Entradas

Mostrando entradas de diciembre 18, 2005
Imagen
19-12-05 EDITORIAL ZAPATERO NO DEBE FRIVOLIZAR CON EL 11-M, SINO BUSCAR LA VERDAD Por segunda vez en pocos días, el presidente Zapatero, so capa de criticar al PP, lanzó ayer una alusión entre burlona y despectiva a los contados periodistas y medios que seguimos empeñados en averiguar toda la verdad sobre el 11-M. «¿Dónde están los agujeros negros, los desiertos y toda la basura que intentaron sembrar sobre la tragedia del 11-M?», dijo en el mismo mitin en el que llamó a los líderes de la oposición «patriotas de hojalata», como si él hasta ahora hubiera mostrado la consistencia del hierro y la solvencia del acero. (.../...) Para su desgracia, este nuevo alarde de frivolidad partidista en torno a una masacre que tanto marcó y marcará nuestra Historia contemporánea viene a coincidir con la publicación hoy en EL MUNDO de un importante testimonio que obliga a los tres poderes del Estado a abrir una nueva vía de investigación de los hechos, contemplando siquiera como hipótesis que ETA h

«'El Chino' tenía contactos con ETA», afirma el testigo que reconoció su voz

Imagen
19-12-05 11-M LA INVESTIGACION «'El Chino' tenía contactos con ETA», afirma el testigo que reconoció su voz «Cuando salió de Carabanchel me contó que tenía amigos en ETA», dice su ex lugarteniente Omar, el hombre que identificó a Jamal Ahmidan ante Del Olmo en el vídeo del 11-M - «Me dijo que un etarra mayor le enseñó a hacer una bomba inyectando gasolina en una bombilla. La colocabas en el techo, le dabas al interruptor y entonces explotaba» - «Después del 11-M, su primo Hicham -detenido en Marruecos por su vinculación a la masacre- me dijo que Jamal nunca había perdido el contacto con la gente de ETA» ANTONIO RUBIO MADRID.- Se llama Omar, nació en Marruecos y fue el lugarteniente de Jamal Ahmidan, El Chino, durante más de siete años. Omar y El Chino fueron algo más que socios, auténticos amigos, y vivieron rápida y peligrosamente muchos momentos de sus vidas. La confianza entre Jamal y Omar era de tal calibre que el primero llegó a confesarle a su colega en 1995 que