Efe y Europa Press informaron el 11-M de que había nitroglicerina en los trenes

17-07-06



11-M LA INVESTIGACION / Sánchez Manzano afirmó en el Parlamento que hay una nota escrita sobre los focos de las explosiones hecha el día 12 de marzo / Un alto funcionario de Interior negó el pasado jueves que dicho informe exista

Efe y Europa Press informaron el 11-M de que había nitroglicerina en los trenes



CASIMIRO GARCIA-ABADILLO

MADRID. - El Gobierno oculta celosamente el primer informe realizado por los Tedax sobre los focos de las explosiones de los trenes que causaron la masacre del 11-M.

La explicación dada a EL MUNDO por el Ministerio del Interior, según la cual el comisario jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, «se equivocó» en su intervención ante la Comisión de Investigación del 11-M en el Congreso al confundir nitroglicerina con dinamita, sencillamente no se sostiene.
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Aunque resulta difícil de creer, se podría admitir que el máximo responsable de los Tedax (que realizó su intervención cuatro meses después de los atentados y, por tanto, tuvo tiempo suficiente para no cometer errores de bulto) se confundiera y pronunciara en dos ocasiones la palabra nitroglicerina cuando, en realidad, quiso decir dinamita.

El País publicó ayer una nota del propio Sánchez Manzano, emitida el pasado jueves (se supone que remitida en exclusiva a dicho medio), en la que el comisario jefe se autoexculpa: «Se debió a la asociación del citado término con la palabra dinamita, ya que la nitroglicerina está exclusivamente ligada a las dinamitas en general y no a ninguna en concreto, siendo en este contexto explicitado en el que se produjo, es decir, por asociación natural».

Pero, la forma de demostrarlo y, consecuentemente, de deshacer cualquier tipo de equívoco en torno al tipo de explosivo que usaron los terroristas en el atentado del 11-M sería hacer público el informe que se realizó en el laboratorio de los Tedax sobre las partículas halladas en los focos de las explosiones el mismo día del atentado.

En su intento por desactivar la información publicada por este periódico el pasado martes, un alto funcionario del Ministerio del Interior trató el jueves de convencer a EL MUNDO de que no existía tal informe. Es más, habló de una supuesta prueba que, según su versión, pudo determinar que el explosivo utilizado era dinamita pero que, sin embargo, no era lo suficientemente precisa como para establecer sus compuestos.

Hay que reseñar que Interior tuvo casi tres días para dar una respuesta a esa cuestión clave en la investigación de la matanza. ¿Cómo es posible dar argumentos tan peregrinos? Con lo sencillo que hubiera sido hacer público el informe de los Tedax para que tanto la opinión pública como el juez puedan conocer si, en efecto, había o no nitroglicerina en el explosivo que hizo saltar por los aires los trenes causando 191 víctimas mortales.

Las fuentes consultadas por EL MUNDO insisten en que hay un primer informe o nota sobre el análisis de los restos encontrados en los focos realizado el día 11 a las 14.00 horas. Y también que en dicho documento se hace mención expresa a la existencia de nitroglicerina.

El propio Sánchez Manzano, en su comparecencia ante el Congreso, lo reconoció explícitamente, bien es verdad que un poco a regañadientes. Seguramente, en Interior no se tomaron la molestia de leer la declaración completa de Sánchez Manzano ante el Congreso.

Fue el líder de IU, Gaspar Llamazares, quien, en su afán por avalar las tesis del Gobierno, forzó involuntariamente al comisario jefe de los Tedax a desvelar este significativo dato.

Llamazares preguntó a Sánchez Manzano: «A partir de las 14.00 horas, cuando ustedes saben que es dinamita ¿a quién se lo comunican? ¿Cuál es la cadena que ustedes utilizan para que llegue esa información al máximo nivel?»

A lo que respondió el comisario jefe de los Tedax: «La cadena de mando. Mi inmediato superior es el comisario general de Seguridad Ciudadana, al que se lo comunico yo personalmente porque se encontraba en la Unidad, delante de la inspectora responsable del laboratorio. Justo al tener el resultado de las pruebas que se le estaban haciendo es cuando se le comunica».

Gaspar Llamazares insistió entonces: «¿Se comunica verbalmente y también existe una nota oficial?»

Sánchez Manzano intentó eludir la parte comprometida de la pregunta: «Sólo verbalmente».

Pero Llamazares repreguntó: «¿No hay una nota oficial sobre la investigación de las 14.00 horas?».

Entonces, el responsable de los Tedax, confesó: «La hay al día siguiente».

Como casi siempre, Sánchez Manzano dijo una verdad a medias, ya que el informe del día 12 es, según se recoge en el sumario, un «informe ampliatorio» al que se realizó el día 11.

Pues bien, si hay una nota oficial de los laboratorios de los Tedax, ¿por qué todavía no se ha hecho pública? Si, como afirma la versión oficial, la nitroglicerina sólo apareció como resultado de una confusión involuntaria de Sánchez Manzano, ¿por qué no se da a conocer el resultado de los análisis químicos? ¿por qué no se aportó esa primera nota del día 11 al sumario?

El problema es que la dichosa nitroglicerina no sólo estaba escondida en los vericuetos mentales del comisario jefe de los Tedax, sino que apareció en el análisis del laboratorio y, de hecho, se filtró casi inmediatamente a los medios de información aquel fatídico 11 de marzo.

La primera información en la que aparece la palabra nitroglicerina la transmitió la agencia Efe: «El análisis de un artefacto colocado junto a una valla de la estación de El Pozo y explosionado por la Policía ha podido determinar que el explosivo estaba compuesto por una mezcla de unos cinco kilos de titadine y nitroglicerina, considerada típica de ETA».

La agencia Europa Press también se refirió a ese componente citando fuentes policiales: «Las mismas fuentes explicaron que entre la composición de los explosivos se encontraba dinamita de la marca titadine, habitualmente utilizada por ETA, y nitroglicerina, sustancia química que amplía el efecto de la deflagración».

Errores técnicos al margen, lo importante de esas notas de agencia (la misma información se repitió a lo largo de toda la tarde en varios despachos) es que ambas citan la palabra nitroglicerina y lo hacen a una hora muy significativa.

La primera información de Efe está fechada a las 14.40 horas del 11 de marzo y la de Europa Press a las 15.48 horas de ese mismo día. Es decir, que las filtraciones sobre la composición del explosivo de los trenes se produjeron justo después de las 14.00 horas, cuando ya se había realizado el informe al que se refirió Sánchez Manzano en el Congreso.

La noticia no sólo apareció en las agencias de información, sino que fue recogida ese mismo día por websites como elmundo.es, y al día siguiente, en periódicos tan dispares como Gara o ABC. Este último diario apunta directamente a la existencia de dos tipos de explosivos distintos en los trenes: «Los atentados, ocurridos a partir de las 7.39 de la mañana, en plena hora punta y en zonas muy concurridas de la capital, se perpetraron mediante la colocación en vagones de cuatro trenes de cercanías de 13 mochilas, 10 de ellas con entre ocho y 10 kilogramos de explosivo, fundamentalmente dinamita, y las otras dos con entre 11 y 12 kilos de explosivo titadine y nitroglicerina».

Periodistas y medios tan distintos no pudieron inventarse la existencia de la nitroglicerina. Las fuentes policiales aquel día transmitieron casi inmediatamente lo que sabían fruto del análisis realizado por los Tedax en sus laboratorios.

Por tanto, el Ministerio del Interior tendrá que buscarse otra explicación, ya que la supuesta confusión de Sánchez Manzano resulta altamente inverosímil.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Olmo, Manzano.....
Anónimo ha dicho que…
Pedro J. Ramirez en la Tertulia de la Cope

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