¿Por qué necesitó el Gobierno negociar para constatar lo obvio?

27-08-07



Impresiones

¿Por qué necesitó el Gobierno negociar para constatar lo obvio?


Interior ha decretado la alerta máxima ante el riesgo de que ETA inicie una campaña de atentados con los que intentaría poner al Gobierno contra las cuerdas de una nueva negociación. La voluntad criminal de la banda quedó patente el viernes en Durango. Ese atentado, así como las últimas investigaciones sobre la capacidad operativa de ETA, de las que da hoy cuenta EL MUNDO, prueban que los terroristas aprovecharon la negociación propiciada por un voluntarista Zapatero para reorganizarse e intentar mejorar su capacidad mortífera. Interior cree que ETA tiene dos comandos estables en Navarra y Vizcaya, y otros dos itinerantes. La gravedad de la amenaza debería inducir a Zapatero a preguntarse hasta qué punto su exceso de confianza -en sí mismo y en la banda- dio margen a los asesinos en aras a una estrategia de rearme, abortada una y otra vez por el buen trabajo de las Fuerzas de Seguridad. Contra ETA es imprescindible «toda la firmeza del Estado de Derecho», como dijo el presidente, pero también la determinación en su derrota. Tal y como ayer admitió Rubalcaba, «Batasuna nunca ha tenido autonomía» porque, como estableció el Tribunal Supremo, la banda y su brazo político son la misma cosa. Los hechos vienen a demostrar que las cosas le hubieran ido mejor al país si no se hubieran echado a perder en la lucha contra ETA y su entorno los meses que duró el proceso de paz. La perogrullada de Rubalcaba subraya el sordo candor del que hizo gala Zapatero, un error en el que vuelve a incurrir en la medida en que no inicia a través de la Abogacía del Estado y de la Fiscalía la ilegalización de esa transmutación de Batasuna que es ANV. Este es el sillar sobre el que, en palabras del propio presidente, se puede levantar el «muro de la unidad de los partidos».

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