La perito de los Tedax cambia ahora su versión sobre los análisis del 11-M
29-05-07
JUICIO POR UNA MASACRE / El misterio de la dinamita / Día 42
La perito de los Tedax cambia ahora su versión sobre los análisis del 11-M
MANUEL MARRACO
JUICIO POR UNA MASACRE / El misterio de la dinamita / Día 42
La perito de los Tedax cambia ahora su versión sobre los análisis del 11-M
MANUEL MARRACO
MADRID.- La perito de los Tedax que analizó los restos de los focos en la mañana del 11-M comunicó ayer al tribunal que sí podía detallar las sustancias que había detectado, pese a que al juez Juan del Olmo le dijo que resultaba «imposible» hacerlo. Respecto a la aparición de sustancias ajenas a la Goma 2 ECO supuestamente empleada, explicó que ella almacenó los vestigios de manera que no pudieran contaminarse.
La químico que analizó las muestras de los explosivos el día de la masacre detalló ayer, tres años más tarde, que los «componentes genéricos de la dinamita» a los que se refería en su informe, emitido dos semanas después, eran nitroglicol y nitrato amónico, compatibles tanto con Goma 2 ECO como con Titadyn.
(.../...)
La declaración de la licenciada en Ciencias Químicas ocupó la mayor parte de la sesión de ayer. Durante su larga comparecencia, estuvo escoltada por los ocho peritos judiciales que han elaborado el informe final sobre los explosivos del 11-M (dos policías, dos guardias civiles y cuatro a propuesta de las partes). Todos ellos intervinieron para precisar los puntos que iba abordando el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza que, dada la trascendencia de la prueba pericial, decidió hacerse cargo del interrogatorio.
Tras repasar el largo y pulcro historial de la perito -«que no se hayan cuestionado antes sus informes no quiere decir que sean correctos siempre», llegó a intervenir el presidente-, Zaragoza le preguntó por los análisis de los focos.
«¿Recuerda usted qué componentes de dinamita se detectan?». La perito dio unos datos que nunca llegaron al sumario. Según dijo, porque nadie se los había pedido. «Sí. En inorgánicos, nitritos y amonio, con lo cual la lectura es nitrato amónico; y en orgánicos, nitroglicol. Con lo cual la lectura final es dinamita», dijo. Tanto el nitrato amónico como el nitroglicol forman parte de la Goma 2 ECO, de la Goma 2 EC y del Titadyn.
Del Olmo nunca llegó a saber esto. Cuando la llamó a declarar, además de preguntarle por la nitroglicerina, el instructor del 11-M quiso saber «por qué se reflejan en los análisis realizados por ella componentes de dinamita y no especifica sustancias». La respuesta, según la transcripción del Juzgado, fue que, «en atención a la muestra analizada, a las posibles interferencias, desaparición de productos por la propia reacción explosiva y otros factores que en cada caso pueden concurrir, por su experiencia y por las pruebas que se han realizado a lo largo de estos años, sólo se puede fijar el tipo de explosivo (dinamita)». El propio Manzano declaró ante el juez que era «imposible» determinar los componentes.
La perito no hizo un informe escrito de los análisis que realizó en los días 11 de Marzo y siguientes. Nada quedó en papel hasta dos semanas después de la masacre. En ese informe explicaba que en 10 de los 12 focos de la masacre se habían detectado «componentes genéricos». Ante la extrañeza de algunos letrados sobre que no hubiera constancia escrita de nada de lo sucedido, aclaró que sí tomó notas «de carácter personal» sobre los análisis que iba efectuando. Poco después, el tribunal le ordenó que le hiciera entrega de «todas las notas» y «cuantos documentos» tuviera en su poder sobre aquellos primeros exámenes. La experta venía preparada, porque llevaba encima «una copia en limpio» de esas notas, que ya están en manos del tribunal.
La perito fue también la encargada de custodiar las muestras, e intentó «evitar» lo que, según los expertos de la Policía, se produjo: la contaminación de las muestras del 11-M con sustancias que, según la versión oficial, nunca debían haber aparecido (el DNT y la nitroglicerina).
Las muestras que analizó la perito quedaron almacenadas en la sede central de los Tedax de la siguiente forma: en una habitación sin luz, con temperatura constante, en un armario metálico, dentro de una bolsa, dentro de la cual había una caja de cartón con bolsas de plástico que contenían sobres que, a su vez, contenían bolsas cerradas con cinta adhesiva con los vestigios. Ayer dijo no conocer casos anteriores de contaminación de muestras. El presidente aprovechó la oportunidad para preguntarle por la posible contaminación: «¿Es posible que se traspase una sustancia de una bolsa a otra?». «Yo lo guardé así para evitarlo», fue su respuesta.
El interrogatorio del fiscal Zaragoza ya había tocado anteriormente el asunto de la contaminación. En sus respuestas, la perito había aceptado con poco entusiasmo la posibilidad ofrecida por el fiscal jefe, aceptada por los peritos de las Fuerzas de Seguridad y rebatida por el resto.
Según explicó uno de ellos, para contrastar la teoría se realizó un experimento «en las condiciones más favorables» para que se produjera una contaminación que no llegó. Tampoco se pusieron de acuerdo los peritos sobre la aparición de la metenamina, que tampoco forma parte de la Goma 2 ECO.
También compareció ayer el perito de la Policía Científica Manuel Escribano, que llegó a ser imputado «por el ilustrísimo magistrado Baltasar Garzón Real» por el informe del ácido bórico, y contra el que presentó queja ante el CGPJ. El experto comunicó al tribunal que la fiscal presente entonces era Olga Sánchez, la misma que le iba a interrogar ayer. En su breve comparecencia, confirmó que en el zulo de la casa de Morata detectó sustancias compatibles «con casi todas las dinamitas, desde la famosa Goma 2 ECO hasta el Titadyn».
La químico que analizó las muestras de los explosivos el día de la masacre detalló ayer, tres años más tarde, que los «componentes genéricos de la dinamita» a los que se refería en su informe, emitido dos semanas después, eran nitroglicol y nitrato amónico, compatibles tanto con Goma 2 ECO como con Titadyn.
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La declaración de la licenciada en Ciencias Químicas ocupó la mayor parte de la sesión de ayer. Durante su larga comparecencia, estuvo escoltada por los ocho peritos judiciales que han elaborado el informe final sobre los explosivos del 11-M (dos policías, dos guardias civiles y cuatro a propuesta de las partes). Todos ellos intervinieron para precisar los puntos que iba abordando el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza que, dada la trascendencia de la prueba pericial, decidió hacerse cargo del interrogatorio.
Tras repasar el largo y pulcro historial de la perito -«que no se hayan cuestionado antes sus informes no quiere decir que sean correctos siempre», llegó a intervenir el presidente-, Zaragoza le preguntó por los análisis de los focos.
«¿Recuerda usted qué componentes de dinamita se detectan?». La perito dio unos datos que nunca llegaron al sumario. Según dijo, porque nadie se los había pedido. «Sí. En inorgánicos, nitritos y amonio, con lo cual la lectura es nitrato amónico; y en orgánicos, nitroglicol. Con lo cual la lectura final es dinamita», dijo. Tanto el nitrato amónico como el nitroglicol forman parte de la Goma 2 ECO, de la Goma 2 EC y del Titadyn.
Del Olmo nunca llegó a saber esto. Cuando la llamó a declarar, además de preguntarle por la nitroglicerina, el instructor del 11-M quiso saber «por qué se reflejan en los análisis realizados por ella componentes de dinamita y no especifica sustancias». La respuesta, según la transcripción del Juzgado, fue que, «en atención a la muestra analizada, a las posibles interferencias, desaparición de productos por la propia reacción explosiva y otros factores que en cada caso pueden concurrir, por su experiencia y por las pruebas que se han realizado a lo largo de estos años, sólo se puede fijar el tipo de explosivo (dinamita)». El propio Manzano declaró ante el juez que era «imposible» determinar los componentes.
La perito no hizo un informe escrito de los análisis que realizó en los días 11 de Marzo y siguientes. Nada quedó en papel hasta dos semanas después de la masacre. En ese informe explicaba que en 10 de los 12 focos de la masacre se habían detectado «componentes genéricos». Ante la extrañeza de algunos letrados sobre que no hubiera constancia escrita de nada de lo sucedido, aclaró que sí tomó notas «de carácter personal» sobre los análisis que iba efectuando. Poco después, el tribunal le ordenó que le hiciera entrega de «todas las notas» y «cuantos documentos» tuviera en su poder sobre aquellos primeros exámenes. La experta venía preparada, porque llevaba encima «una copia en limpio» de esas notas, que ya están en manos del tribunal.
La perito fue también la encargada de custodiar las muestras, e intentó «evitar» lo que, según los expertos de la Policía, se produjo: la contaminación de las muestras del 11-M con sustancias que, según la versión oficial, nunca debían haber aparecido (el DNT y la nitroglicerina).
Las muestras que analizó la perito quedaron almacenadas en la sede central de los Tedax de la siguiente forma: en una habitación sin luz, con temperatura constante, en un armario metálico, dentro de una bolsa, dentro de la cual había una caja de cartón con bolsas de plástico que contenían sobres que, a su vez, contenían bolsas cerradas con cinta adhesiva con los vestigios. Ayer dijo no conocer casos anteriores de contaminación de muestras. El presidente aprovechó la oportunidad para preguntarle por la posible contaminación: «¿Es posible que se traspase una sustancia de una bolsa a otra?». «Yo lo guardé así para evitarlo», fue su respuesta.
El interrogatorio del fiscal Zaragoza ya había tocado anteriormente el asunto de la contaminación. En sus respuestas, la perito había aceptado con poco entusiasmo la posibilidad ofrecida por el fiscal jefe, aceptada por los peritos de las Fuerzas de Seguridad y rebatida por el resto.
Según explicó uno de ellos, para contrastar la teoría se realizó un experimento «en las condiciones más favorables» para que se produjera una contaminación que no llegó. Tampoco se pusieron de acuerdo los peritos sobre la aparición de la metenamina, que tampoco forma parte de la Goma 2 ECO.
También compareció ayer el perito de la Policía Científica Manuel Escribano, que llegó a ser imputado «por el ilustrísimo magistrado Baltasar Garzón Real» por el informe del ácido bórico, y contra el que presentó queja ante el CGPJ. El experto comunicó al tribunal que la fiscal presente entonces era Olga Sánchez, la misma que le iba a interrogar ayer. En su breve comparecencia, confirmó que en el zulo de la casa de Morata detectó sustancias compatibles «con casi todas las dinamitas, desde la famosa Goma 2 ECO hasta el Titadyn».
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