Estar a la altura
13-06-07
EL BLOC DE
Estar a la altura
Luis del Pino
Resurrección. Aprovechando que Alfonso Guerra no se ha dejado ver por la sala del juicio, el fiscal Carlos Bautista ha comenzado su intervención con una cita de Montesquieu, ésa en la que viene a decir que la Justicia consiste en que el juez sea fiel aplicador de la Ley, sin resquicio a las interpretaciones subjetivas. La verdad es que tiene gracia. Aprovechemos a escuchar a este fiscal antes de que le cesen, porque semejante crítica velada al Gobierno que tan pronto saca como mete de la cárcel al etarra Ignacio de Juana Chaos, según las circunstancias manden, no puede acabar sino en fulminante destitución. Eso, o el fiscal Carlos Bautista es un auténtico guasón.
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Andanada. Tremenda la andanada que la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M ha lanzado a la versión oficial, desgranando las contradicciones de muchos de los episodios más oscuros del relato oficial de los hechos. Comenzando con una dura crítica a la Fiscalía, que ayer se permitió acusar de «esquizofrenia procesal» a determinadas acusaciones (y a las víctimas por ellas representadas). El abogado José María de Pablo ha hecho un brillante alegato en favor de que se investigue quién o quiénes están detrás de los procesados que actualmente se sientan en el banquillo. Lo que en su escrito de acusación califica como «la cuarta trama». Ha preguntado, por ejemplo, con quién se pudo reunir El Chino al bajar de Asturias con la caravana de los explosivos por la carretera de Burgos. También ha preguntado quién, que hablaba español con acento de español, colocó la furgoneta Kangoo en Alcalá o quién depositó el Skoda Fabia también en Alcalá tres meses después de los atentados.
A la altura. Y tremenda la andanada que la fiscal Olga Sánchez ha intentado lanzar contra los medios de comunicación independientes. No ha podido terminar su diatriba porque Bermúdez la ha cortado antes de que se explayara, pero sí que se ha permitido decir que algunos periodistas «no han estado a la altura». No ha sido la única vez que Olga Sánchez ha mencionado la altura en la jornada de hoy, porque en otro brillante momento de ésos a los que tan acostumbrados nos tiene, ha tratado de mejorar nuestros conocimientos zoológicos informándonos de que el zulo de Morata no podía ser para dar de comer a las cabras, «porque las cabras comen a cierta altura». ¡Mira qué bien! ¡No me sabía yo eso! ¿Y cuál será la altura a la que comen las cabras? Déjenme que lo adivine: 911 metros.
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Andanada. Tremenda la andanada que la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M ha lanzado a la versión oficial, desgranando las contradicciones de muchos de los episodios más oscuros del relato oficial de los hechos. Comenzando con una dura crítica a la Fiscalía, que ayer se permitió acusar de «esquizofrenia procesal» a determinadas acusaciones (y a las víctimas por ellas representadas). El abogado José María de Pablo ha hecho un brillante alegato en favor de que se investigue quién o quiénes están detrás de los procesados que actualmente se sientan en el banquillo. Lo que en su escrito de acusación califica como «la cuarta trama». Ha preguntado, por ejemplo, con quién se pudo reunir El Chino al bajar de Asturias con la caravana de los explosivos por la carretera de Burgos. También ha preguntado quién, que hablaba español con acento de español, colocó la furgoneta Kangoo en Alcalá o quién depositó el Skoda Fabia también en Alcalá tres meses después de los atentados.
A la altura. Y tremenda la andanada que la fiscal Olga Sánchez ha intentado lanzar contra los medios de comunicación independientes. No ha podido terminar su diatriba porque Bermúdez la ha cortado antes de que se explayara, pero sí que se ha permitido decir que algunos periodistas «no han estado a la altura». No ha sido la única vez que Olga Sánchez ha mencionado la altura en la jornada de hoy, porque en otro brillante momento de ésos a los que tan acostumbrados nos tiene, ha tratado de mejorar nuestros conocimientos zoológicos informándonos de que el zulo de Morata no podía ser para dar de comer a las cabras, «porque las cabras comen a cierta altura». ¡Mira qué bien! ¡No me sabía yo eso! ¿Y cuál será la altura a la que comen las cabras? Déjenme que lo adivine: 911 metros.
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