Dos agentes del CNI sorprendidos cuando vigilaban la casa de Pizarro
14-06-07
Dos agentes del CNI sorprendidos cuando vigilaban la casa de Pizarro
Intentaron detener y arrebatar la cámara a uno de los escoltas del presidente de Endesa que sospechó y les fotografió al verles en un coche
ROBERTO BENITO
Dos agentes del CNI sorprendidos cuando vigilaban la casa de Pizarro
Intentaron detener y arrebatar la cámara a uno de los escoltas del presidente de Endesa que sospechó y les fotografió al verles en un coche
ROBERTO BENITO
MADRID.- Dos agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) fueron sorprendidos ayer por los escoltas del presidente de Endesa, Manuel Pizarro, cuando estaban vigilando el domicilio del empresario, lo que dio lugar a un grave incidente.
Los guardaespaldas de Pizarro hicieron una fotografía a un vehículo que observaron en las cercanías de la casa del presidente de Endesa, tras sospechar de él. Su sorpresa fue cuando del vehículo descendieron dos personas, que se identificaron como miembros del CNI y exigieron a los escoltas que les entregaran la cámara de fotos.
(.../...)
Se produjo entonces un altercado, que se saldó con la llegada de la Policía, que tras muchas dudas abrió un atestado y trasladó a todos los implicados a comisaría, donde prestaron declaración.
Los hechos se produjeron en torno a las 21.00 horas. Manuel Pizarro regresaba a su domicilio procedente de Endesa, acompañado, como es habitual, por sus escoltas. Fue en el momento en el que éstos le dejaron en su casa y se disponían a volver a la sede de la eléctrica cuando observaron a un coche sospechosamente estacionado en las cercanías.
En un momento de máxima seguridad por la ruptura de la tregua de ETA, los escoltas se acercaron al vehículo y le hicieron una fotografía, para llevarla al día siguiente a la Policía, según informan fuentes cercanas al presidente de Endesa.
Cuando los guardaespaldas ya se marchaban en su coche, el otro vehículo les asaltó. De él se bajaron dos personas que se identificaron como agentes del CNI y les exigieron que les entregaran la cámara.
Los escoltas, sorprendidos por la situación, llamaron por teléfono a Pizarro para saber qué hacer. El presidente de Endesa les dijo que avisaran a la Policía para denunciar los hechos. Así lo hicieron, y poco después se presentaron en el lugar cuatro agentes.
Sin embargo, cuando los policías se encontraron con dos miembros del CNI dudaron, primero, se negaron a abrir un atestado, después, e incluso intentaron marcharse, según explican las fuentes consultadas.
Por segunda vez los escoltas telefonearon a Manuel Pizarro, y éste les dijo que reclamaran a un superior, ya que los hechos no podían quedar sin esclarecer.
Los policías accedieron a hablar con un superior, que les informó de forma muy clara de la situación. Les explicó que podían estar ante un delito de detención ilegal, otro de intento de hurto y otro de coacciones, y que si no procedían al levantamiento de un atestado estarían siendo cómplices.
Finalmente, los agentes cumplieron con su obligación, abrieron diligencias y trasladaron a todos los implicados a la Brigada Provincial de Información, donde al cierre de esta edición seguían prestando declaración.
Fuentes policiales confirmaron anoche el incidente y aseguraron que fueron los policías desplazados al lugar los que, sin dudar, tomaron la iniciativa de trasladar a todos los implicados a comisaría.
La Policía estaba centrada anoche en comprobar si las dos personas que estaban vigilando el domicilio del presidente de Endesa eran, efectivamente, agentes del Centro Nacional de Inteligencia.
Manuel Pizarro presentará hoy una denuncia por lo ocurrido y fuentes próximas al presidente de la eléctrica no dudaron en relacionar los hechos de anoche con el seguimiento al que fue sometido, en plena guerra de la OPA sobre Endesa, por dos agentes de la Guardia Civil.
El pasado 20 de febrero, en el momento culminante del asalto al poder de la primera eléctrica española, dos miembros del Instituto Armado siguieron al presidente de Endesa.
El Ministerio del Interior confirmó estos hechos, pero aclaró que los agentes de la Guardia Civil habían realizado el seguimiento fuera de servicio -según el Gobierno, uno estaba de baja médica y el otro, franco de servicio- y sin recibir órdenes de la institución.
El propio director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, confirmó esta tesis el pasado 30 de mayo, negando de nuevo que el Instituto Armado hubiera «dado instrucciones a agentes para realizar ningún seguimiento al presidente de Endesa ni a su entorno».
El incidente de ayer viene a confirmar, sin embargo, que el presidente de Endesa está siendo objeto de vigilancia. Y si el 20 de febrero era una fecha importante, ya que pocos días después el grupo italiano Enel anunció su entrada en el capital de la eléctrica, la de ayer no lo es menos.
Hoy se celebra el consejo de administración de Endesa que, entre otros asuntos, tiene que decidir sobre la entrada de los dos nuevos consejeros propuestos por Acciona y Enel, los dos grupos que han desembarcado en la eléctrica con el apoyo del Gobierno.
Los guardaespaldas de Pizarro hicieron una fotografía a un vehículo que observaron en las cercanías de la casa del presidente de Endesa, tras sospechar de él. Su sorpresa fue cuando del vehículo descendieron dos personas, que se identificaron como miembros del CNI y exigieron a los escoltas que les entregaran la cámara de fotos.
(.../...)
Se produjo entonces un altercado, que se saldó con la llegada de la Policía, que tras muchas dudas abrió un atestado y trasladó a todos los implicados a comisaría, donde prestaron declaración.
Los hechos se produjeron en torno a las 21.00 horas. Manuel Pizarro regresaba a su domicilio procedente de Endesa, acompañado, como es habitual, por sus escoltas. Fue en el momento en el que éstos le dejaron en su casa y se disponían a volver a la sede de la eléctrica cuando observaron a un coche sospechosamente estacionado en las cercanías.
En un momento de máxima seguridad por la ruptura de la tregua de ETA, los escoltas se acercaron al vehículo y le hicieron una fotografía, para llevarla al día siguiente a la Policía, según informan fuentes cercanas al presidente de Endesa.
Cuando los guardaespaldas ya se marchaban en su coche, el otro vehículo les asaltó. De él se bajaron dos personas que se identificaron como agentes del CNI y les exigieron que les entregaran la cámara.
Los escoltas, sorprendidos por la situación, llamaron por teléfono a Pizarro para saber qué hacer. El presidente de Endesa les dijo que avisaran a la Policía para denunciar los hechos. Así lo hicieron, y poco después se presentaron en el lugar cuatro agentes.
Sin embargo, cuando los policías se encontraron con dos miembros del CNI dudaron, primero, se negaron a abrir un atestado, después, e incluso intentaron marcharse, según explican las fuentes consultadas.
Por segunda vez los escoltas telefonearon a Manuel Pizarro, y éste les dijo que reclamaran a un superior, ya que los hechos no podían quedar sin esclarecer.
Los policías accedieron a hablar con un superior, que les informó de forma muy clara de la situación. Les explicó que podían estar ante un delito de detención ilegal, otro de intento de hurto y otro de coacciones, y que si no procedían al levantamiento de un atestado estarían siendo cómplices.
Finalmente, los agentes cumplieron con su obligación, abrieron diligencias y trasladaron a todos los implicados a la Brigada Provincial de Información, donde al cierre de esta edición seguían prestando declaración.
Fuentes policiales confirmaron anoche el incidente y aseguraron que fueron los policías desplazados al lugar los que, sin dudar, tomaron la iniciativa de trasladar a todos los implicados a comisaría.
La Policía estaba centrada anoche en comprobar si las dos personas que estaban vigilando el domicilio del presidente de Endesa eran, efectivamente, agentes del Centro Nacional de Inteligencia.
Manuel Pizarro presentará hoy una denuncia por lo ocurrido y fuentes próximas al presidente de la eléctrica no dudaron en relacionar los hechos de anoche con el seguimiento al que fue sometido, en plena guerra de la OPA sobre Endesa, por dos agentes de la Guardia Civil.
El pasado 20 de febrero, en el momento culminante del asalto al poder de la primera eléctrica española, dos miembros del Instituto Armado siguieron al presidente de Endesa.
El Ministerio del Interior confirmó estos hechos, pero aclaró que los agentes de la Guardia Civil habían realizado el seguimiento fuera de servicio -según el Gobierno, uno estaba de baja médica y el otro, franco de servicio- y sin recibir órdenes de la institución.
El propio director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, confirmó esta tesis el pasado 30 de mayo, negando de nuevo que el Instituto Armado hubiera «dado instrucciones a agentes para realizar ningún seguimiento al presidente de Endesa ni a su entorno».
El incidente de ayer viene a confirmar, sin embargo, que el presidente de Endesa está siendo objeto de vigilancia. Y si el 20 de febrero era una fecha importante, ya que pocos días después el grupo italiano Enel anunció su entrada en el capital de la eléctrica, la de ayer no lo es menos.
Hoy se celebra el consejo de administración de Endesa que, entre otros asuntos, tiene que decidir sobre la entrada de los dos nuevos consejeros propuestos por Acciona y Enel, los dos grupos que han desembarcado en la eléctrica con el apoyo del Gobierno.
Comentarios