Del Olmo sigue sin identificar el ADN de 8 personas cuyo rastro les vincula a la célula del 11-M
18-04-06
Del Olmo sigue sin identificar el ADN de 8 personas cuyo rastro les vincula a la célula del 11-M
MANUEL MARRACO
Del Olmo sigue sin identificar el ADN de 8 personas cuyo rastro les vincula a la célula del 11-M
MANUEL MARRACO
MADRID.- A la célula del 11-M le faltan varios nombres. El más evidente, el de un varón al que la Policía todavía no ha podido identificar pese a que dejó su rastro genético en tres de los escenarios clave de los atentados: la casa donde se montaron las mochilas bomba, el piso donde se refugió la célula después de los atentados y uno de los vehículos que empleó el grupo terrorista.
La lista de integrantes o colaboradores del comando podría incluir otros siete nombres de otros tantos ADN que los investigadores tampoco han podido identificar. Todos estos datos vienen recogidos en uno de los múltiples informes incluidos en el auto hecho público el pasado martes por el juez Juan del Olmo.(.../...)
El magistrado de la Audiencia Nacional concluye en su escrito que la célula terrorista estaba compuesta por 16 miembros (siete suicidas de Leganés y nueve detenidos), a los que se podrían sumar cuatro huidos en busca y captura. En el sumario del 11-M constan más ADN anónimos, pero el juez se ha centrado en ocho especialmente significativos.
El más importante es el identificado como Perfil 39, hallado en la casa de Morata de Tajuña (camiseta y una chilaba), en el piso de Leganés (cepillo de dientes y ropa interior) y en el vehículo Skoda Fabia (en un pañuelo tipo palestino) que apareció tres meses después de los atentados en la misma calle de Alcalá de Henares en la que se halló la Renault Kangoo.
Existe también un rastro anónimo muy significativo, puesto que apareció en el protector de la bolsa bomba desactivada en la comisaría de Vallecas. El juez afirma en su auto que podría tratarse «de uno de los autores materiales de la matanza» todavía no identificado.Sin embargo, y dado el trajín que llevó la bolsa durante la jornada de los atentados, aclara que también podría responder «a un contacto accidental de alguna persona ajena a los presuntos implicados desde el momento de su recuperación hasta la recogida de muestras».
Pese a que la bolsa bomba de Vallecas es un efecto «especialmente trascendente para la investigación» -en palabras del propio juez-, no consta que Del Olmo haya obtenido el ADN de los agentes que participaron en la custodia de los efectos recogidos en El Pozo y que pudieron tener contacto con la bolsa, una diligencia que podría confirmar la presencia de un nuevo terrorista.
Otros dos perfiles anónimos aparecen en dos escenarios clave.Uno, el de un varón, tanto en la casucha de Morata de Tajuña como en el piso de Leganés. Lo especialmente relevante del otro es que su ADN aparece mezclado con el de dos presuntos miembros de la célula que siguen en paradero desconocido (Mohamed Belhadj y Mohamed Afalah).
«Relación estrecha»
Los otros cuatro perfiles de ADN anónimos sólo han sido hallados en uno de los lugares relevantes para la investigación. En el caso del Perfil 12, localizado en Leganés, la cantidad de objetos en los que se halla apuntan a una fuerte implicación en la célula: en una camisa, una bolsa, tres pantalones, cuchillas de afeitar y el hueso de un dátil. Además, aparece mezclado con restos de ADN del huido Afalah (cuchilla de afeitar) y del suicida Lamari (ropa y cazadora). «Todo lo cual», dice el informe, «lleva a una relación estrecha y de confianza con los moradores del piso franco o de seguridad, hasta el extremo de deducir su relación o inclusión en la célula». Los tres restantes aparecen en una sola ocasión en Leganés, Morata y en Albolote (Granada), donde la célula llegó a alquilar una casa en la que refugiarse.
Tras hacer un repaso a los rastros genéticos hallados, el juez llega a una conclusión evidente: «Aparecen, en consecuencia, determinadas variables no susceptibles de ser aclaradas en esta fase de la investigación (hasta que sean aclarados dichos perfiles será casi imposible), que llevan a considerar que el número de presuntos implicados directos en los hechos objeto de esta instrucción no puede cifrarse con la debida certeza y seguridad, dado el número de perfiles genéticos anónimos analizados».
La lista de integrantes o colaboradores del comando podría incluir otros siete nombres de otros tantos ADN que los investigadores tampoco han podido identificar. Todos estos datos vienen recogidos en uno de los múltiples informes incluidos en el auto hecho público el pasado martes por el juez Juan del Olmo.(.../...)
El magistrado de la Audiencia Nacional concluye en su escrito que la célula terrorista estaba compuesta por 16 miembros (siete suicidas de Leganés y nueve detenidos), a los que se podrían sumar cuatro huidos en busca y captura. En el sumario del 11-M constan más ADN anónimos, pero el juez se ha centrado en ocho especialmente significativos.
El más importante es el identificado como Perfil 39, hallado en la casa de Morata de Tajuña (camiseta y una chilaba), en el piso de Leganés (cepillo de dientes y ropa interior) y en el vehículo Skoda Fabia (en un pañuelo tipo palestino) que apareció tres meses después de los atentados en la misma calle de Alcalá de Henares en la que se halló la Renault Kangoo.
Existe también un rastro anónimo muy significativo, puesto que apareció en el protector de la bolsa bomba desactivada en la comisaría de Vallecas. El juez afirma en su auto que podría tratarse «de uno de los autores materiales de la matanza» todavía no identificado.Sin embargo, y dado el trajín que llevó la bolsa durante la jornada de los atentados, aclara que también podría responder «a un contacto accidental de alguna persona ajena a los presuntos implicados desde el momento de su recuperación hasta la recogida de muestras».
Pese a que la bolsa bomba de Vallecas es un efecto «especialmente trascendente para la investigación» -en palabras del propio juez-, no consta que Del Olmo haya obtenido el ADN de los agentes que participaron en la custodia de los efectos recogidos en El Pozo y que pudieron tener contacto con la bolsa, una diligencia que podría confirmar la presencia de un nuevo terrorista.
Otros dos perfiles anónimos aparecen en dos escenarios clave.Uno, el de un varón, tanto en la casucha de Morata de Tajuña como en el piso de Leganés. Lo especialmente relevante del otro es que su ADN aparece mezclado con el de dos presuntos miembros de la célula que siguen en paradero desconocido (Mohamed Belhadj y Mohamed Afalah).
«Relación estrecha»
Los otros cuatro perfiles de ADN anónimos sólo han sido hallados en uno de los lugares relevantes para la investigación. En el caso del Perfil 12, localizado en Leganés, la cantidad de objetos en los que se halla apuntan a una fuerte implicación en la célula: en una camisa, una bolsa, tres pantalones, cuchillas de afeitar y el hueso de un dátil. Además, aparece mezclado con restos de ADN del huido Afalah (cuchilla de afeitar) y del suicida Lamari (ropa y cazadora). «Todo lo cual», dice el informe, «lleva a una relación estrecha y de confianza con los moradores del piso franco o de seguridad, hasta el extremo de deducir su relación o inclusión en la célula». Los tres restantes aparecen en una sola ocasión en Leganés, Morata y en Albolote (Granada), donde la célula llegó a alquilar una casa en la que refugiarse.
Tras hacer un repaso a los rastros genéticos hallados, el juez llega a una conclusión evidente: «Aparecen, en consecuencia, determinadas variables no susceptibles de ser aclaradas en esta fase de la investigación (hasta que sean aclarados dichos perfiles será casi imposible), que llevan a considerar que el número de presuntos implicados directos en los hechos objeto de esta instrucción no puede cifrarse con la debida certeza y seguridad, dado el número de perfiles genéticos anónimos analizados».
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