Manzano admite que no se hizo ningún análisis 'científico' del explosivo del 11-M
21-01-07
11-M LA INVESTIGACION / La declaración del ex jefe de los Tedax, que aportó las pruebas clave para sostener la versión oficial de los hechos, no se había hecho pública y no está incorporada al sumario del 11-M
Manzano admite que no se hizo ningún análisis 'científico' del explosivo del 11-M
CASIMIRO GARCIA-ABADILLO / MANUEL MARRACO
11-M LA INVESTIGACION / La declaración del ex jefe de los Tedax, que aportó las pruebas clave para sostener la versión oficial de los hechos, no se había hecho pública y no está incorporada al sumario del 11-M
Manzano admite que no se hizo ningún análisis 'científico' del explosivo del 11-M
CASIMIRO GARCIA-ABADILLO / MANUEL MARRACO
MADRID.- Los análisis que hizo la Unidad de Desactivación de Explosivos el día 11 de marzo sobre las sustancias halladas en los focos de las explosiones de los trenes tenían «un carácter investigativo, no científico». Esa es una de las sorprendentes afirmaciones que realizó el ex comisario jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, en su declaración ante el juez Del Olmo el 17 de julio de 2006.
El titular del Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional llamó a declarar a Sánchez Manzano tras desvelar EL MUNDO la contradicción existente entre sus manifestaciones ante la Comisión de Investigación del 11-M, en las que afirmó que en los análisis se había detectado nitroglicerina, y el hecho de que dicha sustancia no sea uno de los componentes de la Goma 2 ECO, que, según el informe de los Tedax, fue el explosivo que usaron los terroristas en el atentado que costó la vida a 191 personas.
(.../...)
Hasta ahora, dicha declaración no había trascendido, ya que el juez Del Olmo ha puesto todas las trabas posibles para que no viera la luz. Las manifestaciones de Sánchez Manzano no han sido incorporadas al sumario del 11-M, sino que forman parte de las diligencias previas 147/2006 que se incluyen en una pieza separada sobre el explosivo utilizado el 11-M, abierta tras cerrarse el sumario.
Editorial en
A pesar de la insistencia de las partes personadas en el caso e, incluso, de la fiscal Olga Sánchez, Del Olmo se ha opuesto a incorporar dichas actuaciones al sumario del 11-M.
El que fuera comisario jefe de los Tedax fue destituido de su cargo a mediados del pasado mes de diciembre, aunque su posición era insostenible desde que EL MUNDO publicó las contradicciones en las que había incurrido.
Todos los sindicatos policiales pidieron su dimisión ya en el verano de 2006. Sin embargo, el Ministerio del Interior esperó infructuosamente hasta el mes de diciembre con el fin de encontrar un sustituto para un puesto clave en la Policía. El desgaste era tal, que el comisario general de Información, Miguel Valverde, forzó su destitución aún sin tener listo su relevo.
El testimonio de Sánchez Manzano ante Del Olmo pone de relieve, cuando menos, una injustificable falta de diligencia a la hora de gestionar la investigación de una de las pruebas más determinantes para determinar la autoría final del atentado.
Tras su sorprendente declaración sobre el «carácter investigativo» (se supone que los informes periciales que se remiten al juez deben tener un carácter científico), Sánchez Manzano confesó ante el juez que su Unidad «no puede dar la composición del explosivo, ni cuantitativamente, ni cualitativamente». Y añadió otro valioso dato sobre el laboratorio con el que cuentan los Tedax para hacer sus análisis sobre explosivos: «Realmente, no se trata de un laboratorio, sino de un grupo de investigación dentro de una unidad central con los medios elementales para conocer el tipo de explosivo, que es su única finalidad».
Es decir, que Sánchez Manzano reconoció explícitamente ante Del Olmo que el laboratorio de los Tedax no tiene capacidad técnica suficiente como para hacer los análisis que requerían las sustancias halladas en los focos de los trenes.
Para resumir, Sánchez Manzano afirma que lo único que se podía decir, con dichos medios, es que «el explosivo era dinamita, pero no discernir el tipo de dinamita». Lo cual es fundamental, porque tan dinamita es la Goma 2 Eco como el Titadyn.
El ex responsable de los Tedax también declaró que el día 11 de marzo en su Unidad no se llegó a elaborar ningún informe por escrito, y ello a pesar de que en su comparecencia ante la Comisión de Investigación parlamentaria, a preguntas del diputado del Partido Popular, Jaime Ignacio Del Burgo, admitió que «sí» había emitido un informe, aunque «luego se van haciendo los informes periciales».
Pero aún hizo ante el magistrado instructor una afirmación más inverosímil: «Fue sobre el día 26 de marzo que se elaboró mecanográficamente por escrito el resultado de los análisis realizados en los focos de las explosiones del 11 de marzo de 2004».
Hay que recordar que dicho informe no fue remitido a la Audiencia Nacional, hasta que el día 26 de abril el juez Del Olmo los requirió por escrito a la Unidad Central de Desactivación de Explosivos.
Recapitulando. El día 11 de marzo de 2004 Sánchez Manzano ordenó a la inspectora con carnet profesional 17.632 que realizara unos análisis sobre las sustancias halladas en los focos. Dicha funcionaria realizó algunas pruebas de laboratorio con los escasos medios a los que se refirió Sánchez Manzano.
Pero, incomprensiblemente, no se hizo ningún informe por escrito ¡hasta quince días después del atentado! A pesar de que los Tedax enviaron todas las demás muestras sobre sustancias explosivas a la Policía Científica, las de los focos, las más complicadas de analizar y las más relevantes desde el punto de vista penal, no se remitieron a dicha Unidad. A pesar de todo, no se remitió el informe por escrito hasta que el juez los requirió de forma explícita y apremiante.
Y, por si todo esto fuera poco, dicho informe sólo lleva la firma de la funcionaria que realizó las pruebas y la del propio Sánchez Manzano, con lo que se inclumplía la ley que exige que los informes periciales lleven al menos la firma de dos peritos.
A pesar de que, en su comparecencia ante la Comisión de Investigación del 11-M Sánchez Manzano se presentó como un experto, ante el juez Del Olmo fue mucho más modesto: reconoció que no era diplomado Tedax y que tampoco era licenciado en Químicas.
Es más, cuando el juez le preguntó por la composición de la Goma 2 ECO, Sánchez Manzano afirmó: «No recuerdo su composición exacta». Otro tanto dijo cuando Del Olmo le preguntó sobre la composición de Titadyn.
Entonces, ¿por qué dijo en varias ocasiones durante su comparecencia ante la Comisión Parlamentaria del 11-M que lo «único que se pudo encontrar fue nitroglicerina» al analizar los focos de las explosiones en los trenes?
A esa misma pregunta por parte del juez, Sánchez Manzano respondió que su manifestación en el Congreso de los Diputados fue «errónea» y lo justificó diciendo que él «no es un experto en explosivos». Sin embargo, los diputados le interrogaron como si, de hecho, lo fuera, y él asumió ese papel a plena satisfacción.
Lo verdaderamente increíble de la declaración de Sánchez Manzano que, como puede verse, está plagada de reveladoras afirmaciones, es que el juez Del Olmo en ningún momento le preguntara por qué no remitió las sustancias a la Policía Científica. O por qué esperó quince días para realizar el informe por escrito, cuando la Policía Científica entregó los suyos prácticamente en el mismo día en el que se le remitieron las sustancias.
¿Cómo es posible que el comisario jefe de los Tedax cometiera tamaño «error» en el Congreso de los Diputados y no lo rectificara posteriormente?
Sin duda, la clarificación sobre el tipo de explosivo que hizo volar por los aires los cuatro trenes de cercanías el 11-M será uno de los asuntos a dilucidar en el juicio oral que, con toda probabilidad, comenzará el próximo 19 de febrero.
El titular del Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional llamó a declarar a Sánchez Manzano tras desvelar EL MUNDO la contradicción existente entre sus manifestaciones ante la Comisión de Investigación del 11-M, en las que afirmó que en los análisis se había detectado nitroglicerina, y el hecho de que dicha sustancia no sea uno de los componentes de la Goma 2 ECO, que, según el informe de los Tedax, fue el explosivo que usaron los terroristas en el atentado que costó la vida a 191 personas.
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Hasta ahora, dicha declaración no había trascendido, ya que el juez Del Olmo ha puesto todas las trabas posibles para que no viera la luz. Las manifestaciones de Sánchez Manzano no han sido incorporadas al sumario del 11-M, sino que forman parte de las diligencias previas 147/2006 que se incluyen en una pieza separada sobre el explosivo utilizado el 11-M, abierta tras cerrarse el sumario.
Editorial en
A pesar de la insistencia de las partes personadas en el caso e, incluso, de la fiscal Olga Sánchez, Del Olmo se ha opuesto a incorporar dichas actuaciones al sumario del 11-M.
El que fuera comisario jefe de los Tedax fue destituido de su cargo a mediados del pasado mes de diciembre, aunque su posición era insostenible desde que EL MUNDO publicó las contradicciones en las que había incurrido.
Todos los sindicatos policiales pidieron su dimisión ya en el verano de 2006. Sin embargo, el Ministerio del Interior esperó infructuosamente hasta el mes de diciembre con el fin de encontrar un sustituto para un puesto clave en la Policía. El desgaste era tal, que el comisario general de Información, Miguel Valverde, forzó su destitución aún sin tener listo su relevo.
El testimonio de Sánchez Manzano ante Del Olmo pone de relieve, cuando menos, una injustificable falta de diligencia a la hora de gestionar la investigación de una de las pruebas más determinantes para determinar la autoría final del atentado.
Tras su sorprendente declaración sobre el «carácter investigativo» (se supone que los informes periciales que se remiten al juez deben tener un carácter científico), Sánchez Manzano confesó ante el juez que su Unidad «no puede dar la composición del explosivo, ni cuantitativamente, ni cualitativamente». Y añadió otro valioso dato sobre el laboratorio con el que cuentan los Tedax para hacer sus análisis sobre explosivos: «Realmente, no se trata de un laboratorio, sino de un grupo de investigación dentro de una unidad central con los medios elementales para conocer el tipo de explosivo, que es su única finalidad».
Es decir, que Sánchez Manzano reconoció explícitamente ante Del Olmo que el laboratorio de los Tedax no tiene capacidad técnica suficiente como para hacer los análisis que requerían las sustancias halladas en los focos de los trenes.
Para resumir, Sánchez Manzano afirma que lo único que se podía decir, con dichos medios, es que «el explosivo era dinamita, pero no discernir el tipo de dinamita». Lo cual es fundamental, porque tan dinamita es la Goma 2 Eco como el Titadyn.
El ex responsable de los Tedax también declaró que el día 11 de marzo en su Unidad no se llegó a elaborar ningún informe por escrito, y ello a pesar de que en su comparecencia ante la Comisión de Investigación parlamentaria, a preguntas del diputado del Partido Popular, Jaime Ignacio Del Burgo, admitió que «sí» había emitido un informe, aunque «luego se van haciendo los informes periciales».
Pero aún hizo ante el magistrado instructor una afirmación más inverosímil: «Fue sobre el día 26 de marzo que se elaboró mecanográficamente por escrito el resultado de los análisis realizados en los focos de las explosiones del 11 de marzo de 2004».
Hay que recordar que dicho informe no fue remitido a la Audiencia Nacional, hasta que el día 26 de abril el juez Del Olmo los requirió por escrito a la Unidad Central de Desactivación de Explosivos.
Recapitulando. El día 11 de marzo de 2004 Sánchez Manzano ordenó a la inspectora con carnet profesional 17.632 que realizara unos análisis sobre las sustancias halladas en los focos. Dicha funcionaria realizó algunas pruebas de laboratorio con los escasos medios a los que se refirió Sánchez Manzano.
Pero, incomprensiblemente, no se hizo ningún informe por escrito ¡hasta quince días después del atentado! A pesar de que los Tedax enviaron todas las demás muestras sobre sustancias explosivas a la Policía Científica, las de los focos, las más complicadas de analizar y las más relevantes desde el punto de vista penal, no se remitieron a dicha Unidad. A pesar de todo, no se remitió el informe por escrito hasta que el juez los requirió de forma explícita y apremiante.
Y, por si todo esto fuera poco, dicho informe sólo lleva la firma de la funcionaria que realizó las pruebas y la del propio Sánchez Manzano, con lo que se inclumplía la ley que exige que los informes periciales lleven al menos la firma de dos peritos.
A pesar de que, en su comparecencia ante la Comisión de Investigación del 11-M Sánchez Manzano se presentó como un experto, ante el juez Del Olmo fue mucho más modesto: reconoció que no era diplomado Tedax y que tampoco era licenciado en Químicas.
Es más, cuando el juez le preguntó por la composición de la Goma 2 ECO, Sánchez Manzano afirmó: «No recuerdo su composición exacta». Otro tanto dijo cuando Del Olmo le preguntó sobre la composición de Titadyn.
Entonces, ¿por qué dijo en varias ocasiones durante su comparecencia ante la Comisión Parlamentaria del 11-M que lo «único que se pudo encontrar fue nitroglicerina» al analizar los focos de las explosiones en los trenes?
A esa misma pregunta por parte del juez, Sánchez Manzano respondió que su manifestación en el Congreso de los Diputados fue «errónea» y lo justificó diciendo que él «no es un experto en explosivos». Sin embargo, los diputados le interrogaron como si, de hecho, lo fuera, y él asumió ese papel a plena satisfacción.
Lo verdaderamente increíble de la declaración de Sánchez Manzano que, como puede verse, está plagada de reveladoras afirmaciones, es que el juez Del Olmo en ningún momento le preguntara por qué no remitió las sustancias a la Policía Científica. O por qué esperó quince días para realizar el informe por escrito, cuando la Policía Científica entregó los suyos prácticamente en el mismo día en el que se le remitieron las sustancias.
¿Cómo es posible que el comisario jefe de los Tedax cometiera tamaño «error» en el Congreso de los Diputados y no lo rectificara posteriormente?
Sin duda, la clarificación sobre el tipo de explosivo que hizo volar por los aires los cuatro trenes de cercanías el 11-M será uno de los asuntos a dilucidar en el juicio oral que, con toda probabilidad, comenzará el próximo 19 de febrero.
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