Interior cree que 4 comandos de ETA preparan atentados en serie
27-08-07
VUELTA A LAS ARMAS / Expertos antiterroristas creen que la banda tiene al menos cuatro comandos con los que podría iniciar una campaña intensa / En el laboratorio de la vivienda registrada en Francia se encontró ácido nítrico
Interior cree que 4 comandos de ETA preparan atentados en serie
FERNANDO LAZARO
VUELTA A LAS ARMAS / Expertos antiterroristas creen que la banda tiene al menos cuatro comandos con los que podría iniciar una campaña intensa / En el laboratorio de la vivienda registrada en Francia se encontró ácido nítrico
Interior cree que 4 comandos de ETA preparan atentados en serie
FERNANDO LAZARO
MADRID.- El Ministerio del Interior ha decretado la alerta máxima ante el riesgo de que la organización terrorista ETA vuelva a hacerse notar con una serie de atentados que podrían producirse en cualquier lugar de España.
Las principales sospechas se sitúan de nuevo en el País Vasco -donde la banda ya actuó el pasado viernes, al colocar más de 100 kilos de amosal ante el cuartel de la Guardia Civil en Durango (Vizcaya)-, pero también contemplan que extiendan su radio de acción a Navarra.
(.../...)
Fuentes de la investigación expresaron a este periódico su temor a que ETA haya planeado provocar en las próximas fechas uno o varios atentados simultáneos, o muy próximos en el tiempo, con el fin de hacer una demostración de su fuerza y sembrar el terror y la confusión entre la población española.
Interior sospecha que la banda dispone de al menos dos comandos estables, uno en Vizcaya y otro en Navarra, así como de dos grupos itinerantes con los que podría llevar a cabo sus acciones terroristas. Sigue en
El pasado viernes, los etarras lograron cometer su primer atentado tras el anuncio del final de la tregua y parecen estar dispuestos a no parar. Setenta y nueve días después de la ruptura del alto el fuego, un nuevo comando Vizcaya volvió a la carga con más de 100 kilos de explosivos colocados junto a la casa cuartel de la Guardia Civil en la localidad vizcaína de Durango. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado creen que van a intentar dejarse oír próximamente.
La estrategia de ETA consistiría en poner operativos a varios comandos a la vez para que actúen de forma que den la sensación de que desbordan a las Fuerzas de Seguridad.
Así, se estudia como hipótesis que un día los etarras cometan un atentado, por ejemplo, en Vizcaya, y en las siguientes 24 horas actúen en Madrid o en otro lugar de la península.
A este modus operandi ya recurrió la banda durante su época más sanguinaria, en la década de los 80, y tras finalizar, en noviembre de 1999, la tregua-trampa que declaró durante el Gobierno de José María Aznar.
El ejemplo más cercano de oleadas de atentados continuados tuvo lugar en el verano de 2000, cuando prácticamente se producían un día sí y otro no. Durante el mes de julio cometió una decena y agosto fue especialmente letal.
El 7 de agosto, cuatro terroristas murieron en Bilbao al estallar los 25 kilos de explosivos que transportaban en un coche y con los que pretendían atentar. El día 8, la explosión de un coche bomba acabó con la vida del presidente de la patronal guipuzcoana, José María Korta, en Zumaya (Guipúzcoa).
Sólo unas horas después, otro coche bomba estalló en la calle de Platerías de Madrid. Al día siguiente, un pistolero asesinó al subteniente del Ejército Francisco Casanova Vicente en la localidad navarra de Berriozar.
Durante esos dos meses, ETA mató a siete personas; entre ellos, el político socialista Juan María Jáuregi; el concejal del PP Manuel Indiano, e Irene Fernández, la primera guardia civil asesinada por la organización a lo largo de su historia.
En esta ocasión, los terroristas perseguirían, de esta forma, demostrar que la organización ha recuperado su capacidad operativa, que los expertos en la lucha antiterrorista consideraban -hasta ahora- bastante mermada.
Los investigadores creen que ETA cuenta al menos con cuatro comandos con los que va a intentar cometer su próxima oleada de terror.
Están prácticamente convencidos de que la banda tiene una sólida infraestructura en Vizcaya. Incluso ya se da por hecho la existencia del nuevo comando Vizcaya, al que se le atribuye el atentado de Durango.
Además, sospechan que existe otro grupo en Navarra.
También creen que ETA posee al menos dos comandos itinerantes listos para actuar, que podrían encontrarse en España o en Francia a la espera de recibir la orden de la dirección etarra que les haga pasar a la acción para atentar fuera del País Vasco.
Pero es el nuevo comando Vizcaya el que va a liderar las acciones terroristas que se produzcan a partir de ahora. Al parecer, tiene orden directa de la cúpula etarra para golpear con toda la fuerza que pueda.
Esta circunstancia hace temer a los agentes que en los próximos días la banda intentará perpetrar un nuevo atentado en esta provincia o en sus alrededores.
Mientras las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se preparan para el peor de los escenarios, prosiguen las pesquisas para esclarecer el siniestro de Durango.
Del análisis de los vídeos grabados por las cámaras de seguridad de la casa cuartel se han obtenido «pistas para trabajar» que, según fuentes de la investigación, van a permitir que se avance en la identificación de los individuos sospechosos de haber cometido el atentado. También se ha conocido que la furgoneta en la que se colocaron los más de 100 kilos de explosivos fue robada en la localidad vizcaína de Munguía tres días antes.
Durante este tiempo permaneció en un garaje privado que tiene la banda en algún lugar de la provincia, en donde se preparó el artefacto explosivo. De momento no se conoce con exactitud su ubicación.
Se cree que la bomba estaba compuesta de amosal, a falta de los últimos análisis químicos. Los explosivos fueron traídos desde Francia, ya mezclados, por otro grupo de etarras que también habría aprovechado para introducir en nuestro país más material para otros comandos y para futuras acciones terroristas.
Las principales sospechas se sitúan de nuevo en el País Vasco -donde la banda ya actuó el pasado viernes, al colocar más de 100 kilos de amosal ante el cuartel de la Guardia Civil en Durango (Vizcaya)-, pero también contemplan que extiendan su radio de acción a Navarra.
(.../...)
Fuentes de la investigación expresaron a este periódico su temor a que ETA haya planeado provocar en las próximas fechas uno o varios atentados simultáneos, o muy próximos en el tiempo, con el fin de hacer una demostración de su fuerza y sembrar el terror y la confusión entre la población española.
Interior sospecha que la banda dispone de al menos dos comandos estables, uno en Vizcaya y otro en Navarra, así como de dos grupos itinerantes con los que podría llevar a cabo sus acciones terroristas. Sigue en
El pasado viernes, los etarras lograron cometer su primer atentado tras el anuncio del final de la tregua y parecen estar dispuestos a no parar. Setenta y nueve días después de la ruptura del alto el fuego, un nuevo comando Vizcaya volvió a la carga con más de 100 kilos de explosivos colocados junto a la casa cuartel de la Guardia Civil en la localidad vizcaína de Durango. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado creen que van a intentar dejarse oír próximamente.
La estrategia de ETA consistiría en poner operativos a varios comandos a la vez para que actúen de forma que den la sensación de que desbordan a las Fuerzas de Seguridad.
Así, se estudia como hipótesis que un día los etarras cometan un atentado, por ejemplo, en Vizcaya, y en las siguientes 24 horas actúen en Madrid o en otro lugar de la península.
A este modus operandi ya recurrió la banda durante su época más sanguinaria, en la década de los 80, y tras finalizar, en noviembre de 1999, la tregua-trampa que declaró durante el Gobierno de José María Aznar.
El ejemplo más cercano de oleadas de atentados continuados tuvo lugar en el verano de 2000, cuando prácticamente se producían un día sí y otro no. Durante el mes de julio cometió una decena y agosto fue especialmente letal.
El 7 de agosto, cuatro terroristas murieron en Bilbao al estallar los 25 kilos de explosivos que transportaban en un coche y con los que pretendían atentar. El día 8, la explosión de un coche bomba acabó con la vida del presidente de la patronal guipuzcoana, José María Korta, en Zumaya (Guipúzcoa).
Sólo unas horas después, otro coche bomba estalló en la calle de Platerías de Madrid. Al día siguiente, un pistolero asesinó al subteniente del Ejército Francisco Casanova Vicente en la localidad navarra de Berriozar.
Durante esos dos meses, ETA mató a siete personas; entre ellos, el político socialista Juan María Jáuregi; el concejal del PP Manuel Indiano, e Irene Fernández, la primera guardia civil asesinada por la organización a lo largo de su historia.
En esta ocasión, los terroristas perseguirían, de esta forma, demostrar que la organización ha recuperado su capacidad operativa, que los expertos en la lucha antiterrorista consideraban -hasta ahora- bastante mermada.
Los investigadores creen que ETA cuenta al menos con cuatro comandos con los que va a intentar cometer su próxima oleada de terror.
Están prácticamente convencidos de que la banda tiene una sólida infraestructura en Vizcaya. Incluso ya se da por hecho la existencia del nuevo comando Vizcaya, al que se le atribuye el atentado de Durango.
Además, sospechan que existe otro grupo en Navarra.
También creen que ETA posee al menos dos comandos itinerantes listos para actuar, que podrían encontrarse en España o en Francia a la espera de recibir la orden de la dirección etarra que les haga pasar a la acción para atentar fuera del País Vasco.
Pero es el nuevo comando Vizcaya el que va a liderar las acciones terroristas que se produzcan a partir de ahora. Al parecer, tiene orden directa de la cúpula etarra para golpear con toda la fuerza que pueda.
Esta circunstancia hace temer a los agentes que en los próximos días la banda intentará perpetrar un nuevo atentado en esta provincia o en sus alrededores.
Mientras las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se preparan para el peor de los escenarios, prosiguen las pesquisas para esclarecer el siniestro de Durango.
Del análisis de los vídeos grabados por las cámaras de seguridad de la casa cuartel se han obtenido «pistas para trabajar» que, según fuentes de la investigación, van a permitir que se avance en la identificación de los individuos sospechosos de haber cometido el atentado. También se ha conocido que la furgoneta en la que se colocaron los más de 100 kilos de explosivos fue robada en la localidad vizcaína de Munguía tres días antes.
Durante este tiempo permaneció en un garaje privado que tiene la banda en algún lugar de la provincia, en donde se preparó el artefacto explosivo. De momento no se conoce con exactitud su ubicación.
Se cree que la bomba estaba compuesta de amosal, a falta de los últimos análisis químicos. Los explosivos fueron traídos desde Francia, ya mezclados, por otro grupo de etarras que también habría aprovechado para introducir en nuestro país más material para otros comandos y para futuras acciones terroristas.
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