El PP da un margen a Zapatero y apuesta por que la reunión será «útil» si explica su política
09-06-07
VUELTA A LAS ARMAS / La postura de la oposición
El PP da un margen a Zapatero y apuesta por que la reunión será «útil» si explica su política
Acebes renuncia a polemizar con el presidente del Gobierno pero le reta a renunciar a la negociación. Urge a impugnar ANV, pero no como condición sino como requisito para acabar con el terrorismo
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
MADRID.- Los populares pusieron ayer todos sus esfuerzos en rehuir el cuerpo a cuerpo con Zapatero y enfriar en lo posible el fin de semana de cara a la reunión del lunes en La Moncloa, hasta el punto de vencer su propio escepticismo y apostar por que ésta «sí puede ser útil».
Así lo declaró ayer en rueda de prensa el número dos del partido, Angel Acebes, pese a «sorprenderse» de que el presidente del Gobierno «devualuara» dicha cita con sus declaraciones de la víspera en televisión y pese a dolerse de unos «insultos» que dijo renunciar a responder. «No son verdad, no servirían para impedir que ETA vuelva a atentar, y sería inútil, porque los españoles ya saben cuál es la política que ha seguido Zapatero y cuáles sus resultados», afirmó. (.../...)
A vueltas con lo «útil» y lo «inútil», la dirección del PP optó así por el pragmatismo. Y lo práctico, a dos días de una cumbre precedida por los peores presagios, era sortear ese mantra sobre la «unidad» de los demócratas que el propio PP abonó desde el Gobierno y que ahora el Ejecutivo de Zapatero utiliza con habilidad en su contra; lo práctico, ayer, era dar un margen de cortesía al presidente del Gobierno, dejar de ahondar en la sima de los reproches y retarle sin más a que explique a Rajoy lo que aún no ha contado a los españoles, esto es, cuál va a ser ahora su política hacia o contra ETA.
Los populares dejaron ayer constancia de que su confianza en el PSOE y en su capacidad de rectificar la política antiterrorista es muy superior a la que les merece el propio Zapatero. No en vano, Acebes mencionó al jefe del Ejecutivo cuando, con las referidas palabras, aludía al fracaso del proceso, pero habló de su partido cuando, una y otra vez, repitió que «nuestro enemigo no es el PSOE sino los terroristas».
Que diga 'jamás' a negociar
Dejaron, igualmente, constancia de que en ningún caso va a recibir Zapatero ese pretendido apoyo incondicional del PP que reclama y que éste dependerá de cuál sea ahora su política, no sólo a corto plazo, ante la previsión de atentados, sino a largo plazo y para siempre.
Dicen estar convencidos de que el éxito de la política aplicada al abrigo del Pacto Antiterrorista entre Aznar y Zapatero no fue tanto el resultado de una serie de actuaciones concretas como el propio mensaje que dicho Pacto trasladaba a ETA: vamos a por vosotros, nunca nos sentaremos a negociar.
Y es que, a la vez, los populares dejaron claro ayer que su partido no está poniendo «condiciones» concretas al Ejecutivo; que la petición que tanto pareció enfadar a Zapatero de que se impugne la toma de posesión de los ediles de ANV es sólo la más perentoria «quedan horas, pero aún estamos a tiempo», dijo Acebes- de una serie de iniciativas o «requisitos básicos» que se corresponden con una vuelta, de la «política de la negociación» con ETA, a la «política de la derrota».
Así, aún renunciando a la polémica con el PSOE, aún desviando el foco del conflicto suscitado por la petición -confirmada ayer- de que la Fiscalía y la Abogacía del Estado impugnen a los electos de ANV, el PP ha puesto alto el listón de sus exigencias. No es sólo que pida medidas concretas para actuar contra ETA sino, mucho más, una declaración explícita del presidente del Gobierno de que renuncia a negociar con los terroristas.
El equipo de Rajoy admite que el asunto de ANV y el PCTV aparecerá de manera irremediable en la conversación de La Moncloa, tanto como el de los pactos de Gobierno en Navarra y el de la política del Ministerio Público o la lucha policial. Pero el presidente del PP no va a llevar a La Moncloa una cesta de demandas concretas, sino unos oídos muy abiertos a la espera de una sola conclusión: saber cuál de las dos únicas políticas posibles ha elegido Zapatero.
En la dirección del partido apenas se muestran interesados por saber si Zapatero reunirá o no el Pacto Antiterrorista o si lo que pretende es modificar su contenido para propiciar la entrada de los partidos nacionalistas. Argumentan que lo único que les interesa del pacto es que se cumpla en lo esencial: que los terroristas deben renunciar a cualquier ventaja política.
La lista de beneficios obtenidos por ETA a cuenta de Zapatero es larga en los argumentarios del PP, pero Rajoy parece decidido a olvidarlas. Según Acebes, la reunión del lunes no es una ocasión de hacer repaso al pasado sino una «oportunidad» para que Zapatero diga «si va a rectificar».
VUELTA A LAS ARMAS / La postura de la oposición
El PP da un margen a Zapatero y apuesta por que la reunión será «útil» si explica su política
Acebes renuncia a polemizar con el presidente del Gobierno pero le reta a renunciar a la negociación. Urge a impugnar ANV, pero no como condición sino como requisito para acabar con el terrorismo
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
MADRID.- Los populares pusieron ayer todos sus esfuerzos en rehuir el cuerpo a cuerpo con Zapatero y enfriar en lo posible el fin de semana de cara a la reunión del lunes en La Moncloa, hasta el punto de vencer su propio escepticismo y apostar por que ésta «sí puede ser útil».
Así lo declaró ayer en rueda de prensa el número dos del partido, Angel Acebes, pese a «sorprenderse» de que el presidente del Gobierno «devualuara» dicha cita con sus declaraciones de la víspera en televisión y pese a dolerse de unos «insultos» que dijo renunciar a responder. «No son verdad, no servirían para impedir que ETA vuelva a atentar, y sería inútil, porque los españoles ya saben cuál es la política que ha seguido Zapatero y cuáles sus resultados», afirmó. (.../...)
A vueltas con lo «útil» y lo «inútil», la dirección del PP optó así por el pragmatismo. Y lo práctico, a dos días de una cumbre precedida por los peores presagios, era sortear ese mantra sobre la «unidad» de los demócratas que el propio PP abonó desde el Gobierno y que ahora el Ejecutivo de Zapatero utiliza con habilidad en su contra; lo práctico, ayer, era dar un margen de cortesía al presidente del Gobierno, dejar de ahondar en la sima de los reproches y retarle sin más a que explique a Rajoy lo que aún no ha contado a los españoles, esto es, cuál va a ser ahora su política hacia o contra ETA.
Los populares dejaron ayer constancia de que su confianza en el PSOE y en su capacidad de rectificar la política antiterrorista es muy superior a la que les merece el propio Zapatero. No en vano, Acebes mencionó al jefe del Ejecutivo cuando, con las referidas palabras, aludía al fracaso del proceso, pero habló de su partido cuando, una y otra vez, repitió que «nuestro enemigo no es el PSOE sino los terroristas».
Que diga 'jamás' a negociar
Dejaron, igualmente, constancia de que en ningún caso va a recibir Zapatero ese pretendido apoyo incondicional del PP que reclama y que éste dependerá de cuál sea ahora su política, no sólo a corto plazo, ante la previsión de atentados, sino a largo plazo y para siempre.
Dicen estar convencidos de que el éxito de la política aplicada al abrigo del Pacto Antiterrorista entre Aznar y Zapatero no fue tanto el resultado de una serie de actuaciones concretas como el propio mensaje que dicho Pacto trasladaba a ETA: vamos a por vosotros, nunca nos sentaremos a negociar.
Y es que, a la vez, los populares dejaron claro ayer que su partido no está poniendo «condiciones» concretas al Ejecutivo; que la petición que tanto pareció enfadar a Zapatero de que se impugne la toma de posesión de los ediles de ANV es sólo la más perentoria «quedan horas, pero aún estamos a tiempo», dijo Acebes- de una serie de iniciativas o «requisitos básicos» que se corresponden con una vuelta, de la «política de la negociación» con ETA, a la «política de la derrota».
Así, aún renunciando a la polémica con el PSOE, aún desviando el foco del conflicto suscitado por la petición -confirmada ayer- de que la Fiscalía y la Abogacía del Estado impugnen a los electos de ANV, el PP ha puesto alto el listón de sus exigencias. No es sólo que pida medidas concretas para actuar contra ETA sino, mucho más, una declaración explícita del presidente del Gobierno de que renuncia a negociar con los terroristas.
El equipo de Rajoy admite que el asunto de ANV y el PCTV aparecerá de manera irremediable en la conversación de La Moncloa, tanto como el de los pactos de Gobierno en Navarra y el de la política del Ministerio Público o la lucha policial. Pero el presidente del PP no va a llevar a La Moncloa una cesta de demandas concretas, sino unos oídos muy abiertos a la espera de una sola conclusión: saber cuál de las dos únicas políticas posibles ha elegido Zapatero.
En la dirección del partido apenas se muestran interesados por saber si Zapatero reunirá o no el Pacto Antiterrorista o si lo que pretende es modificar su contenido para propiciar la entrada de los partidos nacionalistas. Argumentan que lo único que les interesa del pacto es que se cumpla en lo esencial: que los terroristas deben renunciar a cualquier ventaja política.
La lista de beneficios obtenidos por ETA a cuenta de Zapatero es larga en los argumentarios del PP, pero Rajoy parece decidido a olvidarlas. Según Acebes, la reunión del lunes no es una ocasión de hacer repaso al pasado sino una «oportunidad» para que Zapatero diga «si va a rectificar».
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