La Guardia Civil cree que Trashorras adiestró a los terroristas del 11-M
12-10-04
11-M LA INVESTIGACION
La Guardia Civil cree que Trashorras adiestró a los terroristas del 11-M
Un informe remitido al juez Del Olmo explica que el ex minero era la única persona del entorno de los terroristas con conocimientos de explosivos
AGUSTIN YANEL. MANUEL MARRACO
11-M LA INVESTIGACION
La Guardia Civil cree que Trashorras adiestró a los terroristas del 11-M
Un informe remitido al juez Del Olmo explica que el ex minero era la única persona del entorno de los terroristas con conocimientos de explosivos
AGUSTIN YANEL. MANUEL MARRACO
MADRID.- La Guardia Civil apunta al ex minero Emilio Suárez Trashorras como la persona que adiestró a los autores del 11-M en el uso de explosivos, «posibilitando de esta manera la comisión de acciones terroristas».
Así lo recoge un informe de 39 páginas remitido ayer por el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo al Congreso de los Diputados, y sobre el que ha levantado el secreto del sumario.
(.../...)
Para llegar a esa conclusión, el Instituto Armado parte de que, tres meses antes de los atentados, Jamal Ahmidan, El Chino -uno de los líderes de la célula islamista-, «carecía de los conocimientos técnicos y la experiencia necesaria para manejar con seguridad los detonadores y, por tanto, las cargas explosivas».
Esta afirmación se basa en el hecho de que, según relató en su declaración el propio Trashorras, en las Navidades de 2003 uno de esos detonadores estalló cuando estaba siendo manipulado por El Chino, por Rachid Aglif y por el confidente de la Guardia Civil Rafá Zouhier (el primero murió en el suicidio colectivo de Leganés y los otros dos se encuentran en prisión). Está claro que, tres meses más tarde, los miembros de la célula terrorista «ya habían adquirido capacitación suficiente».
De los datos existentes el pasado 1 de junio, momento en el que se elaboró el informe, la Guardia Civil destaca que «únicamente Emilio Suárez Trashorras tenía demostrada experiencia en la manipulación y manejo de los detonadores y explosivos específicos utilizados por los terroristas».
Por esa razón, «y debido a la intensa relación y numerosos contactos mantenidos por Suárez Trashorras y algunos de los terroristas más destacados, se estima posible que el ex minero proporcionara a los terroristas el entrenamiento necesario en la manipulación y manejo de detonadores y Goma 2 entre los meses de enero y marzo de 2004».
El documento -denominado Investigación sobre el origen de los explosivos utilizados en los atentados del 11 de Marzo- fue remitido a principios de junio al Juzgado Central de Instrucción número 6. Desde entonces, ha estado sometido a secreto sumarial, pero desde ayer forma parte del conjunto de informes sobre los que el juez ha acordado alzar el secreto.
A petición de la fiscal
Del Olmo adoptó esta medida a petición de la fiscal de Menores de la Audiencia Nacional, Blanca Rodríguez. La fiscal ultima estos días la instrucción del expediente sobre El Gitanillo, el único menor imputado por el 11-M, y, para ello, solicitó el pasado 29 de septiembre a Del Olmo que alzase el secreto sobre las declaraciones policiales y judiciales de dos de los imputados en el 11-M: Suárez Trashorras e Iván Granados Peña.
También solicitaba la fiscal que la medida alcanzase a «todos los informes y pericias que figuran en la causa relativos al origen y procedencia de las sustancias explosivas y detonadores, así como sobre el tipo de todas las sustancias intervenidas».
Ayer, el juez aceptó la petición y, además, acordó remitir al Congreso los informes periciales, al estar relacionados con los hechos que investiga la Comisión de Investigación del 11-M.
El ex minero Emilio Suárez Trashorras se encuentra en prisión desde el pasado 23 de marzo por su vinculación en la trama de los explosivos empleados en el 11 de Marzo.
La Guardia Civil describe la relación de Trashorras con varios de los autores del 11-M como «intensa, directa y continuada» hasta poco antes de los atentados. Esta relación, explica, «podría basarse en un intercambio comercial de sustancias estupefacientes, posiblemente hachís, por material explosivo».
Papel «imprescindible»
Otros dos miembros de la trama de Avilés, pese a estar igualmente imputados en la causa e incluidos por las Fuerzas de Seguridad «dentro del entramado delincuencial que facilitó el acceso a los explosivos a la célula responsable del 11-M», se encuentran en libertad. Se trata de la mujer de Trashorras, Carmen Toro Castro, y del hermano de ésta, Antonio.
En el mismo informe, la Guardia Civil describe el papel de Carmen Toro como «activo e imprescindible, facilitando la comunicación entre los restantes miembros de la red, y posibilitando de esta manera que los terroristas pudieran obtener los explosivos necesarios para perpetrar los atentados».
Carmen Toro se reunió en Madrid al menos en dos ocasiones con Jamal Ahmidan, El Chino, con Mohamed Oulad Akcha, con su marido y con otras personas. La Guardia Civil sospecha que en la última reunión, el 26 de febrero, visitó la casa de Morata de Tajuña (Madrid), donde presuntamente el comando del 11-M fabricó los artefactos para cometer los atentados y preparó las mochilas bomba.
Además, entre el 22 de enero y el 4 de febrero, Carmen Toro telefoneó en cuatro ocasiones a El Chino. Además, mantuvo otras conversaciones telefónicas con su hermano, con Javier González Díaz, El Dinamita, y con Manuel García Rodríguez, inspector jefe de Estupefacientes de Avilés.
La Guardia Civil descarta que su marido y ella utilizaran indistintamente sus dos teléfonos, por lo que cree que esas llamadas las realizó Carmen Toro.
Además, la Guardia Civil incluye en su informe una pormenorizada relación de las numerosas conversaciones telefónicas que Emilio Suárez Trashorras mantuvo con varias personas presuntamente relacionadas con los atentados en poco más de dos meses, entre el 17 de enero y el 22 de marzo pasados.
Aunque han utilizado sobre todo teléfonos móviles, los agentes han comprobado que varias llamadas que recibió El Chino fueron realizadas desde una cabina telefónica pública de Avilés, situada cerca del domicilio de Emilio Suárez Trashorras y de Carmen Toro.
Estos informes fueron distribuidos ayer a los distintos grupos parlamentarios del Congreso. Los 16 diputados que integran la Comisión del 11-M los estudiarán y, con toda probabilidad, preguntarán sobre su contenido a algunos de los próximos comparecientes, entre los que se encuentran varios mandos policiales y de la Guardia Civil de Asturias.
Así lo recoge un informe de 39 páginas remitido ayer por el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo al Congreso de los Diputados, y sobre el que ha levantado el secreto del sumario.
(.../...)
Para llegar a esa conclusión, el Instituto Armado parte de que, tres meses antes de los atentados, Jamal Ahmidan, El Chino -uno de los líderes de la célula islamista-, «carecía de los conocimientos técnicos y la experiencia necesaria para manejar con seguridad los detonadores y, por tanto, las cargas explosivas».
Esta afirmación se basa en el hecho de que, según relató en su declaración el propio Trashorras, en las Navidades de 2003 uno de esos detonadores estalló cuando estaba siendo manipulado por El Chino, por Rachid Aglif y por el confidente de la Guardia Civil Rafá Zouhier (el primero murió en el suicidio colectivo de Leganés y los otros dos se encuentran en prisión). Está claro que, tres meses más tarde, los miembros de la célula terrorista «ya habían adquirido capacitación suficiente».
De los datos existentes el pasado 1 de junio, momento en el que se elaboró el informe, la Guardia Civil destaca que «únicamente Emilio Suárez Trashorras tenía demostrada experiencia en la manipulación y manejo de los detonadores y explosivos específicos utilizados por los terroristas».
Por esa razón, «y debido a la intensa relación y numerosos contactos mantenidos por Suárez Trashorras y algunos de los terroristas más destacados, se estima posible que el ex minero proporcionara a los terroristas el entrenamiento necesario en la manipulación y manejo de detonadores y Goma 2 entre los meses de enero y marzo de 2004».
El documento -denominado Investigación sobre el origen de los explosivos utilizados en los atentados del 11 de Marzo- fue remitido a principios de junio al Juzgado Central de Instrucción número 6. Desde entonces, ha estado sometido a secreto sumarial, pero desde ayer forma parte del conjunto de informes sobre los que el juez ha acordado alzar el secreto.
A petición de la fiscal
Del Olmo adoptó esta medida a petición de la fiscal de Menores de la Audiencia Nacional, Blanca Rodríguez. La fiscal ultima estos días la instrucción del expediente sobre El Gitanillo, el único menor imputado por el 11-M, y, para ello, solicitó el pasado 29 de septiembre a Del Olmo que alzase el secreto sobre las declaraciones policiales y judiciales de dos de los imputados en el 11-M: Suárez Trashorras e Iván Granados Peña.
También solicitaba la fiscal que la medida alcanzase a «todos los informes y pericias que figuran en la causa relativos al origen y procedencia de las sustancias explosivas y detonadores, así como sobre el tipo de todas las sustancias intervenidas».
Ayer, el juez aceptó la petición y, además, acordó remitir al Congreso los informes periciales, al estar relacionados con los hechos que investiga la Comisión de Investigación del 11-M.
El ex minero Emilio Suárez Trashorras se encuentra en prisión desde el pasado 23 de marzo por su vinculación en la trama de los explosivos empleados en el 11 de Marzo.
La Guardia Civil describe la relación de Trashorras con varios de los autores del 11-M como «intensa, directa y continuada» hasta poco antes de los atentados. Esta relación, explica, «podría basarse en un intercambio comercial de sustancias estupefacientes, posiblemente hachís, por material explosivo».
Papel «imprescindible»
Otros dos miembros de la trama de Avilés, pese a estar igualmente imputados en la causa e incluidos por las Fuerzas de Seguridad «dentro del entramado delincuencial que facilitó el acceso a los explosivos a la célula responsable del 11-M», se encuentran en libertad. Se trata de la mujer de Trashorras, Carmen Toro Castro, y del hermano de ésta, Antonio.
En el mismo informe, la Guardia Civil describe el papel de Carmen Toro como «activo e imprescindible, facilitando la comunicación entre los restantes miembros de la red, y posibilitando de esta manera que los terroristas pudieran obtener los explosivos necesarios para perpetrar los atentados».
Carmen Toro se reunió en Madrid al menos en dos ocasiones con Jamal Ahmidan, El Chino, con Mohamed Oulad Akcha, con su marido y con otras personas. La Guardia Civil sospecha que en la última reunión, el 26 de febrero, visitó la casa de Morata de Tajuña (Madrid), donde presuntamente el comando del 11-M fabricó los artefactos para cometer los atentados y preparó las mochilas bomba.
Además, entre el 22 de enero y el 4 de febrero, Carmen Toro telefoneó en cuatro ocasiones a El Chino. Además, mantuvo otras conversaciones telefónicas con su hermano, con Javier González Díaz, El Dinamita, y con Manuel García Rodríguez, inspector jefe de Estupefacientes de Avilés.
La Guardia Civil descarta que su marido y ella utilizaran indistintamente sus dos teléfonos, por lo que cree que esas llamadas las realizó Carmen Toro.
Además, la Guardia Civil incluye en su informe una pormenorizada relación de las numerosas conversaciones telefónicas que Emilio Suárez Trashorras mantuvo con varias personas presuntamente relacionadas con los atentados en poco más de dos meses, entre el 17 de enero y el 22 de marzo pasados.
Aunque han utilizado sobre todo teléfonos móviles, los agentes han comprobado que varias llamadas que recibió El Chino fueron realizadas desde una cabina telefónica pública de Avilés, situada cerca del domicilio de Emilio Suárez Trashorras y de Carmen Toro.
Estos informes fueron distribuidos ayer a los distintos grupos parlamentarios del Congreso. Los 16 diputados que integran la Comisión del 11-M los estudiarán y, con toda probabilidad, preguntarán sobre su contenido a algunos de los próximos comparecientes, entre los que se encuentran varios mandos policiales y de la Guardia Civil de Asturias.
Comentarios