DE LA PRUDENCIA DEL VATICANO A LA IMPRUDENCIA DEL PSOE
06-08-06
EDITORIAL
DE LA PRUDENCIA DEL VATICANO A LA IMPRUDENCIA DEL PSOE
EDITORIAL
DE LA PRUDENCIA DEL VATICANO A LA IMPRUDENCIA DEL PSOE
Nada sabemos de los contactos que presumiblemente va a mantener el Gobierno este verano con miembros de ETA, pero lo que EL MUNDO publica hoy confirma que el PSOE y la banda terrorista buscaron vías de diálogo antes de las elecciones generales de marzo de 2004.
Esas vías cristalizaron en un acuerdo para que El Vaticano mediara en unas futuras conversaciones entre el Gobierno y ETA. Dos meses después de las elecciones, el 22 de mayo de 2004, tuvo lugar un encuentro en Roma entre Jesús Eguiguren, presidente del PSE, y el cardenal francés Roger Etchegaray, mediador en la guerra de Irak. Semanas después, Etchegaray celebró una reunión en el sur de Francia con dirigentes de Batasuna.
Ni los argumentos de Eguiguren ni el diálogo con Batasuna sirvieron para convencer al cardenal, que renunció a la mediación. El Vaticano sugirió entonces que consideraba preferible que ese papel lo jugara la Iglesia vasca, alegando su mayor cercanía y conocimiento del asunto.
La respuesta abortó la mediación de la Iglesia, ya que había serias reticencias en el entorno de ETA a fiarse de los obispos vascos, a los que consideran muy cercanos a las tesis del PNV.
Hay que recordar que el actual obispo de San Sebastián, monseñor Juan María Uriarte, participó en las contactos entre el Gobierno de Aznar y ETA durante la tregua de 1998, aunque no lo hizo como mediador sino como una especie de testigo de eventuales acuerdos que no se alcanzaron.
En esta ocasión, el cardenal Etchegaray rechazó con una mezcla de sentido común y prudencia una mediación que habría sido muy polémica en caso de ser aceptada. Pero lo que pone en evidencia la información que hoy publica EL MUNDO es que el PSOE y la banda mantenían contactos antes de las elecciones de 2004, como ponen de relieve las notas incautadas al etarra Esparza.
No cabe ni la menor duda de que la propuesta de mediación a Etchegaray en mayo de 2004 fue el resultado de unos intentos de acercamiento -fuera directamente con ETA o a través de la ilegalizada Batasuna- que se venían gestando muchos meses antes.
Ello demuestra que el PSOE no fue leal con el PP, que era entonces su socio en el Pacto Antiterrorista, que posibilitó la ilegalización de Batasuna, tan crecida hoy que ha convocado una manifestación el próximo domingo en San Sebastián para pedir la autoderminación. Evidentemente, el PSOE jamás informó al PP de su doble juego.
El Gobierno y los dirigentes socialistas niegan ahora que exista el más mínimo acuerdo con ETA y hay, por lo menos, que concederles el beneficio de la duda. Pero el intento de obtener la mediación en secreto del Vaticano es un mal precedente que justifica la desconfianza del principal partido de la oposición respecto a Zapatero.
Esas vías cristalizaron en un acuerdo para que El Vaticano mediara en unas futuras conversaciones entre el Gobierno y ETA. Dos meses después de las elecciones, el 22 de mayo de 2004, tuvo lugar un encuentro en Roma entre Jesús Eguiguren, presidente del PSE, y el cardenal francés Roger Etchegaray, mediador en la guerra de Irak. Semanas después, Etchegaray celebró una reunión en el sur de Francia con dirigentes de Batasuna.
Ni los argumentos de Eguiguren ni el diálogo con Batasuna sirvieron para convencer al cardenal, que renunció a la mediación. El Vaticano sugirió entonces que consideraba preferible que ese papel lo jugara la Iglesia vasca, alegando su mayor cercanía y conocimiento del asunto.
La respuesta abortó la mediación de la Iglesia, ya que había serias reticencias en el entorno de ETA a fiarse de los obispos vascos, a los que consideran muy cercanos a las tesis del PNV.
Hay que recordar que el actual obispo de San Sebastián, monseñor Juan María Uriarte, participó en las contactos entre el Gobierno de Aznar y ETA durante la tregua de 1998, aunque no lo hizo como mediador sino como una especie de testigo de eventuales acuerdos que no se alcanzaron.
En esta ocasión, el cardenal Etchegaray rechazó con una mezcla de sentido común y prudencia una mediación que habría sido muy polémica en caso de ser aceptada. Pero lo que pone en evidencia la información que hoy publica EL MUNDO es que el PSOE y la banda mantenían contactos antes de las elecciones de 2004, como ponen de relieve las notas incautadas al etarra Esparza.
No cabe ni la menor duda de que la propuesta de mediación a Etchegaray en mayo de 2004 fue el resultado de unos intentos de acercamiento -fuera directamente con ETA o a través de la ilegalizada Batasuna- que se venían gestando muchos meses antes.
Ello demuestra que el PSOE no fue leal con el PP, que era entonces su socio en el Pacto Antiterrorista, que posibilitó la ilegalización de Batasuna, tan crecida hoy que ha convocado una manifestación el próximo domingo en San Sebastián para pedir la autoderminación. Evidentemente, el PSOE jamás informó al PP de su doble juego.
El Gobierno y los dirigentes socialistas niegan ahora que exista el más mínimo acuerdo con ETA y hay, por lo menos, que concederles el beneficio de la duda. Pero el intento de obtener la mediación en secreto del Vaticano es un mal precedente que justifica la desconfianza del principal partido de la oposición respecto a Zapatero.
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