El odio de ZP
Decía Georges Shaw : "El odio es la venganza de un cobarde intimidado”. Sólo de esta perspectiva es entendible la sin razón con la ZP y sus mariachis pretenden destruir la maravillosa obra que durante 8 años realizó el PP con el Presidente Aznar a la cabeza.
Venganza motivada por su incapacidad de conseguir durante 13 años lo que D. José María consiguió con talento, rigurosidad, honestidad y un buen uso de la administración del estado. Por su ineptitud para crear el empleo y la riqueza que si produjo la bilegislatura Popular. Por su inutilidad para tener una España libre de corrupción. Por su torpeza para situar a España en el lugar que merece en el panorama internacional, incapaz de asumir las obligaciones que se esperan de un país que pugna por ocupar el puesto relevante del que es históricamente acreedor. Por su nulidad para tomar las mas mínimas decisiones exigibles a un Gobierno que se precie de ostentar tal nombre.
(.../...)
Frente a la valentía, el sentido de estado y la visión en favor de las generaciones futuras de Aznar, tuvimos el orgullo de aplaudir como público entusiasta su labor; vemos una cobardía sin limites en un presidente pusilánime, cesionista, de apariencias sin sustancia, golpes de efectos y sonrisas sardónicas que esconden el miedo a tomar decisiones.
Se sienten intimidados ante el escenario de su incompetencia que no les augurará nada bueno en la próxima contienda electoral.
Esta es la causa de su irracional conducta. El odio publicitado hasta extremos casi insostenibles por los voceros de PRISA. Es la razón de la insensatez de romper cualquier puente de entendimiento con el PP cuando se tiene constancia su necesaria colaboración en cualquier reforma que se desee del texto constitucional.
¿Pretendía ZP afrontar a solas la encrucijada que el PNV está metiendo a España? ¿Querrá ZP arreglar el problema con las cesiones que su costosa sonrisa nos tiene acostumbrados?.
Venganza motivada por su incapacidad de conseguir durante 13 años lo que D. José María consiguió con talento, rigurosidad, honestidad y un buen uso de la administración del estado. Por su ineptitud para crear el empleo y la riqueza que si produjo la bilegislatura Popular. Por su inutilidad para tener una España libre de corrupción. Por su torpeza para situar a España en el lugar que merece en el panorama internacional, incapaz de asumir las obligaciones que se esperan de un país que pugna por ocupar el puesto relevante del que es históricamente acreedor. Por su nulidad para tomar las mas mínimas decisiones exigibles a un Gobierno que se precie de ostentar tal nombre.
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Frente a la valentía, el sentido de estado y la visión en favor de las generaciones futuras de Aznar, tuvimos el orgullo de aplaudir como público entusiasta su labor; vemos una cobardía sin limites en un presidente pusilánime, cesionista, de apariencias sin sustancia, golpes de efectos y sonrisas sardónicas que esconden el miedo a tomar decisiones.
Se sienten intimidados ante el escenario de su incompetencia que no les augurará nada bueno en la próxima contienda electoral.
Esta es la causa de su irracional conducta. El odio publicitado hasta extremos casi insostenibles por los voceros de PRISA. Es la razón de la insensatez de romper cualquier puente de entendimiento con el PP cuando se tiene constancia su necesaria colaboración en cualquier reforma que se desee del texto constitucional.
¿Pretendía ZP afrontar a solas la encrucijada que el PNV está metiendo a España? ¿Querrá ZP arreglar el problema con las cesiones que su costosa sonrisa nos tiene acostumbrados?.
Según la Cadena SER, cuando ZP anuló la reforma del Código Penal que castigaba la celebración de referéndum ilegales, ... a partir de este momento “ya se podía hacer política en el País Vasco”. Pues ya tienen lo que quieren... y ahora sin instrumentos a ver como lo bailan.
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