Tres procesados clave denuncian a la juez complicidades policiales en el 11-M
17-05-06
Tres procesados clave denuncian a la juez complicidades policiales en el 11-M
Tres procesados clave denuncian a la juez complicidades policiales en el 11-M
Trashorras ante Teresa Palacios: «'Manolón' me ordenó infiltrarme en la célula de 'El Chino'» - Zougam: «Soy un cabeza de turco. Fue un atentado político, ganaron los que ganaron» - Zouhier: «¿Por qué no se detiene a los guardias civiles que sabían lo que pasaba en Asturias?»
MANUEL MARRACO
MADRID.- Los principales acusados por el 11-M comparecieron ayer en la Audiencia Nacional para que la juez Teresa Palacios, sustituta de Juan del Olmo, les informara de su procesamiento. Y para que pudieran rebatir, como así hicieron, la decisión del magistrado.Los tres primeros en declarar, figuras clave en la instrucción judicial, denunciaron ante Palacios el papel desempeñado por las Fuerzas de Seguridad en los atentados. Emilio Suárez Trashorras y Rafá Zouhier explicaron que fueron la Policía y la Guardia Civil, respectivamente, las que les llevaron a relacionarse intensamente con los terroristas. Por su parte, Jamal Zougam afirmó que el 11-M fue «un atentado político» en el que a él le ha tocado el papel de «cabeza de turco».
(.../...)
Las comparecencias siguieron el mismo orden que las detenciones.Comenzó Zougam, arrestado apenas 48 horas después de la masacre.«Fue un atentado político. Ganaron los que ganaron», explicó a la juez Palacios. «Soy un cabeza de turco», añadió el marroquí.
Zougam también insistió en que «son falsos» los testigos que aseguran haberle visto en los trenes de cercanías. El marroquí alegó que los reconocimientos se produjeron cuando su rostro ya había sido difundido. «Mi fotografía había salido en las televisiones de medio mundo», dijo a la salida del Juzgado.
El siguiente en declarar fue Trashorras. El ex minero comenzó su comparecencia afirmando que no iba a responder ni a las preguntas de las acusaciones -la fiscal Olga Sánchez y dos particulares- ni a las de las defensas que no fueran la suya. Según informaron fuentes jurídicas, el asturiano cargó sobre el ex responsable de estupefacientes de la Comisaría de Avilés Manuel García Rodríguez, Manolón, la culpa de que haya acabado con la acusación más grave entre todos los procesados. «Manolón me ordenó que me infiltrase en la célula de El Chino», declaró ante la juez Palacios. También negó que fueran suyas muchas de las llamadas investigadas por la Policía que le implican en la preparación de los atentados.
Por su parte, en la comparecencia más larga de la mañana, el confidente de la Guardia Civil Rafá Zouhier repitió ante la juez lo que tantas veces explicó a Del Olmo: que un año antes del 11-M él avisó a la Guardia Civil del mercado de explosivos que había montado Trashorras. Como había hecho minutos antes el ex minero, el marroquí explicó que habían sido sus controladores en el Instituto Armado quienes le habían pedido que se infiltrara en el grupo.
Zouhier insistió en que no es culpa suya que su colaboración no sirviese para evitar los atentados, Por el contrario, la responsabilidad debería recaer sobre los agentes a los que informaba. Haciendo referencia al caso Bono, afirmó: «Si a unos policías les condenan por detener sin pruebas, ¿qué hace falta para que detengan a los que, teniendo las pruebas, no detuvieron a los asturianos?».
También compareció ayer en la Audiencia Saed el Harrak, en libertad gracias a que el juez Del Olmo y la fiscal Sánchez no acordaron a tiempo prorrogar su prisión. Tranquilo, sonriente y convencido de que su libertad se debe más a que el juez le cree inocente que a un error de plazos, el marroquí entró y salió de la sede judicial acompañado de, al menos, cuatro policías que vigilan sus pasos desde su salida de la cárcel, el pasado miércoles por la noche.
También declaró ante Palacios Fouad el Morabit, que insistió en que nunca empleó dos de los teléfonos que se le atribuyen, así como que muchas llamadas desde los que sí lo son no las efectuó él mismo, sino que son consecuencia de la práctica habitual de prestarse los teléfonos.
Posteriormente, el sirio Basel Ghalyoun explicó a la juez que nunca utilizó uno de los teléfonos encontrados en Leganés, como le atribuye el juez, y que junto a un texto supuestamente favorable a la yihad que se le intervino también se halló otro más extenso claramente contrario a la guerra santa.
Al final de la mañana declararon Mohamed Bouharrat, al que la juez Palacios ha acordado prorrogar la prisión provisional, y Mahmoud Slimane Aoun. Respecto a este último, Del Olmo fijó para ayer la prórroga de su prisión, pero la diligencia ha sido aplazada hasta el próximo día 15 de junio. El juez ofreció a Slimane la posibilidad de quedar libre bajo fianza de 50.000 euros, pero el libanés ha decidido no hacerlo al estar en prisión cumpliendo una condena por otro asunto.
Tras las ocho declaraciones de ayer, hoy está previsto que lo hagan 10 de los 29 procesados, y mañana otros tantos. En el caso de El Egipcio, han sido las autoridades italianas las que le han comunicado que el juez Del Olmo ha decidido procesarle.
JAMAL ZOUGAM
«Fue un atentado político, soy un cabeza de turco»
MADRID.- Es el único presunto miembro de la célula a quien Del Olmo considera autor material, por lo que le acusa de 191 asesinatos consumados y 1.755 en grado de tentativa -los heridos en el 11-M-.La base son las declaraciones de testigos protegidos que lo sitúan en los trenes de cercanías afectados en la mañana del 11 de Marzo.Su denuncia de que la primera rueda de reconocimiento se celebró con personas con las que no guardaba el mínimo parecido llevó a Del Olmo a celebrar otra rueda, en la que también fue reconocido.Además, el juez sostiene que de su locutorio salieron las tarjetas de teléfono que sirvieron para activar las mochilas bomba, así como otras empleadas posteriormente por los terroristas. Él asegura que no tiene nada que ver, que cuando se produjeron los atentados se encontraba durmiendo junto a su hermanastro, que finalmente no ha sido procesado.
EMILIO SUAREZ TRASHORRAS
«'Manolón' me ordenó que me infiltrara»
MADRID.- La persona que más delitos afronta por los atentados islamistas del 11-M es, finalmente, un asturiano. Emilio Suárez Trashorras está acusado de proporcionar la dinamita, por lo que responderá como cooperador necesario tanto por lo sucedido el 11 de Marzo como por el suicidio colectivo de Leganés, en el que también falleció un miembro de los GEO y otros 18 resultaron afectados. El asturiano reconoce sus contactos con la célula de El Chino, pero asegura que se limitaron al tráfico de drogas.Trashorras y su esposa, Carmen Toro, colaboraban con el responsable de estupefacientes de la Comisaría de Avilés. «Manolón me ordenó que me infiltrara en la célula de El Chino», explicó ayer a la juez Palacios. En anteriores visitas a la Audiencia Nacional, al igual de Zouhier, ha dicho que se ha sentido abandonado por los miembros de las Fuerzas de Seguridad con los que había colaborado.
RAFA ZOUHIER
«Avisé de la dinamita a la Guardia Civil»
MADRID.- El marroquí Rafá Zouhier podía haberse llevado la gloria del héroe que entrega a las Fuerzas de Seguridad a un grupo terrorista, pero ha acabado procesado por colaborar con la célula del 11-M.Zouhier fue colaborador de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil durante los años previos a los atentados.Tras informar de que unos asturianos -Trashorras y Antonio Toro- ofrecían explosivos, sus controladores le pidieron que obtuviera una muestra. Así lo hizo. «La única banda armada con la que he colaborado es la Guardia Civil», declaró en la Audiencia. El juez Del Olmo también le procesa por un delito de tráfico de explosivos. Ayer insistió en que el avisó «a los españoles» de lo que sucedía, y que quienes merecían estar en prisión -él lleva ya dos años- son los agentes que no hicieron nada con la información que ofreció.
MANUEL MARRACO
MADRID.- Los principales acusados por el 11-M comparecieron ayer en la Audiencia Nacional para que la juez Teresa Palacios, sustituta de Juan del Olmo, les informara de su procesamiento. Y para que pudieran rebatir, como así hicieron, la decisión del magistrado.Los tres primeros en declarar, figuras clave en la instrucción judicial, denunciaron ante Palacios el papel desempeñado por las Fuerzas de Seguridad en los atentados. Emilio Suárez Trashorras y Rafá Zouhier explicaron que fueron la Policía y la Guardia Civil, respectivamente, las que les llevaron a relacionarse intensamente con los terroristas. Por su parte, Jamal Zougam afirmó que el 11-M fue «un atentado político» en el que a él le ha tocado el papel de «cabeza de turco».
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Las comparecencias siguieron el mismo orden que las detenciones.Comenzó Zougam, arrestado apenas 48 horas después de la masacre.«Fue un atentado político. Ganaron los que ganaron», explicó a la juez Palacios. «Soy un cabeza de turco», añadió el marroquí.
Zougam también insistió en que «son falsos» los testigos que aseguran haberle visto en los trenes de cercanías. El marroquí alegó que los reconocimientos se produjeron cuando su rostro ya había sido difundido. «Mi fotografía había salido en las televisiones de medio mundo», dijo a la salida del Juzgado.
El siguiente en declarar fue Trashorras. El ex minero comenzó su comparecencia afirmando que no iba a responder ni a las preguntas de las acusaciones -la fiscal Olga Sánchez y dos particulares- ni a las de las defensas que no fueran la suya. Según informaron fuentes jurídicas, el asturiano cargó sobre el ex responsable de estupefacientes de la Comisaría de Avilés Manuel García Rodríguez, Manolón, la culpa de que haya acabado con la acusación más grave entre todos los procesados. «Manolón me ordenó que me infiltrase en la célula de El Chino», declaró ante la juez Palacios. También negó que fueran suyas muchas de las llamadas investigadas por la Policía que le implican en la preparación de los atentados.
Por su parte, en la comparecencia más larga de la mañana, el confidente de la Guardia Civil Rafá Zouhier repitió ante la juez lo que tantas veces explicó a Del Olmo: que un año antes del 11-M él avisó a la Guardia Civil del mercado de explosivos que había montado Trashorras. Como había hecho minutos antes el ex minero, el marroquí explicó que habían sido sus controladores en el Instituto Armado quienes le habían pedido que se infiltrara en el grupo.
Zouhier insistió en que no es culpa suya que su colaboración no sirviese para evitar los atentados, Por el contrario, la responsabilidad debería recaer sobre los agentes a los que informaba. Haciendo referencia al caso Bono, afirmó: «Si a unos policías les condenan por detener sin pruebas, ¿qué hace falta para que detengan a los que, teniendo las pruebas, no detuvieron a los asturianos?».
También compareció ayer en la Audiencia Saed el Harrak, en libertad gracias a que el juez Del Olmo y la fiscal Sánchez no acordaron a tiempo prorrogar su prisión. Tranquilo, sonriente y convencido de que su libertad se debe más a que el juez le cree inocente que a un error de plazos, el marroquí entró y salió de la sede judicial acompañado de, al menos, cuatro policías que vigilan sus pasos desde su salida de la cárcel, el pasado miércoles por la noche.
También declaró ante Palacios Fouad el Morabit, que insistió en que nunca empleó dos de los teléfonos que se le atribuyen, así como que muchas llamadas desde los que sí lo son no las efectuó él mismo, sino que son consecuencia de la práctica habitual de prestarse los teléfonos.
Posteriormente, el sirio Basel Ghalyoun explicó a la juez que nunca utilizó uno de los teléfonos encontrados en Leganés, como le atribuye el juez, y que junto a un texto supuestamente favorable a la yihad que se le intervino también se halló otro más extenso claramente contrario a la guerra santa.
Al final de la mañana declararon Mohamed Bouharrat, al que la juez Palacios ha acordado prorrogar la prisión provisional, y Mahmoud Slimane Aoun. Respecto a este último, Del Olmo fijó para ayer la prórroga de su prisión, pero la diligencia ha sido aplazada hasta el próximo día 15 de junio. El juez ofreció a Slimane la posibilidad de quedar libre bajo fianza de 50.000 euros, pero el libanés ha decidido no hacerlo al estar en prisión cumpliendo una condena por otro asunto.
Tras las ocho declaraciones de ayer, hoy está previsto que lo hagan 10 de los 29 procesados, y mañana otros tantos. En el caso de El Egipcio, han sido las autoridades italianas las que le han comunicado que el juez Del Olmo ha decidido procesarle.
JAMAL ZOUGAM
«Fue un atentado político, soy un cabeza de turco»
MADRID.- Es el único presunto miembro de la célula a quien Del Olmo considera autor material, por lo que le acusa de 191 asesinatos consumados y 1.755 en grado de tentativa -los heridos en el 11-M-.La base son las declaraciones de testigos protegidos que lo sitúan en los trenes de cercanías afectados en la mañana del 11 de Marzo.Su denuncia de que la primera rueda de reconocimiento se celebró con personas con las que no guardaba el mínimo parecido llevó a Del Olmo a celebrar otra rueda, en la que también fue reconocido.Además, el juez sostiene que de su locutorio salieron las tarjetas de teléfono que sirvieron para activar las mochilas bomba, así como otras empleadas posteriormente por los terroristas. Él asegura que no tiene nada que ver, que cuando se produjeron los atentados se encontraba durmiendo junto a su hermanastro, que finalmente no ha sido procesado.
EMILIO SUAREZ TRASHORRAS
«'Manolón' me ordenó que me infiltrara»
MADRID.- La persona que más delitos afronta por los atentados islamistas del 11-M es, finalmente, un asturiano. Emilio Suárez Trashorras está acusado de proporcionar la dinamita, por lo que responderá como cooperador necesario tanto por lo sucedido el 11 de Marzo como por el suicidio colectivo de Leganés, en el que también falleció un miembro de los GEO y otros 18 resultaron afectados. El asturiano reconoce sus contactos con la célula de El Chino, pero asegura que se limitaron al tráfico de drogas.Trashorras y su esposa, Carmen Toro, colaboraban con el responsable de estupefacientes de la Comisaría de Avilés. «Manolón me ordenó que me infiltrara en la célula de El Chino», explicó ayer a la juez Palacios. En anteriores visitas a la Audiencia Nacional, al igual de Zouhier, ha dicho que se ha sentido abandonado por los miembros de las Fuerzas de Seguridad con los que había colaborado.
RAFA ZOUHIER
«Avisé de la dinamita a la Guardia Civil»
MADRID.- El marroquí Rafá Zouhier podía haberse llevado la gloria del héroe que entrega a las Fuerzas de Seguridad a un grupo terrorista, pero ha acabado procesado por colaborar con la célula del 11-M.Zouhier fue colaborador de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil durante los años previos a los atentados.Tras informar de que unos asturianos -Trashorras y Antonio Toro- ofrecían explosivos, sus controladores le pidieron que obtuviera una muestra. Así lo hizo. «La única banda armada con la que he colaborado es la Guardia Civil», declaró en la Audiencia. El juez Del Olmo también le procesa por un delito de tráfico de explosivos. Ayer insistió en que el avisó «a los españoles» de lo que sucedía, y que quienes merecían estar en prisión -él lleva ya dos años- son los agentes que no hicieron nada con la información que ofreció.
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