El magistrado descalifica la decisión de su Tribunal y dice que meditará si dimite
07-02-07
MODELO DE ESTADO / Consecuencias en el TC
El magistrado descalifica la decisión de su Tribunal y dice que meditará si dimite
«Lo que va a ser de libro no es la recusación, sino la resolución», que «será criticada más pronto que tarde»
MODELO DE ESTADO / Consecuencias en el TC
El magistrado descalifica la decisión de su Tribunal y dice que meditará si dimite
«Lo que va a ser de libro no es la recusación, sino la resolución», que «será criticada más pronto que tarde»
MADRID.- El magistrado del Tribunal Constitucional Pablo Pérez Tremps admitió ayer que «por lo menos» se va a plantear si presenta su dimisión, pero como no se debe adoptar este tipo de decisiones «en caliente», se decantará tras valorar su «situación personal e institucional».
Pérez Tremps se pronunció en estos términos en una entrevista concedida a la cadena Ser después de que el lunes el Tribunal Constitucional estimara la recusación que el PP presentó contra él para apartarle de la resolución del recurso de inconstitucionalidad interpuesto contra el Estatuto de Cataluña.
(.../...)
A petición de la Generalitat, Pérez Tremps entregó en mayo de 2004 - un mes antes de acceder al TC- un dictamen sobre las relaciones exteriores de Cataluña, proponiendo fórmulas que luego se plasmaron de forma prácticamente literal en el proyecto de Estatuto. Tremps firmó un contrato con la Generalitat, que le abonó 6.000 euros por su asesoramiento. Ahora el Gobierno catalán es parte en el proceso abierto en el TC sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad del Estatuto.
En la entrevista, recogida por Europa Press, el primer magistrado del TC cuya recusación ha sido aceptada dijo que cuando tome una decisión sobre si renuncia o no al cargo se lo comunicará en primer lugar a la presidenta del Tribunal, María Emilia Casas.
Tremps negó que alguien le haya pedido que dimita o que no lo haga, porque las únicas llamadas recibidas han sido de «amigos» y «ninguna de contenido político». Agregó que los que le conocen «saben que una llamada de ese tipo sería contraproducente».
En cuanto a la calificación de que su dimisión, para ser reemplazado por otro magistrado designado por el Gobierno, sería algo «indigno», Pérez Tremps respondió que seguramente eso lo argumentan los que decían que se tenía que ir, por lo que lo considera «ilógico». Añadió que si decide dimitir será «precisamente por dignidad».
«Si no hubiera estado en condiciones» de intervenir en la resolución del recurso contra el Estatuto «no es que no habría aceptado la recusación, sino que me habría tenido que ir del Tribunal previamente» porque «aquí se viene a defender la Constitución, no a defender Estatutos, ni leyes, ni gobiernos, ni oposiciones».
Insistió en que se «sentía plenamente capacitado intelectual y éticamente para resolver ese asunto, como los miles que hay que resolver todos los días en el Tribunal».
Respecto a la estimación de la recusación, el magistrado dijo que no se sentía «muy a gusto», pero que «en este trabajo hay que hacer frente a situaciones de éstas».
Dijo saber el contenido de las deliberaciones a través de la prensa y señaló que, frente a lo que decían algunos medios de comunicación, en referencia a EL MUNDO, de que su recusación «era de libro», él anticipa que «lo que va a ser de libro será la resolución» del Tribunal.
En su opinión, el auto será criticado «más pronto que tarde» porque «sencillamente es una decisión que sale fuera de la lógica del Tribunal Constitucional».
Tremps insistió en que su trabajo fue «académico» y «por encargo del Instituto Estudios Autónomicos de la Generalitat mucho antes de que fuera magistrado del TC».
Pérez Tremps se pronunció en estos términos en una entrevista concedida a la cadena Ser después de que el lunes el Tribunal Constitucional estimara la recusación que el PP presentó contra él para apartarle de la resolución del recurso de inconstitucionalidad interpuesto contra el Estatuto de Cataluña.
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A petición de la Generalitat, Pérez Tremps entregó en mayo de 2004 - un mes antes de acceder al TC- un dictamen sobre las relaciones exteriores de Cataluña, proponiendo fórmulas que luego se plasmaron de forma prácticamente literal en el proyecto de Estatuto. Tremps firmó un contrato con la Generalitat, que le abonó 6.000 euros por su asesoramiento. Ahora el Gobierno catalán es parte en el proceso abierto en el TC sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad del Estatuto.
En la entrevista, recogida por Europa Press, el primer magistrado del TC cuya recusación ha sido aceptada dijo que cuando tome una decisión sobre si renuncia o no al cargo se lo comunicará en primer lugar a la presidenta del Tribunal, María Emilia Casas.
Tremps negó que alguien le haya pedido que dimita o que no lo haga, porque las únicas llamadas recibidas han sido de «amigos» y «ninguna de contenido político». Agregó que los que le conocen «saben que una llamada de ese tipo sería contraproducente».
En cuanto a la calificación de que su dimisión, para ser reemplazado por otro magistrado designado por el Gobierno, sería algo «indigno», Pérez Tremps respondió que seguramente eso lo argumentan los que decían que se tenía que ir, por lo que lo considera «ilógico». Añadió que si decide dimitir será «precisamente por dignidad».
«Si no hubiera estado en condiciones» de intervenir en la resolución del recurso contra el Estatuto «no es que no habría aceptado la recusación, sino que me habría tenido que ir del Tribunal previamente» porque «aquí se viene a defender la Constitución, no a defender Estatutos, ni leyes, ni gobiernos, ni oposiciones».
Insistió en que se «sentía plenamente capacitado intelectual y éticamente para resolver ese asunto, como los miles que hay que resolver todos los días en el Tribunal».
Respecto a la estimación de la recusación, el magistrado dijo que no se sentía «muy a gusto», pero que «en este trabajo hay que hacer frente a situaciones de éstas».
Dijo saber el contenido de las deliberaciones a través de la prensa y señaló que, frente a lo que decían algunos medios de comunicación, en referencia a EL MUNDO, de que su recusación «era de libro», él anticipa que «lo que va a ser de libro será la resolución» del Tribunal.
En su opinión, el auto será criticado «más pronto que tarde» porque «sencillamente es una decisión que sale fuera de la lógica del Tribunal Constitucional».
Tremps insistió en que su trabajo fue «académico» y «por encargo del Instituto Estudios Autónomicos de la Generalitat mucho antes de que fuera magistrado del TC».
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