Gascón afirma que el coronel Hernando no dijo la verdad cuando declaró en el juicio

09-01-08



11-M / Nuevas revelaciones

Gascón afirma que el coronel Hernando no dijo la verdad cuando declaró en el juicio


También avisó de que había huido a EEUU un «morito» y el capitán 'Paco' respondió: «Que se jodan los americanos y que les ayuden los del PP»

ANTONIO RUBIO

MADRID.- El coronel Félix Hernando, jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, declaró el 20 de julio de 2004 ante la Comisión de Investigación del 11-M que el 12 de marzo, 24 horas después de los atentados, su unidad contactó con Rafá Zouhier con el único propósito de que les ayudara a buscar por las discotecas del sur de Madrid a un skinhead que venía de Barcelona. Mario Gascón reconoció a EL MUNDO que esas manifestaciones de Hernando no eran ciertas: «Yo mismo, en las dependencias de la UCO, propuse que Rafá nos ayudara a buscarlo y ellos [se refiere al capitán Paco y al coronel Hernando] me dijeron que no, que lo buscara yo».


Mario Gascón, que reconoce que está muy molesto con los agentes de la UCO por las amenazas que recibió y el trato que le dieron en las últimas fechas, quiere dejar muy claro que, «cuando el alférez Víctor y el capitán Paco hablaron con Zouhier (se refiere al día 12 de marzo de 2004), fue por el tema de los atentados, nada más». Y puntualiza: «Al skinhead lo estaba buscando yo».

Sin embargo, el alférez Víctor declaró el 27 de julio de 2004: «Con Rafá Zouhier nos reunimos en la cafetería del centro comercial de la Ermita del Santo y uno de los temas que hablamos fue la identificación de una persona que estaba requisitoriada [sic]».
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El ex colaborador de la UCO mantiene que el encargo que recibió Zouhier el 12 de marzo del alférez Víctor y de sus superiores es que se pusiera a buscar a Jamal Ahmidan, El Chino. Ese mismo día, el colaborador marroquí de la Guardia Civil y el suboficial Víctor (que en realidad se llama Jaime) hablan a través de sus teléfonos móviles en cuatro ocasiones.

Zouhier se aplicó en su cometido y comenzó a preguntar por El Chino en todos los lugares y amigos o conocidos que tenía el terrorista. El 17 de marzo, Rafá proporcionó telefónicamente al alférez Víctor todos los datos que había conseguido sobre Jamal Ahmidan. La Policía grabó esa conversación y supo que Ahmidan vivía en la calle de Villalobos de Vallecas, que usaba un vehículo BMW de color negro de la serie 500 y que tenía Goma 2, detonadores, mandos a distancia y 300 metros de cable.

Y a partir de aquel momento, Rafá Zouhier se convirtió en un sospechoso para El Chino. En la última reunión que Gascón tuvo con Ahmidan, que fue antes del 19 de marzo, el marroquí le dijo: «Rafá está preguntando mucho por mí, por ahí». Y le encargó que trasmitiera a Zouhier el siguiente aviso: «Se está pasando y más vale que se esté quieto porque si sigue le puede pasar algo».

De repente Zouhier se encontró en una encrucijada. Se había convertido en un testigo negativo para la UCO porque conocía todos los pormenores de la venta de los explosivos y, por ese motivo, recibió el consejo de que desapareciera de España. La Policía lo detuvo el día 19 y lo acusó de formar parte del comando terrorista. Por el otro lado, El Chino quería ajustar cuentas con él por ser un colaborador policial.

El siguiente en tener problemas fue el propio Mario Gascón. El colaborador de la UCO, con categoría «A-1», fue invitado a cenar por sus controladores y durante el encuentro fue amenazado, pistola en pecho, para que no hablara del tema de los «moritos». Sin embargo, Gascón recordó a los agentes de la Guardia Civil que había un marroquí de aquel grupo apodado Rachid El Alto que había desaparecido y que era el único que era religioso.

Gascón recordó a sus contertulios que «Rachid El Alto era el único que podía tener pinta de islamista de todos los que formaban el grupo de marroquíes». Y el todavía colaborador de la Guardia Civil argumentó su razonamiento de la siguiente manera: «No fumaba, no bebía y cuando iba a las discotecas con el resto de los moritos se quedaba en un rincón».

Gascón también subrayó que «Rachid El Alto era extremadamente serio y reservado. Era el único que hacía el ramadán y no iba con putas o mujeres. Es decir, iba con todos ellos, pero siempre marcaba diferencias en público.

El capitán Paco preguntó a Gascón por Rachid El Alto: «¿Dónde está ahora?». El colaborador de la UCO respondió: «Creo que se ha ido a Estados Unidos porque su mujer es americana». Y el oficial de la unidad especial sentenció: «Pues ahora que lo busquen los americanos y que se jodan. Y si quieren, que los ayuden los del PP».

El grupo de los marroquíes, como define Mario Gascón a los que se movían con Jamal Ahmidan o habían hecho de la noche madrileña su negocio, estaba formado por Rachid Aglif El Conejo, Carlos Benhur Carlitos, Rachid Taichi El Chico, el mismisimo Jamal Ahmidan y con asiduidad se unía a todos ellos Rafá Zouhier.

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