Rajoy advierte que criticará las medidas que no sirvan para derrotar a la banda
13-06-07
VUELTA A LAS ARMAS / La estrategia 'popular'
Rajoy advierte que criticará las medidas que no sirvan para derrotar a la banda
Incluye el futuro de Navarra en la política antiterrorista y Zaplana pide que gobierne UPN
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
VUELTA A LAS ARMAS / La estrategia 'popular'
Rajoy advierte que criticará las medidas que no sirvan para derrotar a la banda
Incluye el futuro de Navarra en la política antiterrorista y Zaplana pide que gobierne UPN
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
MADRID.- La sesión de control de hoy en el Congreso de los Diputados, en la que el Grupo Popular renunciará a preguntar al Gobierno por la política antiterrorista, se presenta como la mejor escenificación de la tregua pactada el pasado lunes entre Rajoy y Zapatero.
Una tregua que tendrá que salvar su primera gran prueba este mismo sábado, cuando los electos de ANV recojan sus actas en los ayuntamientos del País Vasco y de Navarra y -se materialice o no el órdago lanzado por los candidatos abertzales que fueron impugnados por el Tribunal Supremo- surjan los primeros reproches serios entre los dos partidos mayoritarios.
(.../...)
Los populares dejaron ayer claro, por boca del propio Rajoy, que su apoyo explícito al Ejecutivo no les exime de criticar, una por una, aquellas decisiones que contraríen, a su juicio, la política de la derrota de ETA. Y en este sentido, el presidente del PP no pudo ser más claro en declaraciones a la Cope. «Yo apoyo al presidente para derrotar a ETA y no me corresponsabilizo con las decisiones que no sirven para ello, de ninguna de las maneras. Yo no tengo ese compromiso», afirmó.
Astarloa, interlocutor
«No sé qué ocurrirá el sábado», puntualizó, «pero, si de mí dependiera, iría a la Sala de 61 del Supremo para que no les dejasen tomar posesión y evitaría cualquier acto contrario a la ley y el orden público». Pese a que el Gobierno ya dijo el lunes que no tiene intención alguna de aceptar el consejo de Rajoy, el PP dará esa batalla. Y será Ignacio Astarloa, el secretario ejecutivo de Seguridad del PP, el encargado de librarla. Nombrado por Rajoy interlocutor del partido con el Ejecutivo en este nuevo modelo de diálogo bilateral acordado por Zapatero, Astarloa procurará una reunión con el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, antes del propio sábado.
Las malas expectativas del PP en este terreno, no obstante, se veían ayer compensadas por otras mucho mejores en relación con los pactos de Gobierno en Navarra. Unos pactos que Rajoy incluyó ayer de manera expresa entre los elementos básicos de la nueva política antiterrorista y en el que, secretamente, los populares cifran la continuidad de la llamada tregua con Zapatero.
«El terrorismo está relacionado con la unidad nacional y hay dos asuntos capitales a los que hice referencia ayer», explicó Rajoy en alusión a su reunión con Zapatero, «el primero es que ETA no va a conseguir sus objetivos políticos -la independencia de una parte de España (Navarra y el País Vasco) y una parte de Francia. El segundo, muy importante, relacionado con la unidad nacional, es Navarra. Le dije que no podía acordar con partidos que quieren que Navarra deje de ser Navarra».
Pese al escepticismo general, la renuncia del PSOE a pactar con Nafarroa Bai en Pamplona, unida a la petición de «generosidad» al PP por parte de José Blanco para aceptar a Puras como presidente en Navarra, fueron recibidos como buenos síntomas. Su expectativa, no obstante, se basa en que al Gobierno no le sería políticamente rentable en el resto de España pactar con los nacionalistas en Navarra. El portavoz del Grupo Popular, Eduardo Zaplana abogó por que el PSOE escuche a las urnas. «Los navarros, mayoritariamente, prefieren que les gobierne UPN», afirmó.
Una tregua que tendrá que salvar su primera gran prueba este mismo sábado, cuando los electos de ANV recojan sus actas en los ayuntamientos del País Vasco y de Navarra y -se materialice o no el órdago lanzado por los candidatos abertzales que fueron impugnados por el Tribunal Supremo- surjan los primeros reproches serios entre los dos partidos mayoritarios.
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Los populares dejaron ayer claro, por boca del propio Rajoy, que su apoyo explícito al Ejecutivo no les exime de criticar, una por una, aquellas decisiones que contraríen, a su juicio, la política de la derrota de ETA. Y en este sentido, el presidente del PP no pudo ser más claro en declaraciones a la Cope. «Yo apoyo al presidente para derrotar a ETA y no me corresponsabilizo con las decisiones que no sirven para ello, de ninguna de las maneras. Yo no tengo ese compromiso», afirmó.
Astarloa, interlocutor
«No sé qué ocurrirá el sábado», puntualizó, «pero, si de mí dependiera, iría a la Sala de 61 del Supremo para que no les dejasen tomar posesión y evitaría cualquier acto contrario a la ley y el orden público». Pese a que el Gobierno ya dijo el lunes que no tiene intención alguna de aceptar el consejo de Rajoy, el PP dará esa batalla. Y será Ignacio Astarloa, el secretario ejecutivo de Seguridad del PP, el encargado de librarla. Nombrado por Rajoy interlocutor del partido con el Ejecutivo en este nuevo modelo de diálogo bilateral acordado por Zapatero, Astarloa procurará una reunión con el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, antes del propio sábado.
Las malas expectativas del PP en este terreno, no obstante, se veían ayer compensadas por otras mucho mejores en relación con los pactos de Gobierno en Navarra. Unos pactos que Rajoy incluyó ayer de manera expresa entre los elementos básicos de la nueva política antiterrorista y en el que, secretamente, los populares cifran la continuidad de la llamada tregua con Zapatero.
«El terrorismo está relacionado con la unidad nacional y hay dos asuntos capitales a los que hice referencia ayer», explicó Rajoy en alusión a su reunión con Zapatero, «el primero es que ETA no va a conseguir sus objetivos políticos -la independencia de una parte de España (Navarra y el País Vasco) y una parte de Francia. El segundo, muy importante, relacionado con la unidad nacional, es Navarra. Le dije que no podía acordar con partidos que quieren que Navarra deje de ser Navarra».
Pese al escepticismo general, la renuncia del PSOE a pactar con Nafarroa Bai en Pamplona, unida a la petición de «generosidad» al PP por parte de José Blanco para aceptar a Puras como presidente en Navarra, fueron recibidos como buenos síntomas. Su expectativa, no obstante, se basa en que al Gobierno no le sería políticamente rentable en el resto de España pactar con los nacionalistas en Navarra. El portavoz del Grupo Popular, Eduardo Zaplana abogó por que el PSOE escuche a las urnas. «Los navarros, mayoritariamente, prefieren que les gobierne UPN», afirmó.
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