EL RELOJ DEL 11-M, UNA PISTA QUE DEL OLMO DEBE INVESTIGAR

10-04-06

EDITORIAL

EL RELOJ DEL 11-M, UNA PISTA QUE DEL OLMO DEBE INVESTIGAR


En medios judiciales se da por hecho que en los próximos días Juan Del Olmo hará público el auto de procesamiento del 11-M.Habrá que aplazar hasta entonces nuestro balance sobre la labor de dicho juez como instructor de este caso. Pero por lo que ya sabemos, tras el levantamiento del secreto sobre la mayor parte del sumario, va a haber grandes lagunas en lo que se refiere a la planificación y ejecución del atentado.

La nueva aportación que hace hoy Casimiro García-Abadillo se centra en uno de los episodios cruciales cara a la consumación de la masacre, que es la adquisición de los teléfonos usados como temporizadores. En la opinión pública existe una confusión respecto a la compra de las tarjetas y de los móviles como consecuencia de que en ambos casos los suministradores eran ciudadanos indios.Sin embargo, nada tienen que ver los indios que vendieron las tarjetas que compró Zougam con los indios que, el 4 de marzo de 2004, vendieron siete teléfonos a dos individuos a quienes describieron luego como «de aspecto occidental, piel blanca, que hablaban entre sí un extraño idioma», que ellos mismos dijeron que era búlgaro. De estos dos individuos sabemos poco. Sólo que, evidentemente, no pertenecían al grupo de los moritos de Lavapiés, por su aspecto físico y porque con posterioridad se vieron imágenes de los presuntos terroristas que volaron en Leganés y no fueron reconocidos. También sabemos que, además de siete móviles, adquirieron una cinta de vídeo como la utilizada para reivindicar los atentados y un reloj digital de la marca Casio.

Lo que hoy explicamos con detalle es cómo esos dos supuestos búlgaros tuvieron que ser necesariamente quienes convirtieron los teléfonos en temporizadores, ya que los moritos no tenían el conocimiento ni las herramientas para ello. También revelamos cómo no todas las bombas de los trenes tenían por temporizador un teléfono, lo cual hace pensar que alguna pudiera tener un reloj. Y cómo ETA, cuando usó un reloj como temporizador, también fue de la marca Casio. De hecho, en algún caso, llegó a emplear un teléfono y un reloj de manera combinada. Lo mismo que, según todos los indicios, hicieron los autores del 11-M. Y es que de las 12 bombas que explotaron sólo seis podían incluir teléfonos, a juzgar por el número de móviles activados la víspera en Morata.Las demás no se sabe a ciencia cierta cómo explotaron, lo cual resulta particularmente significativo en el caso de la bomba desactivada por los propios Tedax en Atocha.

Estas revelaciones adquieren un valor especial en relación con lo que ayer publicaba The Observer de que los autores del atentado de Londres actuaron al margen de Al Qaeda. Que podamos excluir -por analogía y ante la falta de prueba alguna- a Bin Laden o sus lugartenientes de la trama del 11-M no significa, sin embargo, que estemos en condiciones de asignar esa responsabilidad a otras personas concretas u organizaciones. Nosotros no decimos que lo que hablaban los individuos que compraron los móviles no era búlgaro sino euskera ni que la coincidencia en la marca del reloj demuestre la autoría de ETA. Pero sí decimos que nadie ha investigado estos datos. De hecho, la Policía eludió mencionarlos en sus informes a Del Olmo, quien ahora corre el riesgo de reproducir el grave error que cometió en el caso Saqueo I de Marbella, cuando cerró la instrucción sin tener en cuenta las aportaciones periodísticas sobre la trama corrupta de Roca. Dos años después, ha tenido que venir otro magistrado a dejarle en evidencia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los agujeros negros del 11-M.- Links

LOS AGUJEROS NEGROS DEL 11-M (XXVIII).- Pruebas amañadas

Los agujeros negros del 11-M (I)