La Policía anuló un registro de la casa del confidente Berraj después del 11-M

21-01-07



11-M LA INVESTIGACION / Nuevas revelaciones

La Policía anuló un registro de la casa del confidente Berraj después del 11-M


El marroquí, mano derecha de 'El Tunecino', huyó de España dos días después de los atentados y continúa en paradero desconocido

ANTONIO RUBIO

MADRID.- El 14 de marzo de 2004, tres días después de que el comando de islamistas radicales llevara a cabo el atentado contra los trenes de la muerte, la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) solicitó al magistrado Juan Del Olmo una orden de entrada y registro contra dos de los presuntos autores de la masacre: Mohamed Haddad y Said Berraj. Una de esas solicitudes, la de Mohamed Haddad, se llevó a cabo casi de forma inmediata. La segunda, la de Said Berraj, fue anulada de forma sorprendente por la propia UCIE 24 horas más tarde.


EL MUNDO reveló el pasado día 15 que «Said Berraj, uno de los principales miembros de la célula terrorista islamista que atentó el 11-M de 2004, era confidente de las Fuerzas de Seguridad del Estado». También se recordaba en esa misma información que Berraj trabajaba como vigilante jurado para una compañía de seguridad que dirige un ex comisario, que logró huir de España tras los atentados y que, en la actualidad, se encuentra en paradero desconocido.
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La solicitud de entrada y registro en el domicilio de Said Berraj y Mohamed Haddad estaba firmada por el jefe de la Unidad Central de Información Exterior, el comisario Mariano Rayón, y fechada el 14 de marzo de 2004. Ese mismo día, el juez Del Olmo, instructor del sumario del 11-M, solicitó a la UCIE que razonara y justificara su petición.

Veinticuatro horas más tarde, el 15 de marzo, la Unidad Central de Información Exterior justifica su petición sobre Mohamed Haddad con toda una serie de detalles sobre su posible participación en los hechos. Y, sorprendentemente, solicita en el mismo escrito que se anule la petición sobre el marroquí Said Berraj: «Con respecto a la persona de Said Berraj, se deja sin efecto la solicitud de mandamiento de entrada y registro y se continúan otras líneas de investigación».

Esa petición de anulación sobre la entrada y registro en la residencia de Said Berraj, más conocido en los ambientes policiales por el alias de El Mensajero, ya no iba firmada por Mariano Rayón, sino que lo hacía el comisario Rafael Gómez Menor. Se da la circunstancia de que el marroquí Said Berraj abandonó España 24 horas más tarde de la petición de anulación de entrada y registro en su casa.

En el sumario del 11-M aparece un informe de la UCIE donde se indica que Mohamed Haddad, según informaciones del vecino del marroquí, «fue visto abandonando su domicilio con una maleta el día 12 de marzo de 2004, e introduciéndose en un vehículo de la marca Mercedes, conducido por otro árabe». Otro informe posterior de la misma Unidad aclara cómo y cuándo huyó de España el confidente policial: «Said Berraj quien se sabe que huyó de su domicilio dos días después del atentado en un vehículo Mercedes con matrícula sin determinar», es decir, Haddad y Berraj, según la UCIE, se sirvieron de un vehículo de la misma marca para su huida. Sin embargo, en ninguno de los informes de la Unidad Central de Información Exterior, y de forma sorprendente, aparece el color y la matrícula del o de los mencionados Mercedes.

El 30 de marzo de 2004, cuando el marroquí Said Berraj, confidente de la Policía y mano derecha del ideólogo de los atentados del 11-M, Sherhane ben Fakhet El Tunecino, ya estaba muy lejos de España, la UCIE volvió a solicitar al magistrado Del Olmo una nueva entrada y registro al domicilio del confidente marroquí.

La Unidad Central de Información Exterior justificó su nueva petición al juez con los siguientes argumentos: «A principio de marzo de 2004 se encontraba en trámites de su plena identificación un individuo que, finalmente, resultó ser Said Berraj n/12-07-72 en Marruecos h/Aicha y Abderrahan, con domicilio en Madrid en la calle de Rocafort nº 70, 5º D con NIE X-01788407-L».

La UCIE también argumentó sobre Berraj que «de esta persona se había obtenido información en el sentido de que, en octubre del año 2000, había sido detenido en Turquía en una vivienda, cuando posiblemente pretendía entrar en Chechenia, en unión de Salaiheddin Benyaich (actualmente condenado en Marruecos por los atentados de Casablanca), Amer Azizi (procesado y actualmente con orden de detención internacional), Lahcen Ikassrien (actualmente detenido en Guantánamo que utilizaba un pasaporte con el nombre y filiación de Mohamed Haddad)[...]».

Y, finalmente, la Unidad de la Policía llegaba a la siguiente conclusión: «De todo ello se deduce que Said Berraj pudiera ser una de las personas implicadas en los atentados del 11-M, que ha huido de nuestro país inmediatamente después de la comisión de los atentados, por lo que se solicita mandamiento de entrada y registro en su domicilio sito en la calle de Rocafort nº 70, 5º D de Madrid».

En toda la información que la UCIE aporta al magistrado Del Olmo sobre el marroquí Said Berraj sólo hay un hecho que es inveraz y que los propios servicios de información de la Policía han confirmado a EL MUNDO: «La auténtica personalidad de Berraj, quién era, con quién se relacionaba y su capacidad militar se conocía con meses de antelación a los atentados del 11-M». Esas mismas fuentes también reconocen que «en la UCIE había bastante descoordinación entre sus jefes y miembros y eso pudo dar origen a algún error involuntario».

La primera solicitud de entrada y registro a la casa de Said Berraj estaba firmada por el comisario Mariano Rayón (14 de marzo de 2004). La anulación de la petición fue cursada por el también comisario Gómez Menor (15 de marzo) y la tercera y definitiva corrió a cargo de un jefe de servicio (30 de marzo): José Manuel Gil González.

Los informes y detalles sobre la vida y milagros del marroquí Said Berraj fueron llegando poco a poco hasta la Audiencia Nacional a través de la UCIE. El 23 de abril de 2004, 24 días después de la segunda petición de entrada y registro, el jefe de servicios José Manuel Gil González razona ante el magistrado los motivos por los que ahora solicita que se haga un seguimiento de dos teléfonos de Said Berraj: «Pocas fechas antes de los atentados del 11 de marzo, Said Berraj comunicó a la empresa que no podía acudir a su trabajo porque se había muerto su hermana en Marruecos y debía asistir a los actos que se celebrarían y dejó como nuevo número de teléfono el 645 658 507». Berraj, como pudo comprobar posteriormente la Policía, tenía otro número operativo: 646 777 670.

Sin embargo, la UCIE venía controlando a Said Berraj desde hacía tiempo. Primero intentó captarlo como confidente cuando trabaja como vigilante jurado para una compañía de seguridad cuyo propietario era un ex comisario de Policía. Después, el marroquí terminó en la redes de la UCIE y tal como reveló EL MUNDO el pasado día 15, Berraj mantenía sus encuentros de trabajo con los agentes policiales en una conocida cafetería de Madrid: Vip s de la calle Principe de Vergara, junto a la salida del Metro de Colombia.

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