Rajoy critica a Zapatero por no dar un funeral de Estado a un soldado muerto en «conflicto bélico»
12-07-06
Rajoy critica a Zapatero por no dar un funeral de Estado a un soldado muerto en «conflicto bélico»
Rajoy critica a Zapatero por no dar un funeral de Estado a un soldado muerto en «conflicto bélico»
«Se avergüenza de lo que hace, se esconde, le persigue su historia y engaña a los españoles» - Los restos de Jorge Arnaldo Hernández serán enterrados en su país de origen, Perú
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
MADRID.- El líder de la oposición, Mariano Rajoy, criticó ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por no rendir «todos los honores» al soldado muerto en Afganistán, Jorge Arnaldo Hernández Seminario, con un «funeral de Estado».
Rajoy denunció que Zapatero ha querido con ello ocultar el verdadero «conflicto bélico» en el que participan, «mandadas por él mismo», las tropas españolas en Afganistán, «en una operación de la OTAN y con los Estados Unidos». Aprovechó así para exigirle que «diga la verdad» a los españoles, y de manera urgente, en el Congreso de los Diputados.
(.../...)
«Debe decir eso a los españoles, y debe decir que hay riesgos, como en cualquier conflicto bélico», dijo ayer Rajoy en Logroño, horas después de participar en la misa corpore in sepulto, que fue presidida por el presidente del Gobierno en la base de la Brigada Paracaidista (Bripac), con sede en Alcalá de Henares (Madrid).
Según el PP, Rodríguez Zapatero no tenía prevista su asistencia hasta que Rajoy dio a conocer al Ministerio de Defensa su determinación de acudir al acuartelamiento alcalaíno Primo de Rivera. En todo caso, nada más llegar al cuartel, Zapatero se dirigió hacia la viuda de la víctima, Zaira Vilma Jiménez, para darle personalmente sus condolencias.
Al sepelio por el soldado, cuyos restos fueron trasladados posteriormente a su país de origen, Perú, asistieron también el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, además de diversas autoridades militares.
Al término del acto religioso, que fue oficiado por el arzobispo general castrense, Francisco Pérez González, el jefe del Ejecutivo y el líder de la oposición intercambiaron impresiones en presencia de Alonso y de Aguirre. Según fuentes de La Moncloa, ambos hablaron sobre el atentado sufrido el sábado por las tropas españolas cuando se desplazaban, en un convoy de nueve vehículos blindados, por una carretera del oeste de Afganistán. Sin embargo, según fuentes populares la conversación giró en torno a las altas temperaturas y a los recientes siniestros de helicópteros.
La ceremonia no duró más de una hora, y la imposición al soldado de la Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo -por morir en acto de servicio- que hizo efectiva en persona el presidente del Gobierno le pareció a Rajoy tan insuficiente como la oración y el himno de infantería que fueron entonados por la compañía de honores de la Brigada Paracaidista.
Para el líder del PP, la decisión de Zapatero tuvo que ver con sus propios complejos políticos en materia de defensa y en relación con su oposición a la intervención de España en la Guerra de Irak. «El presidente del Gobierno», insistió Rajoy en un acto de partido que protagonizó por la tarde en la capital riojana, «se avergüenza de lo que hace, se esconde, está engañando a los españoles, le persigue su historia y es incapaz de decir la verdad».
Rajoy enfatizó su «apoyo y cariño» al Ejército español y su reconocimiento al soldado que «fue a Afganistán porque le mandó el Gobierno de España». Pero su mensaje más recurrente fue dirigido a Zapatero, al que exigió una próxima comparecencia al efecto en el Congreso de los Diputados.
«Ya sé que a él no le gusta, que él presume de otras cosas», ironizó acerca de su discurso pacifista. «Pero los españoles, como en el caso de ETA, tienen derecho a que el presidente del Gobierno les diga la verdad», afirmó emulando la frase de Rubalcaba en la noche del 13-M de 2004. «Y yo, como líder de la oposición», añadió, «obligación de exigírselo, y así lo haré en Las Cortes».
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
MADRID.- El líder de la oposición, Mariano Rajoy, criticó ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por no rendir «todos los honores» al soldado muerto en Afganistán, Jorge Arnaldo Hernández Seminario, con un «funeral de Estado».
Rajoy denunció que Zapatero ha querido con ello ocultar el verdadero «conflicto bélico» en el que participan, «mandadas por él mismo», las tropas españolas en Afganistán, «en una operación de la OTAN y con los Estados Unidos». Aprovechó así para exigirle que «diga la verdad» a los españoles, y de manera urgente, en el Congreso de los Diputados.
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«Debe decir eso a los españoles, y debe decir que hay riesgos, como en cualquier conflicto bélico», dijo ayer Rajoy en Logroño, horas después de participar en la misa corpore in sepulto, que fue presidida por el presidente del Gobierno en la base de la Brigada Paracaidista (Bripac), con sede en Alcalá de Henares (Madrid).
Según el PP, Rodríguez Zapatero no tenía prevista su asistencia hasta que Rajoy dio a conocer al Ministerio de Defensa su determinación de acudir al acuartelamiento alcalaíno Primo de Rivera. En todo caso, nada más llegar al cuartel, Zapatero se dirigió hacia la viuda de la víctima, Zaira Vilma Jiménez, para darle personalmente sus condolencias.
Al sepelio por el soldado, cuyos restos fueron trasladados posteriormente a su país de origen, Perú, asistieron también el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, además de diversas autoridades militares.
Al término del acto religioso, que fue oficiado por el arzobispo general castrense, Francisco Pérez González, el jefe del Ejecutivo y el líder de la oposición intercambiaron impresiones en presencia de Alonso y de Aguirre. Según fuentes de La Moncloa, ambos hablaron sobre el atentado sufrido el sábado por las tropas españolas cuando se desplazaban, en un convoy de nueve vehículos blindados, por una carretera del oeste de Afganistán. Sin embargo, según fuentes populares la conversación giró en torno a las altas temperaturas y a los recientes siniestros de helicópteros.
La ceremonia no duró más de una hora, y la imposición al soldado de la Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo -por morir en acto de servicio- que hizo efectiva en persona el presidente del Gobierno le pareció a Rajoy tan insuficiente como la oración y el himno de infantería que fueron entonados por la compañía de honores de la Brigada Paracaidista.
Para el líder del PP, la decisión de Zapatero tuvo que ver con sus propios complejos políticos en materia de defensa y en relación con su oposición a la intervención de España en la Guerra de Irak. «El presidente del Gobierno», insistió Rajoy en un acto de partido que protagonizó por la tarde en la capital riojana, «se avergüenza de lo que hace, se esconde, está engañando a los españoles, le persigue su historia y es incapaz de decir la verdad».
Rajoy enfatizó su «apoyo y cariño» al Ejército español y su reconocimiento al soldado que «fue a Afganistán porque le mandó el Gobierno de España». Pero su mensaje más recurrente fue dirigido a Zapatero, al que exigió una próxima comparecencia al efecto en el Congreso de los Diputados.
«Ya sé que a él no le gusta, que él presume de otras cosas», ironizó acerca de su discurso pacifista. «Pero los españoles, como en el caso de ETA, tienen derecho a que el presidente del Gobierno les diga la verdad», afirmó emulando la frase de Rubalcaba en la noche del 13-M de 2004. «Y yo, como líder de la oposición», añadió, «obligación de exigírselo, y así lo haré en Las Cortes».
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