HISTORIA DE LA MOCHILA NUMERO 13

19-03-06



INVESTIGACION / DATOS Y PREGUNTAS SOBRE EL 11-M

HISTORIA DE LA MOCHILA NUMERO 13


HA SIDO la protagonista de la semana al conocerse datos que hacen dudar sobre la prueba decisiva. Luis del Pino, guionista del documental «Las sombras del 11-M», que hoy vende EL MUNDO, disecciona la famosa mochila, sus idas y sus venidas

LUIS DEL PINO

Aquella mañana, explotaron diez bombas en los trenes. Además, los Tedax encontraron y detonaron en las propias estaciones otros dos artefactos, a los que podríamos denominar mochilas 11 y 12: uno en la estación de Atocha y otro en la de El Pozo. Según las declaraciones ante el juez Del Olmo del tedax que coordinó las labores de desactivación aquel 11 de marzo, se dio la orden de revisar uno a uno por dos veces todos los bultos que hubiera en los trenes y estaciones, para cerciorarse de que no había más artefactos explosivos. Y así se hizo, sin que se encontrara ninguna otra bomba.


1. En la estación


(.../...)

En la estación de El Pozo, como ya hemos indicado, apareció una mochila bomba (la mochila 12) y se hizo explotar, así que cabe suponer que los Tedax serían especialmente cuidadosos al revisar los restantes bultos que hubiera en esa estación. Sin embargo, a pesar de eso, a pesar de que los Tedax revisaron todos los bultos dos veces, encontrando y detonando dos artefactos explosivos, en la madrugada de aquel 11 de marzo apareció en la comisaría de Puente de Vallecas otra bomba más (la bomba número 13), la cual nos dicen que provenía también de la estación de El Pozo.

¿Por qué nos dicen que esa bomba provenía de la estación de El Pozo? Pues porque fue encontrada al revisar en la comisaría los bultos recogidos en dicha estación. Sin embargo, nadie ha sido capaz de explicar tres cosas básicas, y eso nos permite comenzar a sospechar de esa famosa bolsa-bomba sobre la que luego se construiría toda la verdad oficial del atentado. Esas tres cosas básicas que nadie ha podido explicar son las siguientes:

1) ¿Cómo es posible que a los Tedax les pasara desapercibido ese artefacto en la estación de El Pozo después de revisar todos los bultos dos veces?

2) ¿Cómo es posible que esa bomba llegara hasta la comisaría de Puente de Vallecas, después de pasar primero por la comisaría de Villa de Vallecas y por Ifema, sin que ningún testigo la viera en ningún momento?

3) ¿Por qué los bultos de las demás estaciones fueron llevados a Ifema directamente y sólo los bultos de la estación de El Pozo fueron llevados a una comisaría?

Dicho de otro modo: sólo los bultos de la estación de El Pozo fueron llevados a comisaría y es precisamente entre esos bultos donde aparece la mochila número 13, la mochila de Vallecas. ¿Verdad que suena a cualquier cosa, menos a casualidad?

En la estación, los Tedax hubieran debido ver esa mochila, pero no la vieron. Asimismo, el inspector-jefe encargado de custodiar los bultos en la estación hubiera debido verla, pero no la vio.¿Otra casualidad más que añadir a la lista?

Después de que los Tedax revisaran los bultos, éstos se fueron amontonando en el andén bajo control del inspector-jefe y posteriormente se introdujeron en grandes bolsas de basura para trasladarlos.El inspector-jefe pidió permiso a la juez de apoyo para abrir los bultos y ver su contenido, pero la juez de apoyo le dijo que no los abriera. Porque los Tedax ya lo habían hecho.

PREGUNTA: ¿De verdad puede alguien sostener que esa bomba le pasó desapercibida a los Tedax en las dos pasadas que hicieron y le pasó también desapercibida al inspector-jefe encargado de la custodia de los objetos? ¿Le hubiera dicho la juez de apoyo al inspector-jefe que no abriera los bultos si no tuviera constancia de que los Tedax ya lo habían hecho?


2. En Ifema


Los policías encargados del traslado de los bultos comenzaron a eso de las tres y media de la tarde del 11-M a cargar las grandes bolsas de basura en una furgoneta y se dirigieron a la comisaría de Villa de Vallecas. Habían descargado ya esa primera tanda de bolsas cuando les comunican desde el 091 que, por orden del juez instructor, los bultos deben llevarse a Ifema. Por tanto, los policías vuelven a cargar las bolsas en la furgoneta y se dirigen con ella hasta Ifema, donde las descargan y las depositan en uno de los recintos. Al lado de esas bolsas, pusieron un cartel que indicaba que eran las bolsas correspondientes a la estación de El Pozo.

Los policías se dirigen entonces hasta la estación para cargar una segunda tanda de bolsas y llevarla a Ifema. Estaban de nuevo camino de los recintos feriales cuando reciben una nueva contraorden: sus superiores les ordenan que lleven todos los bultos de la estación de El Pozo a la comisaría de Puente de Vallecas. Así que, antes de llegar a Ifema, la furgoneta da la vuelta y los policías se dirigen, con su segunda tanda de bolsas, a la comisaría.Después de descargar en comisaría esa segunda tanda, vuelven a la estación de El Pozo y trasladan las restantes tandas de bolsas directamente a comisaría. Acabaron la tarea en torno a las 8 de la noche. A esa hora, por tanto, la situación era la siguiente: una tanda de bolsas había quedado en Ifema y las restantes estaban en la comisaría de Puente de Vallecas.

Sus superiores ordenan entonces a los policías que vuelvan a Ifema y recuperen la primera tanda de bolsas. Cuando llegan a Ifema, los funcionarios policiales allí presentes se niegan a entregarles esa primera tanda de bultos, porque la orden del juez Del Olmo era llevar todos los objetos de las estaciones a los recintos feriales. Entonces, los policías encargados del traslado hablan con su comisario y éste interviene para que los funcionarios policiales presentes en Ifema autoricen la salida de las bolsas. Finalmente, las bolsas se cargan en las furgonetas y se llevan a la comisaría de Puente de Vallecas.

¿Por qué había ordenado el juez Del Olmo que los bultos se trasladaran a Ifema? Pues porque los bultos podían ayudar en la identificación de los cadáveres. Por ejemplo: si tenemos un fallecido cuya identidad desconocemos, una fotografía encontrada dentro de una cartera de mano nos puede permitir saber cómo se llamaba. Lo lógico era que los bultos se llevaran allí donde se estaba realizando la identificación de los cadáveres y ese lugar era Ifema. Sin embargo, los bultos de la estación de El Pozo (y sólo esos) se llevan a una comisaría en lugar de a Ifema, llegando incluso a retirar una primera tanda de bultos que ya había sido depositada allí.¿Y cuál es la explicación que da la Policía en el sumario para explicar por qué se llevan a la comisaría de Puente de Vallecas esos bultos? Pues que había que catalogarlos en la comisaría...¡para poder llevarlos después a Ifema! Es decir, nos cuentan que se saca una tanda de bultos de Ifema para catalogarlos y devolverlos a Ifema. Una explicación realmente peculiar, ¿verdad?

PREGUNTA: ¿Quién dio las órdenes y contraórdenes que motivaron que los bultos de la estación de El Pozo (y sólo esos) acabaran recalando en la comisaría de Puente de Vallecas? ¿Es casualidad que la famosa mochila número 13 apareciera precisamente entre esos bultos?

3 En la Comisaría



A última hora de la noche, cuatro funcionarios policiales comenzaron a extraer de las bolsas de plástico los bultos que, supuestamente, procedían de la estación. Y es cuando estaban realizando esa labor cuando aparece una bolsa de viaje azul que contenía en su interior 10 kilos de explosivos y un teléfono móvil. Aquel teléfono móvil proporcionó las providenciales pistas a partir de las cuales se detuvo a cinco personas en plena jornada de reflexión y a muchas más personas en las semanas y meses posteriores.

Al detectar la bomba, se ordenó el inmediato desalojo de la comisaría y se requirió la presencia de los Tedax, que se llevaron el artefacto al Parque Azorín y lo desactivaron, esta vez sin detonarlo, lo que permitió disponer del explosivo y del teléfono móvil como pistas fundamentales del caso.

Antes de intentar la desactivación, se realizó una radiografía de la bomba. La existencia de esa radiografía fue ocultada al juez Del Olmo durante más de cuatro meses. En ella se aprecia que esa supuesta bomba no podía jamás haber detonado, porque en realidad tenía dos cables sueltos.

Los supuestos terroristas no habían ni siquiera utilizado un poquito de cinta aislante para empalmar unos cables con otros.En otras palabras: aquel artefacto no era, en realidad, una bomba, porque jamás hubiera podido estallar. Se trataba de un simple señuelo, fabricado para que fuera encontrado.

PREGUNTA: ¿Quién fabricó ese señuelo y por qué? ¿Se fabricó precisamente para que fueran encontradas esas providenciales pistas sobre las que construir todo el caso del 11-M?

4. En el juzgado



La peregrina historia de esa falsa bomba introducida en una mochila fantasma que nadie sabe de dónde apareció no termina aquí. La Policía adquirió una bolsa de viaje idéntica a la primera en un comercio cercano al locutorio de Jamal Zougham, el único de los detenidos del 13-M que permanece en prisión. No hay ningún testigo de que Jamal Zougham comprara ninguna bolsa de viaje de esas características, pero los informes policiales insinúan que los terroristas del 11-M pudieron haber comprado las mochilas para contener las bombas en ese comercio próximo al locutorio.Lo que los informes policiales no explican es por qué, entonces, las otras mochilas-bomba detonadas por los Tedax en las estaciones eran completamente distintas (para empezar, eran verdaderas mochilas, y no bolsas de viaje).

Tenemos, pues, que la Policía disponía, a partir de ese momento, de dos bolsas de viaje idénticas: una es la que supuestamente fue encontrada en la comisaría de Puente de Vallecas y la otra es una bolsa del mismo modelo, que la Policía adquirió en un comercio de Lavapiés.

Pues bien, las revelaciones de El MUNDO han hecho que nos enteremos de varios detalles inquietantes. En primer lugar, de que la Policía retuvo en su poder ambas pruebas durante casi dos años, sin que esas pruebas quedaran custodiadas en sede judicial. En segundo lugar, de que cuando la Policía envía finalmente la bolsa de Vallecas al juez, en febrero de 2006, lo que hace es enviarle la que habían comprado en un comercio, etiquetada como si fuera la original, en lugar de enviarle la original. En tercer lugar, de que lo único que el juez ha tenido en su poder durante todo este tiempo han sido unas fotografías de la bolsa y de su contenido, hechas por la propia Policía. No sabemos cuándo se hicieron esas fotografías, pero sí que sabemos que constan incorporadas al sumario el 17 de marzo de 2004, seis días después de los atentados.

Y esas fotografías vienen a poner sobre la mesa otros dos detalles inquietantes adicionales. En esa serie de fotografías realizadas por la Policía, todas las instantáneas relativas al contenido de la bomba (las del explosivo, las de la metralla, las del teléfono...) tienen la típica regleta milimetrada que la Policía incluye en las fotografías de objetos. Sin embargo, la fotografía de la propia bolsa de viaje donde estaba el artefacto no tiene esa regleta milimetrada, lo cual plantea la duda de si se trata de la fotografía de la bolsa originalmente encontrada en Puente de Vallecas. Primer detalle inquietante: ¿por qué esa fotografía es distinta de las demás de la serie?

Pero el segundo detalle es todavía más curioso: trece días después de incorporarse esas fotografías al sumario, alguien filtró la serie de fotos a la cadena norteamericana ABC, que las publicó el 30 de marzo de 2004. Para explicar por qué habían aparecido esas fotografías en la cadena de televisión ABC y por qué la fotografía de la bolsa de viaje no incluye la regla milimetrada, desde fuentes policiales se filtró a los medios de comunicación que un equipo de fotógrafos de la cadena estadounidense se había personado en aquella madrugada del 12 de marzo en la comisaría de Puente de Vallecas y había hecho esas fotos.

Sin embargo, esa historia es mentira de principio a fin. En primer lugar, porque la cadena norteamericana ABC es una cadena de televisión y no tiene fotógrafos en España.

En segundo lugar, porque hemos hablado personalmente con la corresponsal de la cadena ABC en España y dicha persona nos ha confirmado que no tuvo conocimiento de la existencia de esas fotografías hasta que su cadena las difundió en Estados Unidos; es decir, alguien filtró esas fotos directamente a Estados Unidos y nadie de la cadena ABC estuvo en la comisaría de Puente de Vallecas aquella noche.

PREGUNTA: ¿Por qué no se entregaron al juez las dos bolsas de viaje hasta pasados dos años del atentado? ¿Por qué se le entrega al juez la mochila que no se había encontrado en la comisaría, etiquetada como si fuera la verdadera? ¿Por qué la fofografía incorporada en el sumario no tiene el formato oficial, que las otras fotografías de la serie sí tienen? ¿Por qué se difundió esa falsa escena sobre unos inexistentes fotógrafos de la cadena ABC? ¿Por qué se filtraron esas fotografías a esa cadena estadounidense?

5. Conclusiones

Tenemos, por tanto, que todo el sumario del 11-M está construido sobre una bomba de pega, contenida en una mochila fantasma y retratada por unos fotógrafos inexistentes. No está mal como base para construir el caso.

Ante este cúmulo de incongruencias, contradicciones, casualidades, ocultaciones, fabulaciones y enigmas, ¿cómo no sospechar que esa mochila de Vallecas es más falsa que una moneda de tres euros? Empieza a ser urgente que alguien nos aclare de qué estamos hablando, porque, de confirmarse las sospechas, tendríamos que la prueba fundamental del caso 11-M se viene abajo, y con ella se vienen abajo todas las demás pruebas derivadas y el caso completo.

Porque todo el caso se basa en lo encontrado en esa mochila 13.A partir del contenido de esa mochila, a partir del teléfono y la tarjeta telefónica que esa mochila guardaba, comenzó el rastreo de llamadas telefónicas que permite la identificación y detención en cadena de la práctica totalidad de los implicados.

Aunque el hecho de que el sumario se derrumbe no es la consecuencia más grave: de confirmarse que esa mochila 13 es falsa, habrá que empezar a plantearse muchas preguntas que, en el fondo, a nadie nos gustaría tener que hacernos. ¿Quién fabricó esa mochila? ¿Cuándo lo hizo? ¿Con qué propósito? ¿Dónde se depositó?

La cada vez más evidente falsedad de la mochila de Vallecas abre a nuestros pies un auténtico abismo. No es de extrañar que digan que el 13 es el número de la mala suerte.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Enhorabuena Sr del Pino.
No tengo elementos de juicio para poder aportar nada a esta investigación pero les sigo casi desde el principio. Animo.
Mi única teoría posible es que fuera ETA y por miedo a las repercusiones en el sistema político español. Digamos en la parte que configura el nacionalismo excluyente en éste. No le interesó esa versión. Recuerden las repercusiones del asesinato de M.A. Blanco.
Lo nacionalismos rompieron con la mesa de Ajulia Enea y se fueron a Estella. Sólos rompiendo con los partidos nacionales. Pero esa estrategía habia fallado el Plan Ibarreche no colaba y estaba herido de muerte en la opinión pública un atentado así rompia no solo las posibilidades vascas sino las ya se proponía el nacionalismo Catalán (nuevo estatuto soberanista nacional). Con o sin El pp. Desde luego mejor sin.
Hasta que punto los partidos PP y PSoe están por la desaparición del nacionalismo excluyente. Tanto el moderado como el no moderado ya que el atentado seria un acto de guerra civil de estos movimientos respecto a la unidad nacional.
En fin. Esta tesis no la he visto en el blog de libertad digital y no tengo claro como apuntarme, además de que no tengo informaciones del sumario... etc.
Atentamente. ( a veces me gustaría más bien estar equivocada)

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