El Gobierno contesta que las reglas democráticas no se cambian con chantajes

05-11-06



ALTO EL FUEGO / Las reacciones

El Gobierno contesta que las reglas democráticas no se cambian con chantajes


Considera, en privado, que el 'Zutabe' es «menos agresivo» que el comunicado de agosto y que se limita a desarrollarlo teóricamente


M. CRUZ / A. ESCRIVA

MONTEVIDEO / MADRID.- Zapatero respondió ayer a ETA, a través de su secretario de Estado de Comunicación, advirtiendo de que el Gobierno no admitirá presiones de la banda terrorista; que sus posiciones en relación con el proceso de paz son «inamovibles» y que, en ningún caso, las reglas democráticas se pueden modificar «ni con comunicados ni con chantajes».
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El presidente del Gobierno recibió la noticia del Zutabe de ETA a primera hora de la noche del viernes (hora local de Montevideo, Uruguay) y ayer se puso en contacto con el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para darle una respuesta. Zapatero, tal y como revelaron fuentes muy próximas al presidente, reaccionó con tranquilidad, dando por hecho que se trata de un movimiento más de los que cabe esperar en el curso del proceso. En cualquier caso, el presidente decidió que no debería ser él quien en persona diera respuesta a la banda. Ésta debería producirse a través del secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, y del propio ministro del Interior.

Las claves de la respuesta del Gobierno giran en torno al recordatorio de que las «reglas» del proceso de paz fueron fijadas por el presidente el pasado 29 de junio en el Congreso de los Diputados. El secretario de Estado recordó que «el requisito previo» establecido por Zapatero es «el fin de la violencia», y el marco en el que debe desenvolverse el proceso y la negociación no es otro que el de la «legalidad vigente» en un clima de «diálogo». Éstas son condiciones básicas que no pueden pasarse en ningún momento por alto y el presidente hace especial hincapié en ello al asegurar, según sus portavoces, que «se tiene exactamente el mismo empeño en buscar la paz que en respetar la legalidad».

Hasta ahí las declaraciones oficiales. En privado, en el Ejecutivo consideran que el Zutabe 111 no introduce grandes cambios, es menos duro que el comunicado emitido el pasado mes de agosto y sugiere una vía de salida que entonces amenazó con bloquear de manera más numantina.

En primer lugar, desde el Ejecutivo se mantienen todas las cautelas habida cuenta de que no tiene en su poder el texto, ni íntegro ni parcialmente, porque no ha podido ser interceptado por las Fuerzas de Seguridad. Además se debe tener en cuenta que, teóricamente, no tiene la oficialidad supuesta que pudiera dársele a un comunicado, dado que es un documento interno, dirigido a las bases.

En cualquier caso, el Ejecutivo considera que la agresividad de las expresiones empleadas por ETA es menor de lo que suele ser habitual, en especial tratándose de un documento interno. Las fuentes consultadas recuerdan que la banda insiste en afirmar que el único paso que se ha dado en todo el proceso iniciado para el fin de la violencia es el que ella dio anunciando el alto el fuego. Si se tiene en cuenta dicha premisa, y el hecho que ya en agosto ETA advirtió de que la falta de progreso en los distintos ámbitos de negociación estaba acabando con su paciencia, la dureza de la comunicación del viernes es menor que la previsible.

ETA, además, alienta de nuevo su disposición a utilizar el canal abierto con el Gobierno. Es cierto que pone condiciones para que este punto se desarrolle de manera exitosa, pero ninguna de ellas, dicen, tiene por qué ser insuperable. La banda, sostienen las fuentes consultadas, ha de tener asumido que los jueces van a hacer su trabajo, independientemente de lo que determine el Gobierno y no puede pretender fiar la suerte del camino iniciado a este punto.

Respecto al carril de negociación entre las formaciones vascas, mientras en agosto denunciaba la «situación de estancamiento», en este caso amplía el plazo y señala que en otoño se tienen que dar «pasos visibles» y, para ello, añade que antes se «deberían cerrar los acuerdos necesarios para el desarrollo del proceso». Cierto que amenaza con «romperlo» si sus condiciones no se cumplen pero, admiten las fuentes consultadas, la posibilidad de llegar a un preacuerdo sobre la mesa de partidos está muy avanzada, y ETA lo sabe.

Incluso, según el razonamiento del Ejecutivo, el punto más delicado del comunicado no tiene por qué tener un desenlace negativo. Se trata del punto en el que la banda cuestiona la validez de la declaración efectuada por el presidente Zapatero el pasado 29 de junio señalando que respetará «las decisiones de los ciudadanos vascos que adopten libremente» dentro de la Constitución. ETA recuerda al presidente que el límite establecido por la Constitución y la «vascongadización» del proceso «son los elementos que han alimentado el conflicto en los últimos 30 años». Pero las fuentes consultadas consideran que este tipo de advertencias son previsibles en una negociación de estas características.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Si como dicen el Gobierno quiere respetar la legalidad, ¿por qué razón no han condenado los actos vandálicos-terroristas, extorsión a empresarios, presión a las víctimas y otros, en muchos casos mirando para otro lado? Todo este proceso ¿de paz? me suena a camelo, ya está bien, son meros intérpretes del papel de una obra, es que creen que todo el pueblo es tonto. Si no lo es ... lo parece.

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