'El Tunecino' fue investigado antes por terrorismo
09-07-04
11-M LA INVESTIGACION / LAS COMPARECENCIAS
'El Tunecino' fue investigado antes por terrorismo
11-M LA INVESTIGACION / LAS COMPARECENCIAS
'El Tunecino' fue investigado antes por terrorismo
La comparecencia de Miguel Angel Fernández Rancaño, comisario de la Jefatura Superior de Madrid, de la que depende la Brigada Provincial de Información, sirvió para aclarar algunas cuestiones sobre los seguimientos policiales a Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, 'El Tunecino', antes de la masacre del 11-M.
Fernández Rancaño afirmó que la Brigada Provincial de Información inició sus investigaciones sobre 'El Tunecino' -uno de los autores del atentado que después se inmoló en el piso de Leganés- en enero de 2003 y se cerraron el 29 de marzo, a petición de la propia Brigada, porque «había desaperecido la causa».
Según Rancaño, 'El Tunecino' apareció vinculado a una célula de fundamentalistas árabes que se dedicaba a la falsificación de documentos, blanqueo de dinero, robo de vehículos y financiación de actividades propias del integrismo musulmán. La última observación policial se produjo el 5 de marzo, seis días antes de la masacre de Madrid.
El jefe superior de Madrid, quien señaló que las investigaciones sobre ese grupo han vuelto a ser judicializadas, desveló que el interés por la célula árabe era su «actividad de proselitismo, captación y financiación de terrorismo islamista».
La versión del máximo responsable de la policía madrileña contradice las afirmaciones de Mariano Rayón, el jefe de la UCIE, y de otros altos cargos policiales que, tras las revelaciones de EL MUNDO, afirmaron que las pesquisas se debían a un asunto de blanqueo de dinero y no de terrorismo.
Fernández Rancaño manifestó que las investigaciones no permitieron pensar que se tratara de una célula que estaba preparando el atentado del 11-M. «Si hubiera sido así, no se nos escapan».
Fernández Rancaño afirmó que la Brigada Provincial de Información inició sus investigaciones sobre 'El Tunecino' -uno de los autores del atentado que después se inmoló en el piso de Leganés- en enero de 2003 y se cerraron el 29 de marzo, a petición de la propia Brigada, porque «había desaperecido la causa».
Según Rancaño, 'El Tunecino' apareció vinculado a una célula de fundamentalistas árabes que se dedicaba a la falsificación de documentos, blanqueo de dinero, robo de vehículos y financiación de actividades propias del integrismo musulmán. La última observación policial se produjo el 5 de marzo, seis días antes de la masacre de Madrid.
El jefe superior de Madrid, quien señaló que las investigaciones sobre ese grupo han vuelto a ser judicializadas, desveló que el interés por la célula árabe era su «actividad de proselitismo, captación y financiación de terrorismo islamista».
La versión del máximo responsable de la policía madrileña contradice las afirmaciones de Mariano Rayón, el jefe de la UCIE, y de otros altos cargos policiales que, tras las revelaciones de EL MUNDO, afirmaron que las pesquisas se debían a un asunto de blanqueo de dinero y no de terrorismo.
Fernández Rancaño manifestó que las investigaciones no permitieron pensar que se tratara de una célula que estaba preparando el atentado del 11-M. «Si hubiera sido así, no se nos escapan».
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