El acta judicial confirma que el responsable policial no reconoció la 'mochila de Vallecas'

14.03.06



11-M DOS AÑOS DESPUES / LA INSTRUCCION DEL SUMARIO

El acta judicial confirma que el responsable policial no reconoció la 'mochila de Vallecas'

Fuentes de la Audiencia explicaron que Del Olmo, que ayer levantó el secreto sobre la declaración, no le mostró la verdadera mochila, sino una similar, lo que podría haberle llevado a no identificarla

MANUEL MARRACO

MADRID.- El juez Juan del Olmo acordó ayer levantar el secreto de sumario sobre la declaración del inspector jefe de Policía encargado de custodiar los efectos hallados en la estación de El Pozo el 11 de Marzo. El escrito, distribuido después por la Fiscalía de la Audiencia Nacional, confirma que el inspector jefe Miguel Angel Alvarez no reconoció la mochila que el juez le mostró en su despacho como la única de las que él vio en la estación que, por sus características, pudo contener el explosivo que fue desactivado la madrugada del 12 de marzo.

«En estos momentos», se lee en la transcripción de su declaración del pasado día 9, «se procede a mostrarle la bolsa de deportes recuperada en la comisaría del Puente de Vallecas, que es la que contenía el artefacto explosivo, a fin de que manifieste si es la bolsa que ha descrito anteriormente y que recuerda que vio en la estación de El Pozo y manifiesta que no es la que él recuerda haber visto en la estación de El Pozo. Que por sus características no es». (.../...)



Fuentes de la Fiscalía de la Audiencia Nacional explicaron ayer a este diario que la mochila que se le mostró no era, en realidad, la que contuvo el explosivo, sino otra «idéntica». Así, la falsedad que constaría en el acta judicial -pues no se le mostró la mochila «que contenía el artefacto explosivo»- no habría tenido trascendencia en la identificación de la mochila.

Bolsas iguales

Sin embargo, fuentes jurídicas citadas por Europa Press sostuvieron ayer en primer lugar que «no la identificó porque por error se le enseñó una similar utilizada por la Policía para realizar diversos análisis». Más tarde, también fuentes jurídicas citadas por la agencia afirmaban, sin explicar si se trató de un error, que se le enseñó «una mochila similar» y que ayer mismo por la tarde «se hizo un reportaje fotográfico comparando ambas bolsas para acreditar que son iguales».

En otro punto de la declaración se añade que, «mientras estaban depositando los objetos en el lugar establecido por la magistrada de Instrucción 49, el dicente estuvo en todo momento controlando los mismos».

Tras ese control directo por su parte, en el que no recuerda haber visto una mochila como la que muestra el juez, el policía explica a Del Olmo que durante varias horas no tuvo control directo sobre la ubicación de los enseres, ya que no se cumplió su orden de que se enviasen directamente a la comisaría de Vallecas: «Que el dicente tiene conocimiento de que las furgonetas en lugar de dirigirse a la comisaría de la Villa de Vallecas se dirigen al Ifema», y que «no sabe cómo se iban recepcionando en Ifema los objetos que iban llegando». El inspector jefe explica a Del Olmo que, cuando llegó a la estación, recibió la orden de «que se encargara de organizar los objetos que se iban sacando y el declarante le dio la orden a los bomberos, quienes los sacaban del tren y los depositaban en el propio andén de la estación, a unos tres o cuatro metros del vagón más próximo». Posteriormente, la juez que estaba presente en la estación le ordenó «recoger los objetos y que los llevara a la comisaría de Vallecas». Entonces el agente dio orden a los miembros del Selur de «introducir los objetos en bolsones de basura de plástico y [que] los fueran llevando a las furgonetas». Fue precisamente al ir colocando los objetos en esos bolsones cuando el inspector jefe manipuló una que le llamó la atención por su peso -la desactivada superaba los 10 kilogramos-.

«El dicente dejó de ver las furgonetas durante toda la tarde, desde que éstas salen de El Pozo hasta que las vuelve a recepcionar en comisaría», es decir, durante seis horas, una circunstancia de la que informó a la juez que le había ordenado enviarlas a la comisaría

El inspector jefe añade que durante todo el tiempo los objetos estuvieron custodiados «permanentemente» por agentes de policía y que «no pudo observar que se hubieran manipulado los bolsones desde que se introducen en las furgonetas hasta que se descargan en comisaría».

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