Rajoy advierte a Zapatero de que «no puede ceder más ante ETA»
05-11-06
Rajoy advierte a Zapatero de que «no puede ceder más ante ETA»
Llamazares (IU) insta a la banda a dejar «todo acto de violencia» y Urkullu (PNV) cree que su comunicado «no aporta nada nuevo»
BARBARA ALCALDE / Corresponsal
Rajoy advierte a Zapatero de que «no puede ceder más ante ETA»
Llamazares (IU) insta a la banda a dejar «todo acto de violencia» y Urkullu (PNV) cree que su comunicado «no aporta nada nuevo»
BARBARA ALCALDE / Corresponsal
GRANADA.- El presidente del PP se mostró contundente ayer contra ETA, que, según señaló, «ha vuelto a amenazar a los españoles dando un plazo al Gobierno para que cumpla con sus compromisos». Su exigencia de constituir una mesa de partidos como garantía de continuidad del proceso de paz no hace, a juicio de Mariano Rajoy, sino confirmar «que ETA no cambia, continúa con la extorsión y vuelve a amenazar con usar las armas, lo que significa que no quiere la paz».
Rajoy advirtió al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de que «no puede ceder más», dado que los terroristas sólo quieren «que se haga lo que digan ellos: la autodeterminación, Navarra, presentarse a elecciones y que se ponga a los presos en la calle».
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La salida más «inteligente y prudente» para el Gobierno español en estos momentos, según Rajoy, pasa por «volver a la normalidad, al Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo, a la Ley y al Estado de Derecho». Sobre el proceso de paz el presidente del PP se preguntó «qué clase de proceso es éste, con cócteles molotov, amenazas y robos de pistolas», y «qué compromisos adquirió Zapatero con la banda terrorista».
Por su parte, el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, instó a ETA a abandonar «todo acto de violencia», para que así «sus hechos se correspondan más con sus palabras» y demuestre la intención que ha manifestado en su último comunicado de hacer un «nuevo esfuerzo en el carril de la negociación».
El coordinador general de Izquierda Unida-Ezker Batua (IU-EB), Javier Madrazo, advirtió a ETA de que la sociedad vasca «no va a permitir que se rompa el alto el fuego». Añadió que los terroristas no pueden tutelar el proceso político para alcanzar la paz y dijo que deben delegar sus reivindicaciones políticas en Batasuna.
El portavoz del PNV, Iñigo Urkullu, reclamó a ETA que «no usurpe el nombre del pueblo vasco ni frustre sus ansias de paz y de normalización». En un comunicado, advirtió que, aunque «todos» deben dar «pasos» para lograr la paz y la normalización en el País Vasco, es la banda terrorista la que «sigue teniendo una deuda con la sociedad vasca desde hace 40 años».
Destacó que «hoy es un día más» sin violencia con «costes personales», pero expresó su preocupación por que la permanencia de actos de violencia callejera pueda «reproducir miméticamente el cáncer» de la tregua de 1998. A su juicio, el último boletín de la banda «no aporta nada nuevo», e incluso cuestionó «en nombre de quién habla» la organización.
El presidente de la Asociación Víctimas del Terrorismo, Francisco José Alcaraz, aseguró que «el último comunicado de ETA deja claro que no hay un proceso de paz y que el Gobierno de España está mintiendo a los ciudadanos».
Mikel Buesa, portavoz del Foro Ermua, declaró que el pronunciamiento de ETA en su boletín interno «viene a ratificar que no estamos en el final del terrorismo y que el Gobierno, al menos, ha generado unas expectativas en ETA que es incapaz de satisfacer».
Rajoy advirtió al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de que «no puede ceder más», dado que los terroristas sólo quieren «que se haga lo que digan ellos: la autodeterminación, Navarra, presentarse a elecciones y que se ponga a los presos en la calle».
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La salida más «inteligente y prudente» para el Gobierno español en estos momentos, según Rajoy, pasa por «volver a la normalidad, al Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo, a la Ley y al Estado de Derecho». Sobre el proceso de paz el presidente del PP se preguntó «qué clase de proceso es éste, con cócteles molotov, amenazas y robos de pistolas», y «qué compromisos adquirió Zapatero con la banda terrorista».
Por su parte, el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, instó a ETA a abandonar «todo acto de violencia», para que así «sus hechos se correspondan más con sus palabras» y demuestre la intención que ha manifestado en su último comunicado de hacer un «nuevo esfuerzo en el carril de la negociación».
El coordinador general de Izquierda Unida-Ezker Batua (IU-EB), Javier Madrazo, advirtió a ETA de que la sociedad vasca «no va a permitir que se rompa el alto el fuego». Añadió que los terroristas no pueden tutelar el proceso político para alcanzar la paz y dijo que deben delegar sus reivindicaciones políticas en Batasuna.
El portavoz del PNV, Iñigo Urkullu, reclamó a ETA que «no usurpe el nombre del pueblo vasco ni frustre sus ansias de paz y de normalización». En un comunicado, advirtió que, aunque «todos» deben dar «pasos» para lograr la paz y la normalización en el País Vasco, es la banda terrorista la que «sigue teniendo una deuda con la sociedad vasca desde hace 40 años».
Destacó que «hoy es un día más» sin violencia con «costes personales», pero expresó su preocupación por que la permanencia de actos de violencia callejera pueda «reproducir miméticamente el cáncer» de la tregua de 1998. A su juicio, el último boletín de la banda «no aporta nada nuevo», e incluso cuestionó «en nombre de quién habla» la organización.
El presidente de la Asociación Víctimas del Terrorismo, Francisco José Alcaraz, aseguró que «el último comunicado de ETA deja claro que no hay un proceso de paz y que el Gobierno de España está mintiendo a los ciudadanos».
Mikel Buesa, portavoz del Foro Ermua, declaró que el pronunciamiento de ETA en su boletín interno «viene a ratificar que no estamos en el final del terrorismo y que el Gobierno, al menos, ha generado unas expectativas en ETA que es incapaz de satisfacer».
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