¿Está sustituyendo la fiscal del 11-M certezas por fantasías?

06-11-06



Impresiones

¿Está sustituyendo la fiscal del 11-M certezas por fantasías?

A la espera de que mañana se conozca el contenido íntegro del escrito de acusación de la Fiscalía sobre el 11-M, el avance que hoy publicamos vuelve a arrojar serias dudas sobre la labor de la representante del Ministerio Público, Olga Sánchez, en la instrucción del caso. La fiscal alega en su escrito -el primero en el que hilvana de cabo a rabo su versión de los hechos- que el detonante del atentado fue el mensaje en el que Bin Laden llamaba a atacar los países que participaban en la Guerra de Irak. La única base de esta afirmación es que, al día siguiente de la emisión del mensaje en Al Yazira, el acusado Yusef Belhadj compró un móvil en Bélgica con la fecha de nacimiento del 11 de marzo de 1921. Esta circunstancia -a la que la fiscal se aferra también para desvincular el 11-M del proceso político español- es una mera conjetura. De estar convencida de ella, debería pedir el procesamiento de Bin Laden como inductor. El hecho de que no lo haga invita a pensar que es un nuevo intento de tapar las incógnitas del sumario a base de imaginación y voluntarismo. Muy similar es el caso de la técnica para activar bombas con móviles, que según el escrito fue aprendida por el comando en un campo terrorista de Jalalabad pese a que no esté demostrado que ninguno de los procesados fuera adiestrado en esas localidad afgana. Aún más sangrante es lo que la fiscal dice del Skoda Fabia y la metenamina. Del primero proclama que fue usado por los terroristas para ir el 11-M a Alcalá pese a que es imposible que estuviera allí el día de los atentados. De la segunda, que se genera por una reacción química en el laboratorio, pese a que la policía había explicado su presencia en el explosivo por la contaminación de la muestra patrón. En definitiva, todo indica que el relato de la fiscal va a tratar de sustituir las certezas que no ha hallado por elucubraciones y fantasías.