El búlgaro del 11-M tenía planos de un embalse de Madrid y un manual sobre explosivos en español
4-8-04
11-M / Toni Radev fue detenido en abril en Sofía y puesto en libertad vigilada / Un informe policial lo relaciona directamente con tres de los terroristas suicidas y un cuarto encarcelado por su participación directa en los atentados
El búlgaro del 11-M tenía planos de un embalse de Madrid y un manual sobre explosivos en español
FERNANDO LAZARO
MADRID.- Toni Radev Milenov, Anas el Turco, detenido el pasado 8 de abril en su país, Bulgaria, por su presunta implicación en el 11-M, tenía en su poder planos sobre uno de los embalses del río Lozoya, en Madrid, y manuales en español sobre la fabricación de explosivos.
(.../...)
Radev fue detenido por la policía búlgara a instancias de los mandos policiales españoles después de comprobar que su nombre aparecía entre la documentación incautada en el piso de El Tunecino.Sin embargo, tras conocerse su captura el 12 de mayo, el jefe del servicio nacional de investigación búlgaro, Angel Alexandrov, explicó que ya estaba en libertad vigilada.
En su día se informó de que este búlgaro podía tener relación con las armas utilizadas por la célula islamista autora de los atentados del 11-M o con los teléfonos móviles. El juez instructor de la causa, Juan del Olmo, recuerda que aún existen sospechas de la implicación de búlgaros en la preparación de los atentados.En aquel momento se indicó que el detenido tenía en su domicilio manuales para la confección de explosivos.
Pero lo que no se supo entonces es que esos manuales estaban escritos en español. Además, tenía también en su poder un «cuaderno con apariencia de pertenecer a un estudiante de ingeniería» en el que se describe el sistema hidráulico de uno de los embalses del río Lozoya, según consta en documentos de la Unidad Central de Inteligencia (UCI) de la Comisaría General de Información.
Según el informe policial, el detenido residió en España en un primer periodo entre junio de 2001 hasta noviembre de 2002. Regresó, entonces, a Bulgaria «con un árabe que hablaba español». En diciembre de 2002 llegó de nuevo a España, donde permaneció hasta el 1 de marzo del presente año, 10 días antes de los atentados, fecha en la que regresó a su país en autobús.
Según la información policial, este búlgaro estuvo muy próximo a Sarhane Fakhet, El Tunecino, líder de la célula islamista del 11-M y uno de los terroristas que se suicidó en el piso de Leganés.De hecho, según el informe de la UCI, convivió con El Tunecino en dos domicilios que el líder de los terroristas tenía en Madrid.Convivieron hasta que El Tunecino se casó, momento en el que, según el informe policial, Anas el Turco abandonó su vivienda.
Pero no fue El Tunecino el único de los terroristas del 11-M con el que este ciudadano de origen turco, pero de nacionalidad búlgara, mantuvo relación. «Fue visto también en compañía de Basel Ghalyon y de Anwar Asrhi Rifaat». El primero se encuentra en prisión por su presunta participación directa en los atentados.Ghalyon fue detenido en Ugena (Toledo). Se le considera autor material de los atentados, uno de los que colocó mochilas con explosivos en los trenes. Fue identificado por dos testigos.El segundo de los terroristas, Anwar Asrhi Rifaat, es otro de los autores materiales de la masacre que se suicidó en abril en la vivienda de la calle de Carmen Martín Gaite.
«En el transcurso del registro practicado en su domicilio de Sofía fue intervenido un cuaderno con explicaciones y dibujos en los que se describe, en idioma español, cómo fabricar bombas», detalla el escrito de la Unidad Central de Información.
Pero los agentes de la policía búlgara también encontraron un listado de teléfonos manuscrito. «Figuraba un número de teléfono junto a la palabra Ahmidan». Los investigadores sospechan que se trata de Jamal Ahmidan, El Chino, otro de los máximos responsables de la célula islamista que, además, se suicidó también en el piso de Leganés. Así pues, según los informes policiales este búlgaro que se encuentra en libertad vigilada tuvo relación directa con tres de los terroristas que se suicidaron (dos de ellos los máximos responsables del comando) y con otro de los presuntos autores de la masacre del 11-M.
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A la búsqueda del radicalismo
La figura de Toni Radev no era desconocida para la policía búlgara.En el año 2000 ya fue investigado en el marco de una operación ('Emisario') llevada a cabo por los servicios búlgaros «por realizar actividades contra la seguridad del país, constando su relación con los Hermanos Musulmanes».
Según la UCI, difundía ideas «islamistas radicales» y cooperaba con las estructuras islamistas en la región de Haskovo, situada al noroeste de Bulgaria, «área caracterizada por la concentración de la etnia turco-árabe».
Según el informe policial, en junio de 2001, comienza a asistir en España a rezos del Islam impartidos por el imán de la mezquita de la M-30 (Chej Mounir), «aunque progresivamente se va distanciando de sus postulados, buscando otro centro y otro imán cuya ideología religiosa fuera más radical».
Según el documento de la Unidad Central de Inteligencia que obra en poder de EL MUNDO, ya para esta época, la influencia de 'El Tunecino' sobre él era muy significativa.
11-M / Toni Radev fue detenido en abril en Sofía y puesto en libertad vigilada / Un informe policial lo relaciona directamente con tres de los terroristas suicidas y un cuarto encarcelado por su participación directa en los atentados
El búlgaro del 11-M tenía planos de un embalse de Madrid y un manual sobre explosivos en español
FERNANDO LAZARO
MADRID.- Toni Radev Milenov, Anas el Turco, detenido el pasado 8 de abril en su país, Bulgaria, por su presunta implicación en el 11-M, tenía en su poder planos sobre uno de los embalses del río Lozoya, en Madrid, y manuales en español sobre la fabricación de explosivos.
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Radev fue detenido por la policía búlgara a instancias de los mandos policiales españoles después de comprobar que su nombre aparecía entre la documentación incautada en el piso de El Tunecino.Sin embargo, tras conocerse su captura el 12 de mayo, el jefe del servicio nacional de investigación búlgaro, Angel Alexandrov, explicó que ya estaba en libertad vigilada.
En su día se informó de que este búlgaro podía tener relación con las armas utilizadas por la célula islamista autora de los atentados del 11-M o con los teléfonos móviles. El juez instructor de la causa, Juan del Olmo, recuerda que aún existen sospechas de la implicación de búlgaros en la preparación de los atentados.En aquel momento se indicó que el detenido tenía en su domicilio manuales para la confección de explosivos.
Pero lo que no se supo entonces es que esos manuales estaban escritos en español. Además, tenía también en su poder un «cuaderno con apariencia de pertenecer a un estudiante de ingeniería» en el que se describe el sistema hidráulico de uno de los embalses del río Lozoya, según consta en documentos de la Unidad Central de Inteligencia (UCI) de la Comisaría General de Información.
Según el informe policial, el detenido residió en España en un primer periodo entre junio de 2001 hasta noviembre de 2002. Regresó, entonces, a Bulgaria «con un árabe que hablaba español». En diciembre de 2002 llegó de nuevo a España, donde permaneció hasta el 1 de marzo del presente año, 10 días antes de los atentados, fecha en la que regresó a su país en autobús.
Según la información policial, este búlgaro estuvo muy próximo a Sarhane Fakhet, El Tunecino, líder de la célula islamista del 11-M y uno de los terroristas que se suicidó en el piso de Leganés.De hecho, según el informe de la UCI, convivió con El Tunecino en dos domicilios que el líder de los terroristas tenía en Madrid.Convivieron hasta que El Tunecino se casó, momento en el que, según el informe policial, Anas el Turco abandonó su vivienda.
Pero no fue El Tunecino el único de los terroristas del 11-M con el que este ciudadano de origen turco, pero de nacionalidad búlgara, mantuvo relación. «Fue visto también en compañía de Basel Ghalyon y de Anwar Asrhi Rifaat». El primero se encuentra en prisión por su presunta participación directa en los atentados.Ghalyon fue detenido en Ugena (Toledo). Se le considera autor material de los atentados, uno de los que colocó mochilas con explosivos en los trenes. Fue identificado por dos testigos.El segundo de los terroristas, Anwar Asrhi Rifaat, es otro de los autores materiales de la masacre que se suicidó en abril en la vivienda de la calle de Carmen Martín Gaite.
«En el transcurso del registro practicado en su domicilio de Sofía fue intervenido un cuaderno con explicaciones y dibujos en los que se describe, en idioma español, cómo fabricar bombas», detalla el escrito de la Unidad Central de Información.
Pero los agentes de la policía búlgara también encontraron un listado de teléfonos manuscrito. «Figuraba un número de teléfono junto a la palabra Ahmidan». Los investigadores sospechan que se trata de Jamal Ahmidan, El Chino, otro de los máximos responsables de la célula islamista que, además, se suicidó también en el piso de Leganés. Así pues, según los informes policiales este búlgaro que se encuentra en libertad vigilada tuvo relación directa con tres de los terroristas que se suicidaron (dos de ellos los máximos responsables del comando) y con otro de los presuntos autores de la masacre del 11-M.
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A la búsqueda del radicalismo
La figura de Toni Radev no era desconocida para la policía búlgara.En el año 2000 ya fue investigado en el marco de una operación ('Emisario') llevada a cabo por los servicios búlgaros «por realizar actividades contra la seguridad del país, constando su relación con los Hermanos Musulmanes».
Según la UCI, difundía ideas «islamistas radicales» y cooperaba con las estructuras islamistas en la región de Haskovo, situada al noroeste de Bulgaria, «área caracterizada por la concentración de la etnia turco-árabe».
Según el informe policial, en junio de 2001, comienza a asistir en España a rezos del Islam impartidos por el imán de la mezquita de la M-30 (Chej Mounir), «aunque progresivamente se va distanciando de sus postulados, buscando otro centro y otro imán cuya ideología religiosa fuera más radical».
Según el documento de la Unidad Central de Inteligencia que obra en poder de EL MUNDO, ya para esta época, la influencia de 'El Tunecino' sobre él era muy significativa.
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