Rachid Aglif, colaborador de 'El Chino', volvió a España después de los atentados del 11-M

18-09-07



JUICIO POR UNA MASACRE / La investigación

Rachid Aglif, colaborador de 'El Chino', volvió a España después de los atentados del 11-M

'El Conejo', para el que la fiscal solicita una pena de 21 años de cárcel, estaba en Marruecos y regresó a nuestro país, a pesar de que le advirtieron que estaban deteniendo a sus amigos y conocidos

ANTONIO RUBIO

MADRID.- Rachid Aglif, marroquí, presunto colaborador de la banda terrorista que llevó a cabo los atentados del 11-M y para el que la fiscal Olga Sánchez ha solicitado una pena de 21 años de prisión, se encontraba en su país poco después de los sucesos y, sorprendentemente, volvió a España. Aglif llegó a Madrid después del 23 de marzo de 2004, cuando ya se habían llevado a cabo las detenciones de su amigo Rafá Zouhier y de Jamal Zougam, entre otros.

Este hecho nunca fue reflejado en el transcurso de la vista oral del 11-M por ninguna de las partes y su abogado, el griego Andreas Chalaris, no lo utilizó como argumento de defensa en sus conclusiones finales.
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Aglif, más conocido por el alias o sobrenombre de El Conejo, recibió, después de los atentados, la recomendación de que no volviera a España a través de un amigo, pero su respuesta fue clara y contundente: «Tengo asuntos que resolver». Es decir, Rachid Aglif regresó desde Marruecos a España a pesar de que ya habían arrestado en Madrid a algunos de sus amigos y conocidos por los sucesos del 11-M.

Así consta en un documento interno de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que por aquella época dirigía el coronel Félix Hernando. La nota informativa de la UCO que relata estos hechos está fechada el «23-03-04» y en el apartado Asunto dice: «Ampliando obtención de información relacionado con el atentado del 11-M».

La fuente 'A-1'

La valoración que los hombres del coronel Félix Hernando otorgan a la información recabada sobre El Conejo es de A-1, la máxima que en los servicios de información españoles se puede dar a una confidencia.

La fuente utilizada por la UCO afirma, y así queda reflejado en la nota interna, que «Rachid El Conejo actualmente se encuentra en Marruecos, a donde viajó tras el atentado». El informador, con calificación A-1, aclara: «En estos días ha establecido varias llamadas con Carlitos, alias con el que se conoce a un magrebí detenido por la Comandancia de Madrid en la operación Segurata (armas), con domicilio en La Moraleja».

El alias de Carlitos, según ha podido saber EL MUNDO, se corresponde con el nombre real de Carlos B. B., de origen marroquí, que vivía, efectivamente, en la zona residencial de La Moraleja, en casa de un importante y acaudalado empresario madrileño. Carlitos figuró como imputado en la primera fase de la instrucción del 11-M que realizó el magistrado Juan del Olmo.

La operación Segurata, a la que hace referencia la nota interna de la UCO, se llevó a cabo en febrero de 2002 y está relacionada con la venta de armas cortas a porteros de discotecas de Madrid capital y sus alrededores. En esa operación, que finalmente terminó llamándose Hierro, se detectó que las armas procedían de Portugal y fue asesinado un ciudadano rumano.

Hay que recordar que Rachid Aglif, según la fiscal Olga Sánchez, era el lugarteniente de Jamal Ahmidan, El Chino, y estuvo presente en una reunión en un restaurante McDonald's de Carabanchel (Madrid) que se produjo a finales de octubre de 2003 y donde se trató del tema de los explosivos que luego se emplearon en el 11-M.

En aquel encuentro, según reconoció el propio Aglif, estaban presentes Rafá Zouhier, El Chino, Suárez Trashorras y su mujer, Carmen Toro. El Conejo siempre ha mantenido que en aquella reunión sólo se habló de una compraventa de hachís y nunca de explosivos.

En el tercer párrafo de la nota informativa de la UCO se recoge: «Rachid le comentó a Carlitos que en los próximos días quiere volver a España». Se refiere, por la fecha de la nota, a los días posteriores al 23 de marzo de 2004. En el mismo párrafo se aclara que «éste le aconseja [en clara referencia a Carlitos] que no lo haga» y le recuerda que «hay varios conocidos detenidos».

Rachid Aglif, siempre según la nota de la UCO, hace caso omiso de las recomendaciones de su amigo y le responde que tiene «asuntos que resolver».

EL MUNDO no ha podido determinar la fecha exacta en la que El Conejo regresó definitivamente a España, pero su detención y posterior encarcelamiento se produjeron en Madrid el 6 de abril de 2004, tres días después de que Jamal Ahmidan y seis terroristas más se quitaran la vida en el piso de Leganés.

Este periódico reveló el pasado día 2 de julio que Rachid Aglif colaboró con la Policía con posterioridad a los sucesos del 11-M, exactamente el 2 de abril de 2004. El Conejo, al parecer, adeudaba a El Chino una importante cantidad de dinero por un tema relacionado con las drogas y los agentes de la UCIE (Unidad Central de Información Exterior) se prestaron a financiar su deuda a cambio de que facilitara el paradero de El Chino.

La UCAO (Unidad Central Operativa), que depende de la Comisaría General de Información, se desplazó hasta la carnicería árabe que Aglif tenía en el barrio madrileño de Lavapiés y colocó en una bolsa un dispositivo de seguimiento. A la cita no acudió El Chino, sino Rifaat Anouar, que lo hizo en su nombre. Cuando El Conejo le ofreció la bolsa con el dinero y varios kilos de cordero, el intermediario de Jamal Ahmidan sacó su contenido y lo puso en otra bolsa que él llevaba.

Ayudante de la Policía

La Policía, ante posibles imprevistos, colocó a un hombre de confianza de El Conejo fuera de la tienda para que siguiera a El Chino o a quien viniera en su nombre. De ese trabajo se ocupó Hicham Rousafi, persona cercana a Rachid Aglif, que siguió al enlace de Jamal Ahmidan hasta la estación de Cercanías de Zarzaquemada y, más tarde, hasta los alrededores de la calle de Carmen Martín Gaite de Leganés. Allí, un día después, se suicidaron siete terroristas islamistas, incluido El Chino.

EL MUNDO ha podido saber que Aglif también trabajó y tenía relaciones de amistad con Mario Gascón, un colaborador de la UCO que estaba citado como testigo en el juicio del 11-M.

Este periódico reveló ayer que Gascón huyó de España y no declaró en la vista oral porque «la Guardia Civil» le «quería picar el pasaporte». Gascón, que se encuentra en paradero desconocido, también denunció en este diario que «el capitán Paco [uno de los jefes de la UCO] sacó una pistola», se la «puso en el pecho» y le dijo que se «callara».

Hay que recordar que Gascón fue el hombre que puso en contacto al marroquí Rafá Zouhier con el entonces alférez Víctor, de la UCO. Gascón también fue la persona que recibió instrucciones de los agentes de la Guardia Civil para que convenciera a Zouhier de que tenía que desaparecer de España tras los atentados del 11-M y de que tenía que olvidarse del tema de los explosivos.

La respuesta de Zouhier a la invitación y sugerencia de Gascón y de los agentes de la UCO para que se esfumara y no se convirtiera en testigo negativo fue contundente y directa: «Yo no he hecho nada y no tengo por qué huir». Rachid Aglif, también amigo de Gascón y Zouhier, tomó la misma determinación: volver a España porque supuestamente no tenía nada que ocultar y, además, tenía «asuntos que resolver».

En la nota interna de la UCO, que informa sobre la situación de Rachid Aglif y que está fechada el 23 de marzo de 2004, se aporta el teléfono móvil de Carlitos -Carlos B. B.-, el amigo de Aglif y de Gascón. Se da la circunstancia de que en estos momentos tanto Carlitos como Gascón se encuentran fuera de España y oficialmente en paradero desconocido.

La Guardia Civil visitó a 'El Conejo' en la cárcel tras su detención

MADRID.- Tras la detención y posterior encarcelamiento de los presuntos terroristas que participaron en los atentados del 11-M, la UCO se dedicó a visitar en las cárceles a algunos de ellos, incluido Rachid Aglif, el supuesto lugarteniente de El Chino.

En un informe elaborado por la Jefatura del Servicio de Información-Unidad Central Especial de la Guardia Civil, fechado en julio de 2004, se indica que agentes de la Unidad han visitado en la cárcel, entre otros, a Rachid Aglif. Las visitas o encuentros entre los agentes de la Guardia Civil y El Conejo se produjeron en dos ocasiones.

La primera de ellas tuvo lugar, según consta en el informe al que ha tenido acceso EL MUNDO, el 9 de abril de 2004 en el centro penitenciario de Soto del Real (Madrid), exactamente tres días después de la detención del presunto lugarteniente de Jamal Ahmidan.

El documento de la UCE (Unidad Central Especial) refleja: «Esta entrevista fue solicitada y autorizada con la voluntad expresa del interno [se refieren a Rachid Aglif] para su celebración». Y continúa la nota: «El sujeto de la entrevista fue indagaciones sobre las armas, explosivos y personas implicadas». La segunda de las visitas se produjo el 15 de abril, pocos días después de la primera.

Hay que recordar que el 9 y el 14 de abril, según consta en ese mismo documento, los agentes de la Guardia Civil también visitaron al confidente de la UCO Rafá Zouhier. El marroquí denunció posteriormente que fue presionado y amenazado de muerte por los agentes para que no dijera nada sobre los explosivos (ver EL MUNDO del 31 de mayo de 2004).

Rachid Aglif, El Conejo, y su abogado, Andreas Chalaris, nunca expresaron, ni manifestaron en la vista oral del 11-M, que el supuesto lugarteniente de El Chino recibiera en la cárcel la visita de unos agentes especiales de la Guardia Civil.

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