«A las víctimas hay que darles voz y presencia en cualquier proceso de paz»

3-08-06


ALTO EL FUEGO / La legalización / BALTASAR GARZON / Magistrado-juez de Instrucción de la Audiencia Nacional

«A las víctimas hay que darles voz y presencia en cualquier proceso de paz»


Aunque prefiere no hablar del alto el fuego de ETA, porque, al ser juez de la Audiencia Nacional, tramita sumarios sobre miembros de la banda, afirma que desea «firmemente que se gane el pulso a los terroristas». Lo ha declarado en su pueblo, Torres (Jaén), donde ha dirigido un curso de verano organizado por la Universidad jiennense.


MARIA TAJADURA

Pregunta.- ¿Qué le parece que se negocie con ETA en el llamado proceso de paz?

Respuesta.- Me va a permitir que no pueda manifestarme con la amplitud que usted y los lectores querrían, por una razón muy simple: mi actividad actual es la de magistrado-juez central de Instrucción de la Audiencia Nacional y, como tal, tengo competencia en asuntos que afectan a esta pregunta. No sería ni correcto ni legal que me pronunciara.
(.../...)

P.- Pero, ¿es optimista sobre ese proceso?

R.- Yo, como cualquier ciudadano, lo que deseo firmemente es que se gane el pulso a los terroristas, que la violencia desaparezca y que, para eso, se desarrolle toda la actividad institucional dentro de la Constitución y de las leyes. Creo que eso es lo que queremos todos los españoles, y debemos aprovechar el acervo que tenemos desde bastantes años de lucha contra el terrorismo para que nos sirva de camino y de guía a la hora de buscar ese fin del terrorismo dentro de la legalidad.

Respecto al papel que tenga que desempeñar el Gobierno en torno a los diálogos que se deban establecer, no tengo ninguna opinión o, si la tengo, me la reservo por la primera razón que he dicho.

P.- ETA no ha dado muestras de arrepentimiento ni ha pedido perdón a las víctimas, y ha intentado extorsionar a empresarios después del alto el fuego. ¿Eso le hace dudar de las intenciones de la organización terrorista?

R.- Sobre los intentos de extorsión no puedo responder, porque yo tengo competencia para investigar esos hechos. En cuanto al primer aspecto de la pregunta, creo que la dignidad de las víctimas está por encima de todo en cualquier proceso de paz o de erradicación de la violencia. Siempre he dicho, y lo tengo publicado, que a las víctimas hay que darles una voz y una presencia en cualquier proceso de paz que quiera llegar a buen fin.

Respecto al perdón, yo considero necesario que lo pidan, en el sentido y con la amplitud que se establezca en su momento; cuando se trata de otorgar indultos, uno de los requisitos es el de mostrar arrepentimiento y haber indemnizado a las víctimas; en definitiva, haber reducido en lo posible el impacto del delito. Pero hay que tener en cuenta que si un terrorista es capaz de asesinar a personas y de acabar con la tranquilidad, con la libertad y con la seguridad, es difícil que vaya a aceptar tener que reconocer que se ha equivocado. Desde el punto de vista del terrorista, es bastante difícil; desde el de los demócratas y del Estado de Derecho, es conveniente y necesario.

P.- Las víctimas se oponen a cualquier concesión a los terroristas. ¿Puede llegar a buen fin un proceso de paz con unas víctimas que se sienten agraviadas por la negociación con ETA?

R.- Las víctimas siempre van a estar agraviadas, aunque se les recompense. La pérdida de un ser querido es insustituible y la pérdida de la libertad es muy difícil de superar. No es algo que dependa de una decisión política. El olvido, el perdón, la responsabilidad y los ataques a la dignidad no se imponen por decisión política.

P.- En estos tiempos, ¿los jueces deben dictar sus resoluciones teniendo en cuenta el nuevo marco de negociación o actuar como si no existiera?

R.- La Justicia tiene que actuar de acuerdo con el principio de legalidad y hacerlo, como siempre se ha hecho, con responsabilidad, imparcialidad e independencia, dentro del marco del Estado de Derecho y dentro del Estado del que, como tercer Poder, forma parte el Judicial. La cuestión política no tiene que ver absolutamente nada en el ámbito judicial.Y las valoraciones políticas de las resoluciones judiciales son muy negativas, máxime si se hacen en la fase de instrucción, es decir, cuando aún no es una sentencia definitiva, sino provisional, que puede ser modificada. Hay que diferenciar los campos y dejar que el Poder Judicial actúe con independencia, de acuerdo con la ley y con responsabilidad.

P.- ¿A usted, qué le parece que hayan tenido que transcurrir varios años y muchas denuncias periodísticas hasta que un juez ha empezado a investigar la presunta corrupción en Marbella y ha encarcelado a casi todos los miembros del Ayuntamiento, empresarios, abogados...?

R.- Cada cosa tiene su tiempo y las investigaciones se han llevado a cabo. Antes ha habido investigaciones allí sobre otros delitos, atribuidos a diferentes personas, y algunos siguen su trámite. Yo mismo, en el año 1987, cuando era inspector del Consejo General del Poder Judicial, en una inspección que realicé en los juzgados de Marbella ya puse de manifiesto la gravísima situación que se apreciaba. Cada cosa ha tenido su relevancia en su momento y ahora hay unos procesos abiertos que, sin duda y con todas las garantías, seguirán adelante.

P.- ¿Y cómo se puede explicar que Hacienda no detectara el enriquecimiento súbito de algunas personas que se ha comprobado después?

R.- Tampoco puedo contestar, por mi trabajo de juez.

P.- ¿Las mafias de la droga pueden estar relacionadas con la especulación urbanística?

R.- No tengo un conocimiento exacto de las investigaciones que lleva adelante el juez encargado de este caso, más allá de las noticias de la prensa. Pero con carácter general, y sin referirme en concreto a Marbella, las organizaciones de tráfico de drogas o blanqueo de dinero muchas veces han estado relacionadas con otras actividades fraudulentas, como puede ser la especulación urbanística. Pero esto no quiere decir que aquí ocurra o pueda ocurrir, no lo sé.

P.- ¿Qué opina de la absolución de todos los imputados en el caso Ollero?

R.- No conozco en profundidad el caso. Pero el hecho de que haya resoluciones judiciales contradictorias no es inusual. Por ejemplo, el caso del chico que estuvo en Guantánamo: fue entregado a España, condenado y ahora ha sido absuelto por el Tribunal Supremo. Lo importante, en estos casos, es que el proceso judicial se desarrolle con todas las garantías y, entre ellas, la de poder presentar el recurso que corresponda.

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