La Audiencia rechaza atenuar la pena de 'El Gitanillo' o acercarlo a Asturias
30-05-07
JUICIO POR UNA MASACRE / El cumplimiento de la condena
La Audiencia rechaza atenuar la pena de 'El Gitanillo' o acercarlo a Asturias
El juez Castro, que aceptó excarcelar a De Juana, cree que el joven puede sufrir «una involución»
JOAQUIN MANSO
JUICIO POR UNA MASACRE / El cumplimiento de la condena
La Audiencia rechaza atenuar la pena de 'El Gitanillo' o acercarlo a Asturias
El juez Castro, que aceptó excarcelar a De Juana, cree que el joven puede sufrir «una involución»
JOAQUIN MANSO
MADRID.- El juez de menores de la Audiencia Nacional José Luis Castro ordenó ayer que Gabriel Montoya, El Gitanillo, siga cumpliendo en un centro de reforma de Madrid, en régimen cerrado, las medidas cautelares que le fueron impuestas en 2004 por colaborar en el tráfico de explosivos que supuestamente se emplearon el 11-M: seis años de internamiento y cinco de libertad vigilada.
El magistrado, el mismo que aceptó el régimen atenuado para el etarra José Ignacio de Juana Chaos, rechazó revisar la condena del joven de 19 años, que fue juzgado de forma separada al resto de acusados de la matanza por ser menor de edad en el momento de cometerse los hechos.
(.../...)
En un auto fechado ayer, el juez Castro hace suyos los argumentos de la fiscal Blanca Rodríguez, que en la vista del lunes había interesado que no se modificasen las medidas adoptadas por el riesgo de que sufra una «involución» de los progresos que ha hecho hasta ahora. La defensa de El Gitanillo solicitó su traslado «a un centro de reforma cercano a su domicilio [en Avilés (Asturias)] por razones familiares y emocionales». Ahora tiene tres días para recurrir.
En la resolución se razona, apoyándose en los informes emitidos por el equipo técnico encargado del seguimiento del joven, y por el Centro Los Rosales, donde está internado, que su evolución «está siendo favorable», pero que aún «no están conseguidos todos los objetivos planteados para la adquisición [...] de los suficientes recursos de competencia social para permitir un comportamiento responsable en la comunidad».
Asimismo, señala el juez que, «respecto al cambio de centro», esos «resultados positivos» podrían «tornarse negativos», y expone para ello dos motivos: «El lógico periodo de adaptación que supone para el menor» ese traslado; y la «interrupción en el tratamiento emocional y educacional seguido [...], que implicaría una involución en los objetivos alcanzados [...] siendo ello prioritario más allá de la cercanía familiar». El joven ha empezado a cursar ESO y asiste a un taller de carpintería.
El Gitanillo cumplirá 20 años el próximo 15 de diciembre. Si alcanzase los 23 en régimen cerrado, pasaría automáticamente a un centro penitenciario para adultos. Fue condenado en noviembre de 2004 tras pactar su abogado su conformidad con las tesis de la fiscal, a cambio de que ésta rebajase dos años la petición de pena.
El relato de hechos que aceptó, y por el que fue condenado, es bastante favorable a la versión del 11-M que sostiene el Ministerio Público: así, a El Gitanillo se le acusa de haber viajado a recoger dinamita a la mina con Emilio Suárez Trashorras y algunos de los islamistas, entre ellos El Chino. Su testimonio ante el tribunal que preside Javier Gómez Bermúdez fue también en ese sentido: mantuvo que pudo ver al ex minero y a los terroristas con las mochilas «cargadas de explosivos».
Pero en otras declaraciones que le fueron tomadas en sede policial y judicial, sin embargo, El Gitanillo negó que hubiese ido a la mina (aseguró que se quedó jugando a la consola) e incurrió en numerosas contradicciones.
El magistrado, el mismo que aceptó el régimen atenuado para el etarra José Ignacio de Juana Chaos, rechazó revisar la condena del joven de 19 años, que fue juzgado de forma separada al resto de acusados de la matanza por ser menor de edad en el momento de cometerse los hechos.
(.../...)
En un auto fechado ayer, el juez Castro hace suyos los argumentos de la fiscal Blanca Rodríguez, que en la vista del lunes había interesado que no se modificasen las medidas adoptadas por el riesgo de que sufra una «involución» de los progresos que ha hecho hasta ahora. La defensa de El Gitanillo solicitó su traslado «a un centro de reforma cercano a su domicilio [en Avilés (Asturias)] por razones familiares y emocionales». Ahora tiene tres días para recurrir.
En la resolución se razona, apoyándose en los informes emitidos por el equipo técnico encargado del seguimiento del joven, y por el Centro Los Rosales, donde está internado, que su evolución «está siendo favorable», pero que aún «no están conseguidos todos los objetivos planteados para la adquisición [...] de los suficientes recursos de competencia social para permitir un comportamiento responsable en la comunidad».
Asimismo, señala el juez que, «respecto al cambio de centro», esos «resultados positivos» podrían «tornarse negativos», y expone para ello dos motivos: «El lógico periodo de adaptación que supone para el menor» ese traslado; y la «interrupción en el tratamiento emocional y educacional seguido [...], que implicaría una involución en los objetivos alcanzados [...] siendo ello prioritario más allá de la cercanía familiar». El joven ha empezado a cursar ESO y asiste a un taller de carpintería.
El Gitanillo cumplirá 20 años el próximo 15 de diciembre. Si alcanzase los 23 en régimen cerrado, pasaría automáticamente a un centro penitenciario para adultos. Fue condenado en noviembre de 2004 tras pactar su abogado su conformidad con las tesis de la fiscal, a cambio de que ésta rebajase dos años la petición de pena.
El relato de hechos que aceptó, y por el que fue condenado, es bastante favorable a la versión del 11-M que sostiene el Ministerio Público: así, a El Gitanillo se le acusa de haber viajado a recoger dinamita a la mina con Emilio Suárez Trashorras y algunos de los islamistas, entre ellos El Chino. Su testimonio ante el tribunal que preside Javier Gómez Bermúdez fue también en ese sentido: mantuvo que pudo ver al ex minero y a los terroristas con las mochilas «cargadas de explosivos».
Pero en otras declaraciones que le fueron tomadas en sede policial y judicial, sin embargo, El Gitanillo negó que hubiese ido a la mina (aseguró que se quedó jugando a la consola) e incurrió en numerosas contradicciones.
Comentarios