Una asociación del 11-M pide un nuevo peritaje de los explosivos

17-11-06



Una asociación del 11-M pide un nuevo peritaje de los explosivos


Solicita al Tribunal que expertos independientes realicen otro análisis de las sustancias halladas en los focos / Sostiene que tanto la furgoneta Kangoo, como la mochila de Vallecas y el Skoda fueron «señuelos» para orientar la investigación

MANUEL MARRACO

MADRID.- La Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M ha impugnado los informes sobre los explosivos relacionados con los atentados y ha solicitado a la Audiencia Nacional que le remita los restos recogidos en los focos de la masacre para que peritos independientes los analicen de nuevo.

Así consta en el escrito de acusación presentado ayer por la asociación que preside Angeles Domínguez ante la Sección Segunda de la Audiencia, responsable de celebrar el juicio. El escrito fija la petición de condena para los 29 procesados en un total de 232.823 años, hace un relato de los hechos vinculados con la masacre y plantea numerosas dudas sobre la investigación. Sobre todo, relativas a los explosivos, cuyos análisis impugna expresamente ante el tribunal.
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La asociación de víctimas también expone sus sospechas sobre los hallazgos de la Renault Kangoo, el Skoda Fabia y la mochila desactivada en Vallecas, a los que califica de «señuelos».

El escrito elaborado por el abogado José María de Pablo destaca que «ni el auto de procesamiento, ni el auto de conclusión del sumario, ni siquiera el escrito de acusación del Ministerio Fiscal aclaran el tipo de explosivo que se utilizó en los atentados. Tampoco existen informes de la Policía Científica ni de la Unidad de Desactivación de Explosivos y NBQ que expliquen el tipo de explosivo que se empleó en los trenes».

Añade que «únicamente» se afirma que se detectó la presencia de «componentes genéricos» de las dinamitas, «pero en ningún folio del sumario se aclara algo tan básico como cuáles son esos componentes» [...] ¿Se encontró nitrocelulosa? ¿O ftalato de dibutilo? ¿O tal vez nitroglicerina? Y esa cuestión es clave, ya que según cuáles sean los componentes encontrados, se podría determinar qué tipo de dinamita se empleó».

A su juicio, resulta sospechoso que en todos los demás análisis de explosivos relacionados con el 11-M se hayan detallado los componentes encontrados antes de concluir de qué tipo de explosivo podría tratarse.

Por esa razón solicita a la Sala que pida al laboratorio de la Unidad Central de Desactivación de Explosivos que remita, «sin más excusa, el informe original o nota informativa con los resultados de los análisis realizados sobre los focos de las explosiones a mediodía del día 11 de Marzo de 2004». La asociación considera inverosímil que de los primeros análisis del 11-M no quedase ninguna prueba documental, en la que deberían venir detallados los componentes.

«Está claro que entre esos componentes hay uno cuya existencia resulta incómoda para determinadas personas, entre las que se incluye [Juan Jesús] Sánchez Manzano», máximo responsable de los Tedax. «¿Nitroglicerina quizás?», se pregunta. La nitroglicerina no es un componente de la Goma 2 Eco, pese a lo cual Sánchez Manzano dijo ante la Comisión del 11-M que se había encontrado en los focos del atentado. La asociación rechaza la explicación de Manzano ante el juez Juan del Olmo: que se había equivocado.

«Y este hecho no es en absoluto baladí. Si hay nitroglicerina, es que la dinamita que explotó era Titadine (la única dinamita que tiene nitroglicerina entre sus componentes) y no Goma 2 Eco, lo que conduciría a una implicación tan real y directa como incómoda de la banda terrorista ETA en los atentados del 11 de Marzo».

Al margen de los explosivos, las «enormes dudas y sospechas» que rodean la aparición de la Renault Kangoo y de la mochila de Vallecas -que orientaron la investigación hacia el islamismo- lleva a la asociación a calificarlas de «señuelos». Sobre la Kangoo, indica la acusación «que estaba vacía cuando fue encontrada, y que luego apareció con restos de explosivos que, además, estaban contaminados por la misma sustancia -metenamina- que la muestra patrón que custodiaban los Tedax».

De la mochila de Vallecas resalta «que no fue vista por los Tedax que revisaron los bultos in situ en la estación de El Pozo, que contenía metralla -sin que existan restos de metralla en las autopsias-, que estaba preparada para no explotar y que contenía vestigios de ADN que evidenciaban su manipulación».

Por todo ello, explican que se trata de elementos «muy endebles a la hora de determinar qué tipo de explosivo fue el utilizado en los trenes».

Las dudas se extienden al Skoda Fabia que, tres meses después de los atentados, apareció aparcado a pocos metros de la Kangoo. En él aparecieron rastros genéticos de los terroristas, en particular de Allekema Lamari, cuya participación había defendido la Policía.

«Esto nos lleva a un crudo interrogante: ¿Cómo llegó el Skoda Fabia a la calle Infantado de Alcalá de Henares? ¿Quién tendría interés en aparcar, tres meses después de los atentados, en el mismo lugar donde se encontró en su día la Renault Kangoo, un vehículo cargado de evidencias con el perfil genético de los terroristas? Evidentemente, los terroristas no lo dejaron allí. Evidentemente, los terroristas no podían ser tan poco inteligentes de evitar que quedaran sus huellas en el volante o la palanca de cambios, para luego aparcar el coche en uno de los escenarios de los atentados cargado de ropa con su perfil genético».

Todo esto, junto a otros elementos «que no cuadran», lleva a la asociación a incluir el Skoda en la lista de «señuelos».

La asociación quiere «impugnar expresamente» ante la Sección Segunda numerosos informes periciales sobre explosivos, «por cuanto tratan de ocultar a las partes el nombre concreto de los componentes de la dinamita identificados en los focos, así como los realizados sobre pruebas falsas (señuelos) -mochila de Vallecas, Renault Kangoo y Skoda Fabia-, por estar viciados de origen, al derivarse de pruebas falsas».

También impugna todos los informes elaborados por Sánchez Manzano, «pues su ausencia de conocimientos sobre explosivos -por él reconocida-, junto a la irregular actuación de esta persona [...] hacen que todos los informes firmados por él queden bajo sospecha».

Cuatro tramas, tres identificadas

El escrito describe tres tramas claramente identificadas, a la que se añade una cuarta que participó, pero que no tiene nombres y apellidos:

Primera trama: La trama asturiana, que robó explosivos y los vendió a los terroristas. Su participación se limitó al suministro de explosivos a cambio de un beneficio económico.

Segunda trama: La de Jamal Ahmidan, El Chino, «formada por delincuentes comunes, dedicados fundamentalmente al trapicheo con droga, sin ningún tipo de planteamientos yihadistas ni de radicalismo islámico». Según la asociación, «su participación en los hechos tuvo un interés lucrativo».

Tercera trama: «La trama yihadista de Mustafá Maymouni [encarcelado en Marruecos por los atentados de Casablanca], formada por islamistas radicales. Su participación en los hechos tendría una finalidad político-religiosa yihadista».


«¿Es ETA la cuarta trama?»

A lo largo de las actuaciones, aparecen «una gran cantidad de indicios de la relación de ETA con los atentados sin investigar». Se trataría de la cuerta trama, «formada por personas desconocidas que dieron cobertura logística a las otras tramas, que montaron los artefactos explosivos en Morata de Tajuña la semana anterior a los atentados, y que, muy probablemente, pertenecerían a ETA. [En ese caso] tendría una finalidad política, para forzar un cambio de gobierno en las elecciones que se celebrarían tres días después, y lograr un paisaje político más favorable a sus intereses de autodeterminación».

La Asociación impugna los informes elaborados hasta ahora sobre la intervención de ETA, «por carecer de fundamento científico que soporte un mínimo examen crítico y por existir indicios fundados de la existencia de una consigna para tapar la presunta vinculación de ETA con los atentados».

Trashorras, sólo por Leganés

La dudas sobre lo que estalló en los trenes ha llevado a la Asociación a no acusar al ex minero Emilio Suárez Trashorras por lo sucedido el 11 de Marzo. Sí, en cambio, por los hechos de Leganés, donde quedó confirmado que se empleó la Goma 2 Eco robada por el asturiano. El ex minero afronta una petición de sólo 402 años de cárcel -hubo un geo muerto y otros 18 heridos-, aunque la asociación no descarta acusarle por el 11 de Marzo, dependiendo «de que se acredite o no el tipo de explosivos» que se usó en los mismos.

La asociación pide un total de 232.841 años de prisión para los 29 acusados. Las peticiones más elevadas recaen sobre tres autores materiales (Zougam, Ghalyoun y Bouchar) y tres inductores (El Egipcio, Haski y Belhadj), algo en lo que coincide con la Fiscalía. También coincide con el Ministerio Público en pedir para Carmen Toro, esposa de Trashorras, la pena más baja, cuatro años por tráfico de explosivos.

El calvario de Tudorachescu

La Asociación denuncia la actuación de la Justicia en el caso de la rumana Daniela Tudorachescu. No iba en uno de los trenes atacados, pero el suyo se vio envuelto en humo al estallar el de Atocha. Al salir del vagón, cayó al suelo, fue «pisoteada por la estampida» y sufrió «estrés postraumático, limitación de movilidad del hombro y perjuicio estético». Sin embargo, el escrito dice que el forense de la Audiencia afirmó «de manera completamente gratuita que, dada la situación social de la víctima (sin permiso de residencia y con muy bajos ingresos), posiblemente estaba fingiendo y no había estado en Atocha». Una afirmación «clasista», según la asociación. La fiscal Olga Sánchez «asumió el mismo criterio clasista» y pidió que se le imputara por simulación de delito, lo que fue acordado por el juez Del Olmo. «La consecuencia de todo este calvario es un trágico y grave empeoramiento de su salud psíquica, tal y como esta parte acreditará».

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