La Ertzaintza tenía todos los datos de 'El Chino' antes del 11-M

23-01-06


11-M LA INVESTIGACION / NUEVAS REVELACIONES

La Ertzaintza tenía todos los datos de 'El Chino' antes del 11-M

La Policía vasca nunca molestó al terrorista - La UCI y la Udyco sabían que se movía por el territorio del País Vasco con total libertad

ANTONIO RUBIO

MADRID.- Jamal Ahmidam, El Chino, llevó a cabo una gran actividad empresarial en el País Vasco entre el último trimestre de 2003 y los meses de enero y febrero de 2004. Durante aquellos meses, que coinciden con la preparación de los atentados del 11-M y la adquisición de los explosivos, El Chino vendió en Euskadi cientos de kilos de hachís y tuvo dos importantes incidentes, uno en Bilbao y otro en San Sebastián, sin que en ningún momento fuera molestado por la Ertzaintza, la policía autonómica.(.../...)

Esos dos incidentes, un tiroteo y una agresión con arma blanca, más la constancia de que Jamal Ahmidam estaba traficando a lo grande con hachís en el País Vasco están recogidos en diferentes informes policiales correspondientes a la Unidad Central de Inteligencia (UCI) y a la Unidad de Droga y el Crimen Organizado (Udyco) regional de Madrid. En la actualidad, los informes policiales están incorporados en los tomos 68 y 107 del sumario 20/04, que instruye el juez de la Audiencia Nacional Juan Del Olmo.

Pero lo que más llama la atención es que, tras los incidentes de Bilbao y San Sebastián, y con la detallada y exhaustiva información que aportó uno de los marroquíes agredidos por El Chino a la Ertzaintza, los policías vascos no localizaran al que después se convirtió en uno de los supuestos jefes del 11-M.

El incidente de Bilbao tuvo lugar a las 23.30 horas del 31 de diciembre de 2003. Jamal Ahmidam se presentó en el bar Txikia, que regentaba un marroquí y que se encuentra en la avenida de Zuberoa, y tras mantener una discusión con Larbi Raichi por una deuda de drogas sacó una pistola y le pegó un tiro al marroquí en la rodilla. Se da la circunstancia de que el bar Txikia está próximo a la plaza Zubalburu, donde la Ertzaintza tiene una comisaría.En aquella época, el marroquí Larbi Raichi vivía en Portugalete y aquella ciudad, como publicó EL MUNDO el día 8, era uno de los centros de distribución que tenía El Chino para colocar el hachís que le llegaba desde Marruecos y que solía almacenar en un apartamento de Laredo (Santander).

Tras la agresión, Larbi Raichi presentó la correspondiente denuncia y en ella aportó un sinfín de datos sobre quién era y a qué se dedicaba la persona que le había pegado un tiro en la rodilla: «Se llama Jamal, de 35 ó 36 años. Natural de Tetuán (Marruecos).Sobre 1,65 metros de estatura, complexión delgada. Una cicatriz que corta sus labios en diagonal. Puede vivir en Madrid o en San Sebastián. Jamal estuvo interno en varios centros penitenciarios en España. Vive con una mujer española, con la que tiene un hijo.Jamal asesinó a una persona en Marruecos y está en busca y captura.El tiro es por una deuda de 24.000 euros. Jamal trafica con sustancias estupefacientes por la zona norte: Vizcaya, Guipúzcoa, Santander.La trae desde Madrid. Jamal utiliza el teléfono móvil 656619534.Es conocido por El Chino y tiene un vehículo BMW de color gris».

Con todos esos datos en su poder la Ertzaintza realizó unas diligencias el 15 de enero de 2004, donde se recoge: «En la actualidad, continúan las investigaciones tendentes a la identificación y posterior detención del mencionado delincuente, de las cuales se mantendrá informada a la Autoridad Judicial Competente [sic]». Días más tarde, el 31 de enero, la policía autonómica vasca, según consta en sus informes, seguía sin saber quién era el tal Jamal al que apodaban El Chino y que se dedicaba al tráfico de sustancias estupefacientes por todo el País Vasco.

Horas después del incidente de Bilbao, en plena Nochevieja del 2003, Jamal Ahmidam se desplazó hasta San Sebastián y allí volvió a tener otro enfrentamiento con otro marroquí. En esa ocasión, el arma empleada por El Chino fue un cuchillo, pero en las informaciones aportadas por la Ertzaintza al Juzgado del magistrado Del Olmo y recogidas en el tomo 107 del sumario 20/04 no se refleja ese suceso. El enfrentamiento de San Sebastián entre Jamal Ahmidam y otro marroquí también estuvo motivado por una cantidad impagada, producto de un cargamento de hachís. En la zona de Guipúzcoa, El Chino operaba fundamentalmente en las ciudades de Hernani, Pasajes y San Sebastián.

El incidente de San Sebastián, que está reflejado por la Unidad Central de Inteligencia en un informe que aportó al juez en abril de 2005, se produjo de la siguiente forma: «También existe una nota en la que se informa de que, esa misma noche de fin de año del 2003, Jamal Ahmidam estuvo en San Sebastián, donde mantuvo otra pelea con otro marroquí, al que dio un corte en la cara, e igualmente el desencadenante de la pelea parece que tuvo que ver con otra deuda de drogas».

En ese mismo informe de la UCI, que está aportado en el tomo 133 del sumario, se recoge: «Según nota informativa de la Brigada Provincial de Información de Bilbao, de fecha 19/09/2004, por este hecho la policía autonómica vasca abrió diligencias, pero no se dice ni el número de las mismas ni la identidad del herido».Toda esa información sobre El Chino y sus «arreglos de cuentas» llegó a la UCI de la Policía gracias a las intervenciones o escuchas telefónicas que había realizado la Udyco de Madrid el 12 de enero de 2004 sobre dos colaboradores de El Chino, Said Tlidni y Abdelilah El Fadual. Ese último, mano derecha de Jamal Ahmidam en el mundillo del tráfico de hachís, en la actualidad se encuentra encarcelado por orden judicial y acusado de colaboración con banda armada.Incorporado al sumario 20/04 que investiga e instruye el juez Del Olmo también figura otro informe policial aportado por el Juzgado número 6 de Alcalá de Henares donde se demuestra, una vez más, que El Chino y su banda eran personajes muy conocidos por la Policía.

En ese informe, elaborado por la Udyco y producto de los seguimientos y escuchas telefónicas realizadas sobre Jamal Ahmidan entre el último trimestre de 2003 y los meses de enero y febrero de 2004, se reflejan una serie de conversaciones entre El Chino y un tal José U. (apellido vasco) para ultimar la compraventa de hachís.José U. hace referencia en varias ocasiones a las «razones políticas» y al «País Vasco».

La conversación que mantienen el 4 de febrero de 2004 El Chino y el tal José U. transcurre en los siguientes términos:

José.- Sí

Chino.- Hola, buenas, José...Quiero verte, quiero hablar contigo, José.

J.- Claro, joder, ayer estuve en Madrid yo. Y estuve con tu hermano, además

J.- Esto pues esta semana me va a ser imposible, por que yo estoy, estoy metido en ir de una parte para otra con el, con el tema político, ¿me entiendes?

Finalmente, El Chino y el tal José U. quedan para la semana siguiente.Sin embargo, dos días más tarde se produce otro contacto telefónico entre los mismos interlocutores y la Udyco de Madrid, en su informe, lo resume de la siguiente forma: «José le dice [en referencia a El Chino] que esté tranquilo, que ya lo hablaran esta tarde.José le dice que una vez que esté todo solucionado le llama, porque 'cincuentas palomas' van directamente para Holanda. El Chino le pregunta si van a quedar 'cien palomas'. José le responde que si, y de esas 100, 50 vayan para 'palomas mensajeras, buenísima calidad '». Las palomas en el argot del tráfico de drogas corresponde a kilos de hachís.

Diez días más tarde, el 16 de febrero de 2004, vuelven a contactar El Chino y su amigo José U. y ultiman cuestiones: «José dice que tiene que llevar las palomas al palomar y que mañana y pasado, obligatoriamente, tienen que estar allí, por razones políticas, tiene que ir al País Vasco, en Navarra». Con posterioridad, José U. habla de un pago de 10 millones de pesetas y le pide a El Chino que vaya hasta donde está él con su gente. Al parecer había un problema con otro grupo de traficantes y El Chino y José U.tenían que saldar cuentas con los rivales.

Tras los atentados del 11-M y cuando el 3 de abril de 2004 Jamal Ahmidam se suicidó y su foto apareció en la Prensa Larbi Raichi se presentó ante la Ertzaintza y declaró que la persona que le pegó un tiro en la rodilla era El Chino. Diecinueve días después de los sucesos de Leganés, la Ertzaintza dejó de buscar al agresor de Raichi y resolvió su caso de la siguiente forma: «De la imposibilidad de imputación al presunto autor del disparo a Larbi Raichi, Jamal Ahmidan, alías El Chino, ya que según noticias aparecidas en prensa, dicha persona se inmoló junto a otros terroristas en Leganés en fecha 3 de abril de 2004».



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La pistola de Bilbao y Leganés

El arma utilizada por 'El Chino' para arreglar cuentas con el marroquí Larbi Raichi por deudas de droga era la misma que este empleó para hacer frente a la Policía cuando el comando terrorista islamista se encerró el 3 de abril de 2004 en el piso de la calle de Martín Gaite de Leganés.

A esa conclusión llegaron los expertos en balística de la Ertzaintza después de recoger el casquillo que quedó en la puerta del bar Txikia de Bilbao y, posteriormente, compararlo con los datos proporcionados por la Policía tras la voladura del piso de Leganés (Madrid).

El informe presentado por la Unidad de Policía Científica de la Ertzaintza indica: «El estudio balístico de la vaina y la bala debitada, recogidos en el exterior del bar Txikia, con otros dubitados archivados como anónimos en la Base de Datos, dio como resultado el haber sido relacionados con las vainas y la bala debitada, recogidas en la calle de Martín Gaite de Leganés, lugar donde fallecieron por explosión los integrantes de la célula de terrorismo islámico». La pistola de la que se sirvió 'El Chino', tanto en Bilbao cómo en Leganés, pertenecía a un militar y había sido robada tiempo atras del domicilio del oficial. La Policía todavía no sabe como llegó a manos del terrorista.

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