Marruecos engañó a Del Olmo dando por desaparecido a un implicado en el 11-M

26-09-05


EL MUNDO ENCUENTRA AL FALSO PROFUGO MOHAMED HADDAD JUGANDO SU HABITUAL PARTIDA DE DOMINO EN UN CAFE DE TETUAN (1ª parte)

Marruecos engañó a Del Olmo dando por desaparecido a un implicado en el 11-M



El jefe de la Brigada Nacional de la Policía marroquí aseguró por escrito en abril al juez que no podía facilitarle muestras de ADN de Haddad porque estaba «en paradero desconocido» / Testigos presenciales dicen haberle visto en los trenes del 11-M y un informe de la Unidad Central de Inteligencia considera probada su «intervención en la planificación de los hechos»

Una investigación de ALI LMRABET

TETUAN (MARRUECOS).- Mohamed Haddad, considerado uno de los principales sospechosos de la preparación del 11-M, no se encuentra «en paradero desconocido», tal y como la Policía marroquí ha informado engañosamente al juez Juan del Olmo. EL MUNDO pudo encontrarle, fotografiarle y conversar con él la pasada semana en el lugar al que acude prácticamente todos los días desde que hace más de un año las autoridades de Rabat le dejaran en libertad sin cargos. (.../...)

En el momento de su localización, Haddad, un hombre fuerte y delgado con prematuras entradas en el pelo, ocupaba el centro de una mesa en su café favorito de la calle Fendak Nejjar en el barrio antiguo de Tetuán.

Estaba rodeado de cinco amigos y disputaba con ellos su habitual partida de dominó. El grupo estaba sentado en sillas de hule marrón y ocupaba uno de los rincones de un típico local de la zona que, por su aspecto destartalado, merece el nombre de pocilga.Además de con el dominó, Haddad y sus amigos se entretenían con una tradicional pipa marroquí, que pasaba de mano en mano.

No había duda, era él. Cuando notó que le había reconocido, comenzó a canturrear como signo de tranquilidad y confianza. Culminaba así una búsqueda mucho más sencilla de lo que yo había podido imaginar.

¿Dónde estaba Mohamed Haddad, el marroquí sospechoso de haber participado en los atentados del 11-M? Según una comunicación oficial, enviada el pasado 28 de abril por el Ministerio del Interior marroquí, Haddad estaría «en paradero desconocido», es decir, que se encuentra fugado. Las autoridades marroquíes respondían así a un requerimiento del juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo para que se practicara a Haddad un análisis de ADN.

En su edición del lunes 19 de septiembre, Al Ahdat Al Maghribia, el segundo diario de mayor difusión del país y una publicación sobradamente conocida por sus estrechas relaciones con algunos órganos de Seguridad del Estado, volvía a la carga informando de que Haddad estaba siendo seriamente buscado por «las Fuerzas de Seguridad de las zonas del norte de Marruecos». La información pretendía transmitir la idea de que Haddad estaba siendo frenéticamente buscado por las fuerzas del orden. Una manera de responder a EL MUNDO que, 10 días antes, había hecho mención de la nota del Ministerio marroquí del Interior informando al juez Del Olmo de la «desaparición» de Haddad, y de reiterar la buena disposición de las autoridades marroquíes, deseosas de colaborar plenamente con la Justicia española y de meter mano al prófugo.

'Custodia' del Gobierno

En un país como Marruecos, donde los ciudadanos están discreta y eficazmente custodiados por la Administración, la desaparición de Haddad, que no es un cualquiera, era un tanto inverosímil.En Marruecos, a menos que algún órgano de seguridad alauí le haya ordenado esfumarse, nadie desaparece. Y si hubiera sido realmente el caso, el fugitivo no habría ido muy lejos, pues, con todas las autoridades policiales dedicadas a buscarle, como canta Al Ahdat Al Maghribia, habría sido arrestado en cuestión de días.

Porque, ¿dónde habría ido Haddad? En los puestos fronterizos, los viajeros que entran o salen del país tienen que rellenar una ficha de datos personales que el agente envía inmediatamente al ordenador central del Ministerio del Interior. La respuesta de la computadora informa al agente de Policía sobre la situación de la persona que tiene enfrente.

Por ejemplo, en la respuesta que apareció en la pantalla del ordenador policial concerniente a este informador estaba señalado con caracteres rojos: «Avisar de su paso. Orden de búsqueda emitida por la DGSN» (Dirección General de la Seguridad Nacional, dirigida por el general Hamidu Laanigri).

En todos los hoteles hay un agente vestido de civil que tiene acceso tanto a los datos del viajero como a su habitación. Y en los barrios, los mokadems, o jefes de barrio, pequeños funcionarios del Ministerio del Interior, vigilan.

Ningún forastero pasa desapercibido. Es por eso que cuando este reportero llegó hace una semana al puesto fronterizo de Bab Sebta (Tetuán), pensaba que la localización del marroquí iba a ser ardua, o incluso imposible, ya que Haddad estaría ya en manos de la Justicia.

En Tetuán, a unos 40 kilómetros de Ceuta, la presencia policial es omnipresente. Tetuán es un bastión del contrabando entre España y Marruecos, pero es sobre todo un feudo importante del islamismo político, tanto radical como pacífico. Hace poco, en la estación balnearia de Martil, distante unos 10 kilómetros, la DGST (policía política) detuvo a un grupo de supuestos terroristas islamistas.Según organizaciones locales de Derechos Humanos, fueron llevados a una cárcel secreta en Tánger y torturados. La DGST quería saber cuándo iban a cometer un «atentado terrorista en Tetuán». Finalmente, casi todos fueron liberados sin que se presentara ningún cargo contra ellos.

Servicios secretos


Los servicios secretos marroquíes son implacables con los sospechosos, no importa que sean culpables o inocentes. Es por eso que intriga la historia de Haddad, o más bien el trato que le dispensan algunos órganos de Seguridad marroquí. Porque sin tener los medios, coercitivos u otros, de «las Fuerzas de Seguridad de las zonas del norte de Marruecos», este reportero pudo localizarlo en muy pocos días.El 21 de septiembre, a las 16.00 horas, Mohamed Haddad, el oficialmente prófugo, el hombre -según el diario oficialista Al Ahdat Al Maghribia- más buscado del país, estaba tranquilamente sentado en un café con aspecto de pocilga de la calle de Fendak Nejjar, en Jamaa Lekbir, un barrio de la medina, el casco antiguo de la ciudad.

Según ha podido comprobar EL MUNDO, la presencia de Haddad en ese lugar preciso no es una casualidad. «Haddad juega al dominó allí casi todas las tardes, y eso desde hace más de un año», aseguró un vecino a este diario.

Su horario y costumbres son invariables y conocidos de todos.Después de rezar en la Gran Mezquita de Jamaa Lekbir, situada a 20 metros del café, Haddad almuerza y luego se reúne con unos amigos en Fendak Nejjar, donde pasan el tiempo con el dominó y tirando de un sebsi, la pipa tradicional marroquí.

El miércoles 21 de septiembre, cuando Haddad se percató de la presencia de este reportero y de otro periodista local, Jamal Ouahbi, en el minúsculo café, tuvo una reacción de sorpresa, dejó de manosear las fichas y miró a su alrededor. Durante unos cuantos minutos dio la impresión de que estaba como perdido, pero luego, como si nada, volvió al juego. Hasta se puso a canturrear una canción popular. Seguramente para expresar que no tenía nada que temer.

El barrio donde había sido localizado Haddad está a unos centenares de metros del palacio real de Tetuán, donde Mohamed VI instala muy a menudo su numerosa corte, lo que transforma la zona en uno de los parajes más vigilados de Marruecos.

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