GARZON SE HA GANADO UNA SEVERA SANCION

12-10-06



Editorial

GARZON SE HA GANADO UNA SEVERA SANCION


Los peritos Manuel Escribano e Isabel López han presentado un escrito ante la Inspección del Consejo General del Poder Judicial, en el que denuncian malos tratos, vejaciones y abuso de sus prerrogativas del juez Garzón. La lectura del testimonio de los dos peritos sobre su interrogatorio en la Audiencia Nacional es impresionante y su verosimilitud queda muy reforzada tanto por los datos concretos que aportan como por los hechos objetivos que conocemos, que encajan con lo que ambos denuncian.

El perito Escribano se lamenta de un trato «agresivo, vejatorio y humillante» y afirma que Garzón le presionó de forma «airada y amenazante», gritando «fuera de sus casillas» en un intento de hacerle responder lo que él quería escuchar. Escribano dice que entró al juzgado a las cinco de la tarde y no fue llamado a declarar hasta la una de la madrugada. A pesar de que había sido citado como testigo, no se le dió la oportunidad de ingerir alimento alguno salvo un yogur que le dió una secretaria.
(.../...)

Isabel López describe al juez como una persona alterada psicológicamente, con ataques de cólera y profiriendo continuas amenazas. Lo más importante de este testimonio es que explica perfectamente por qué volvieron a firmar el informe que habían realizado el 21 de marzo de 2005. Lo que dice Isabel López es muy simple: el informe había desaparecido de los archivos de la Comisaría General de Policía Científica y firmaron una copia guardada en un disquete de Escribano. La explicación es coherente y comprensible, por lo que esta mujer se pregunta en su escrito con lógica elemental si Garzón «está capacitado para juzgar» tras «imputar un delito imaginario».

Pero lo más significativo de su declaración es que revela que ella aportó el documento en el que Garzón basa su imputación y, a pesar de ello, vulnerando las leyes procesales, el juez siguió interrogándola como testigo y, a continuación, llamó a declarar a Escribano.

Garzón les acusó a ambos de «prefabricar» una falsedad pero la realidad es la contraria: fue Garzón quien trató de inducir a declararse culpables del delito fruto de su fantasía a los dos peritos que comparecían como testigos. El juez acusó incluso a Isabel López de querer filtrar un documento a EL MUNDO cuando ha sido él o uno de los fiscales quien necesariamente tuvo que filtrar a la prensa gubernamental las declaraciones literales de los peritos, a quienes ni siquiera entregó copia.

La actuación de Garzón merece una severa sanción porque, si lo que dicen los peritos es cierto, ha cometido un presunto delito de revelación de secretos, tipificado en el artículo 466.2 del Código Penal, y otro de intimidación, regulado en el artículo 464. Además, ha podido vulnerar al menos cuatro artículos de la Ley Orgánica del Poder Judicial. A saber, el artículo 238.2, que decreta la nulidad de las actuaciones cuando se realizan bajo violencia o intimidación; el artículo 238.3, que también anula las actuaciones cuando se vulnere el derecho a la defensa; el artículo 418.5, que considera falta grave el abuso de autoridad y el artículo 418.7, que sanciona la revelación de datos sumariales. La Inspección del CGPJ tiene sobrados motivos jurídicos para abrir un expediente disciplinario a un juez que se comporta de esta manera.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Todo nuestro apoyo a los peritos.
Paul.

Entradas populares de este blog

Los agujeros negros del 11-M.- Links

Los agujeros negros del 11-M (I)

LOS AGUJEROS NEGROS DEL 11-M (XXVIII).- Pruebas amañadas