara la pista de ETA. Las declaraciones al respecto de De la Morena y de su superior, Pedro Díaz-Pintado, no fueron coincidentes. El comisario general de Información afirmó que, tras las detenciones del 13 de marzo, la única vía ya era la islamista. Por el contrario, el subdirector general operativo mantuvo que aún ese día seguían abiertas las dos vías.
En el interrogatorio de la defensa de Jamal Zougam, De la Morena no mostró ningún atisbo de duda sobre lo acertado de las primeras detenciones. En concreto, de la del marroquí. «Creo que es la mejor decisión que hemos tomado en nuestra vida», dijo.
De la Morena, a preguntas del fiscal jefe, Javier Zaragoza, explicó que la denominada Area Especial de Seguimientos (AES) fue creada en 2001 -cuando él era comisario general de Información- y contaba en el momento de los atentados con un centenar de funcionarios. Fuentes policiales explicaron ayer que se trata de una unidad muy especializada encargada de seguimientos a todo tipo de presuntos terroristas, tanto etarras como miembros de grupos islamistas.
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El día del suicidio colectivo, el 3 de abril de 2004, De la Morena supo que había un vecino policía, pero no que perteneciera a esa unidad y que entre los escombros se hallaran documentos relativos a la organización terrorista ETA.
El ex responsable de la Comisaría General de Información explicó cómo supo de la existencia del agente. «Cuando estábamos en el lugar de los hechos, una de la veces que vi al jefe de los geos con el subdirector general operativo estaban estudiando si la casa de al lado, que pertenecía a un policía, reunía las condiciones para entrar por ahí, cosa que descartaron».
Fue entonces cuando el abogado Andreas Chalaris, que ejerce la defensa de Rachid Aglif, El Conejo, le preguntó si recordaba la aparición de documentos sobre ETA. La respuesta fue una sorpresa: «Mire usted, en aquel momento no, pero eso lo pregunté ayer. Si quiere le contesto...». Entonces se asomó el fantasma de Díaz de Mera: «Si da la fuente», dijo el presidente del tribunal.
«Sí, por qué no, se lo pregunté a una persona de Información. Me contó que esa persona había estado precisamente en esa unidad que habíamos formado específicamente, el AES, durante el año 2001 y que luego, en 2002, se había ido a la Policía Judicial».
Más adelante dijo que no llegó a hablar con ese policía y que, respecto a la documentación sobre ETA, suponía que habría llegado a manos de Policía Científica. Ayer, un comisario jefe de esa unidad explicó que se la habían devuelto al policía.
Respecto a la hora en la que se localizó el inmueble de Leganés, consideró imposible que se llegara a él antes de las 15.00 horas. Él no lo supo hasta las 15.30 o 15.45 horas, explicó.
El interrogatorio del fiscal jefe, como el que ha realizado a todos los altos mandos policiales, estuvo dirigido a demostrar que, más allá de las primeras hipótesis en la mañana del 11-M, no apareció ningún indicio que reforzara la pista de ETA. Las declaraciones al respecto de De la Morena y de su superior, Pedro Díaz-Pintado, no fueron coincidentes. El comisario general de Información afirmó que, tras las detenciones del 13 de marzo, la única vía ya era la islamista. Por el contrario, el subdirector general operativo mantuvo que aún ese día seguían abiertas las dos vías.
En el interrogatorio de la defensa de Jamal Zougam, De la Morena no mostró ningún atisbo de duda sobre lo acertado de las primeras detenciones. En concreto, de la del marroquí. «Creo que es la mejor decisión que hemos tomado en nuestra vida», dijo.
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