ETA había colocado en la furgoneta de Castellón casi el doble de explosivos que en Durango
29-08-07
VUELTA A LAS ARMAS / Los especialistas de la Guardia Civil elevan a más de 150 kilos de explosivo medio el material utilizado por el 'comando itinerante' / Los terroristas pretendían atentar el domingo por la mañana
ETA había colocado en la furgoneta de Castellón casi el doble de explosivos que en Durango
VUELTA A LAS ARMAS / Los especialistas de la Guardia Civil elevan a más de 150 kilos de explosivo medio el material utilizado por el 'comando itinerante' / Los terroristas pretendían atentar el domingo por la mañana
ETA había colocado en la furgoneta de Castellón casi el doble de explosivos que en Durango
MADRID.- Los análisis efectuados hasta ahora por el Grupo Especialista en Desactivación de Explosivos (Gedex) de la Guardia Civil apuntan que la carga explosiva activada por ETA en un olivar de Les Coves de Vinromà (Castellón) supera los 150 kilos de un explosivo de tipo medio del que suele utilizar habitualmente la banda. Esta cantidad supondría casi el doble que el que los terroristas utilizaron en el atentado contra la casa cuartel de Durango el pasado jueves, según informa Europa Press. En la acción de Durango los expertos apuntaron que ETA usó entre 80 y 100 kilos de, probablemente, amosal. Estas fuentes consideran también que es muy probable que fuera este mismo tipo de explosivo el que utilizaron en Castellón.
El motor de la furgoneta Mercedes Vito explosionada en Castellón apareció a 20 metros de donde se produjo la deflagración, que provocó un cráter de 10 metros de diámetro. Además, el tamaño más grande que quedó del vehículo apenas superaba los 20 centímetros. Sí quedó legible la matrícula, lo que permitió avanzar en las pesquisas.
(.../...)
Además, el comando itinerante etarra iba a cometer el atentado de Castellón a primera hora de la mañana del pasado domingo, según se desprende de las conversaciones mantenidas por los miembros de la banda con el matrimonio de Orio que, junto a su hijo de corta edad, fue secuestrado en Francia para utilizar su furgoneta en la acción terrorista.
Los secuestradores indicaron a los propietarios de la Mercedes Vito que los iban a mantener retenidos hasta el domingo por la mañana y que entonces serían puestos en libertad, según informa Vasco Press. Sin embargo, varias horas antes les advirtieron que habían surgido problemas y que se iba a retrasar su puesta en libertad, hecho que no se produjo hasta las 6.00 horas. Esos datos llevan a los investigadores a suponer que los miembros del comando etarra que se habían desplazado hasta Castellón iban a colocar el coche bomba durante la noche del sábado al domingo para que hiciera explosión a primera hora del día festivo. Una vez consumado el atentado, y sin riesgo de que la denuncia de los rehenes pusiera en peligro los planes terroristas, pondrían fin a la cautividad del matrimonio y su hijo.
Los planes de ETA se vinieron abajo porque, a las 23.00 horas del sábado, una patrulla de la Guardia Civil, alertada por un vecino de la localidad de Les Coves de Vinromá, inspeccionó el vehículo. Los etarras decidieron entonces programar la deflagración de los explosivos para 20 horas más tarde, tiempo que utilizaron para darse a la fuga alejándose de Castellón y, posiblemente, regresar a Francia.
Las declaraciones de los vecinos de la localidad castellonense han permitido determinar que el vehículo, robado a las 8.00 horas del viernes en Messanges (Las Landas), se encontraba ya estacionado en un paraje de monte de Les Coves de Vinromà el sábado por la mañana. En ese tiempo, los terroristas habían recorrido los más de 600 kilómetros que separan la localidad francesa del municipio levantino.
Los terroristas, al menos dos hombres, se habían desplazado conduciendo la Mercedes Vito y un segundo turismo que durante el viaje de ida hacía funciones de lanzadera, al circular por delante de la furgoneta para detectar la presencia policial, y que debía servir para regresar a Francia una vez colocado el coche bomba junto a su objetivo.
Algunos vecinos observaron el sábado por la mañana la presencia del vehículo estacionado en un descampado situado junto a un transformador eléctrico, al lado de una pista de tierra. En fuentes policiales se cree que los etarras se habían detenido para descansar del viaje y para hacer tiempo a que llegara la madrugada del sábado al domingo, un dato que aún se desconoce, a fin de colocar el furgón junto al objetivo que pretendían atacar.
Sin embargo, las previsiones etarras se frustraron cuando un vecino de Les Coves, radioaficionado y amante de la astronomía, salió por la noche a observar las estrellas y pretendió estacionar su vehículo en el descampado donde estaba la furgoneta. «Había dos hombres sentados a unos 25 metros de la furgoneta -declaró el testigo a los medios de comunicación-. No había mucha luz así que no puedo decir si eran rubios o morenos, pero parecían de complexión delgada».
El motor de la furgoneta Mercedes Vito explosionada en Castellón apareció a 20 metros de donde se produjo la deflagración, que provocó un cráter de 10 metros de diámetro. Además, el tamaño más grande que quedó del vehículo apenas superaba los 20 centímetros. Sí quedó legible la matrícula, lo que permitió avanzar en las pesquisas.
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Además, el comando itinerante etarra iba a cometer el atentado de Castellón a primera hora de la mañana del pasado domingo, según se desprende de las conversaciones mantenidas por los miembros de la banda con el matrimonio de Orio que, junto a su hijo de corta edad, fue secuestrado en Francia para utilizar su furgoneta en la acción terrorista.
Los secuestradores indicaron a los propietarios de la Mercedes Vito que los iban a mantener retenidos hasta el domingo por la mañana y que entonces serían puestos en libertad, según informa Vasco Press. Sin embargo, varias horas antes les advirtieron que habían surgido problemas y que se iba a retrasar su puesta en libertad, hecho que no se produjo hasta las 6.00 horas. Esos datos llevan a los investigadores a suponer que los miembros del comando etarra que se habían desplazado hasta Castellón iban a colocar el coche bomba durante la noche del sábado al domingo para que hiciera explosión a primera hora del día festivo. Una vez consumado el atentado, y sin riesgo de que la denuncia de los rehenes pusiera en peligro los planes terroristas, pondrían fin a la cautividad del matrimonio y su hijo.
Los planes de ETA se vinieron abajo porque, a las 23.00 horas del sábado, una patrulla de la Guardia Civil, alertada por un vecino de la localidad de Les Coves de Vinromá, inspeccionó el vehículo. Los etarras decidieron entonces programar la deflagración de los explosivos para 20 horas más tarde, tiempo que utilizaron para darse a la fuga alejándose de Castellón y, posiblemente, regresar a Francia.
Las declaraciones de los vecinos de la localidad castellonense han permitido determinar que el vehículo, robado a las 8.00 horas del viernes en Messanges (Las Landas), se encontraba ya estacionado en un paraje de monte de Les Coves de Vinromà el sábado por la mañana. En ese tiempo, los terroristas habían recorrido los más de 600 kilómetros que separan la localidad francesa del municipio levantino.
Los terroristas, al menos dos hombres, se habían desplazado conduciendo la Mercedes Vito y un segundo turismo que durante el viaje de ida hacía funciones de lanzadera, al circular por delante de la furgoneta para detectar la presencia policial, y que debía servir para regresar a Francia una vez colocado el coche bomba junto a su objetivo.
Algunos vecinos observaron el sábado por la mañana la presencia del vehículo estacionado en un descampado situado junto a un transformador eléctrico, al lado de una pista de tierra. En fuentes policiales se cree que los etarras se habían detenido para descansar del viaje y para hacer tiempo a que llegara la madrugada del sábado al domingo, un dato que aún se desconoce, a fin de colocar el furgón junto al objetivo que pretendían atacar.
Sin embargo, las previsiones etarras se frustraron cuando un vecino de Les Coves, radioaficionado y amante de la astronomía, salió por la noche a observar las estrellas y pretendió estacionar su vehículo en el descampado donde estaba la furgoneta. «Había dos hombres sentados a unos 25 metros de la furgoneta -declaró el testigo a los medios de comunicación-. No había mucha luz así que no puedo decir si eran rubios o morenos, pero parecían de complexión delgada».
Comentarios
Saludos antizETApé