Un imam saudí, amigo de Bin Laden, financió en España a 'Mohamed el Egipcio', artífice del 11-M

30-09-04



11-M LA INVESTIGACION

Un imam saudí, amigo de Bin Laden, financió en España a 'Mohamed el Egipcio', artífice del 11-M

MANUEL CERDAN. PAOLO BIONDANI. EL MUNDO / Corriere della Sera

11-M LA INVESTIGACION. Rabei Osman, conocido como Mohamed el Egipcio, colaboró en la matanza de Madrid tras recibir instrucciones de la cúpula de Al Qaeda. Sus conversaciones con uno de sus discípulos, mientras lo instruía para que se convirtiera en un mártir, como ya hiciera con otros jóvenes de la célula de Lavapiés, demuestran que el cerebro del 11-M recibía las directrices directamente desde Arabia Saudí. Rabei, conectado con la cúpula de Al Qaeda por medio de un ordenador e Internet, señala, en sus confesiones grabadas de forma subrepticia por la policía italiana, al imam Salman al Aouda como su guía y financiador mientras organizaba el atentado en España. Según El Egipcio, había días que recibía hasta mil euros.
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Las investigaciones en Italia sobre el 11-M, tras la detención el 7 de junio, en Milán, de Rabei Osman, más conocido en los círculos integristas como Mohamed el Egipcio, aportan nuevas pistas sobre los autores intelectuales de la masacre. Las conversaciones secretas de Rabei conducen hasta Salman al Aouda, uno de los imames más radicales de Arabia Saudí y amigo personal de Bin Laden.

Este profesor de la Universidad imam Mohamed ibn Saud de Riad financió a Rabei mientras residió en España, entre octubre de 2001 y febrero de 2003. El Egipcio diseñó durante ese tiempo la masacre del 11-M en Madrid, como él mismo admite en una serie de conversaciones, grabadas subrepticiamente por la policía italiana, que hoy reproducen en exclusiva EL MUNDO y Corriere della Sera.

En una de esas conversaciones, registrada por los agentes de la Digos, la unidad antiterrorista italiana, el 26 de mayo, dos semanas antes de su detención, el autodenominado cerebro de la matanza del 11-M comenta a un joven discípulo islamista llamado Yahia, a quien instruía para convertirse en un suicida, que el imam Al Aouda era «todo, todo»: «He trabajado para él en España, he estado muy bien en ese periodo en el que ganaba dos mil euros al mes; había días que ganaba mil euros; en España he estado bien, entraba y salía a Francia».

Para fuentes judiciales de la Audiencia Nacional, el modus operandi por el que los terroristas reciben fuertes cantidades de dinero de imames o religiosos de Arabia Saudí o de otros países de la Península Arábiga no es nuevo para las investigaciones. En el sumario 35/01, de la denominada operación Dátil, se refleja que Abu Dahdah y otros detenidos también recibían transferencias de dinero de esos países.

En otra de las interceptaciones policiales, Rabei reconoce dónde tiene depositados sus fondos -«yo tengo el dinero en Yeda (Arabia Saudí), me llega de Yeda con solo un golpe de teléfono»- y aporta nuevos datos sobre la financiación de Al Qaeda a través de proyectos culturales islamistas: «Tengo un amigo que está haciendo un proyecto y necesita dinero, es un gran proyecto que implica a ministros que son interesados, es un proyecto en Alemania y consiste en la construcción de escuelas y academias islámicas. El proyecto se llama Nour».

Al Nour es una nueva y gran mezquita ubicada en Hamburgo, a unos 200 metros de la pequeña mezquita Al Quds, utilizada por Mohamed Atta y su célula islamista del 11-S. La policía alemana considera Al Nour como el máximo centro de proselitismo del islamismo radical en aquel país.

El egipcio Rabei también reconoce en el transcurso de esa conversación que el imam Al Aouda, a quien considera su guía espiritual, posee una gran influencia entre los fundamentalistas musulmanes: «Lo hace todo, desde Bangkok (Tailandia) a Bamako (Mali)».

Salman al Aouda, de 51 años, representa un escalón superior de Al Qaeda, muy por encima del propio Rabei o de los miembros de base del comando Lavapiés que perpetró el atentado. El imam es miembro de una importante y rica familia árabe y un histórico opositor a la casa real de Arabia Saudí. También está considerado como uno de los precursores de Al Qaeda, desde el movimiento wahabista, una de las corrientes más radicales del islamismo.

El discurso de Al Aouda está tan extendido entre los islamistas que el propio Osama bin Laden ha reconocido públicamente que influyó en sus tesis radicales y fue un precursor de la yihad internacional. Tras finalizar la guerra de Afganistán contra los rusos, y aprovechando la invasión iraquí de Kuwait, el imam saudí movilizó a los grupos extremistas para la creación de brigadas internacionales de muyahidin. Por todo ello fue investigado y arrestado en Buraidah (Arabia Saudí) en 1994. Después del 11-S fue de nuevo detenido y obligado por el régimen de Riad a condenar públicamente a Al Qaeda.

'El batallón de la Fe'

El nombre de Al Aouda no figura como objetivo en ninguna de las investigaciones de la Audiencia Nacional, según ha podido comprobar EL MUNDO. Ocupa sólo unas escuetas líneas en los ficheros policiales españoles, que se refieren a un tal Salman Fahad Audah. La ficha, que está fechada el 13 de septiembre de 1994, habla de su detención y dice de él que es el máximo responsable de la organización denominada El batallón de la Fe, que «amenaza a los occidentales y combate a la casa real saudí».

Asimismo, es la primera vez que su nombre aparece relacionado con una investigación sobre terrorismo islamista en Europa. El trabajo en equipo de los policías italianos y españoles ha servido para subir un peldaño en la búsqueda de los autores intelectuales del 11-M. Jorge Dezcallar, ex director del CNI, se precipitó cuando declaró ante la Comisión parlamentaria que tras la masacre de Madrid no se hallaba Al Qaeda, sino un comando formado por marroquíes del barrio de Lavapiés.

El autoproclamado cerebro de la matanza, el egipcio Rabei, huyó de España en febrero de 2003, un año antes del atentado del 11-M, cuando se sintió perseguido por la policía, pero continuó con sus planes sangrientos desde el extranjero. En sus conversaciones grabadas por la Digos lo reconoce: «Hay una cosa que a ti no te oculto [baja el tono de la voz], el atentado de Madrid ha sido un proyecto mío y los que murieron como mártires son amigos queridísimos. El hilo conductor de Madrid soy yo Este proyecto me ha costado mucho estudio y mucha paciencia. He necesitado dos años y medio».

La policía española localizó a Rabei en Milán gracias a que el número de su teléfono móvil aparecía en la agenda del celular Siemens S-35 de Fouad el Morabit -detenido en Madrid por su participación en el atentado- con un prefijo internacional y con la nota: «Mohamed Masri». Masri en árabe significa egipcio. Los agentes de la UCIE, que habían pisado de cerca los talones de Rabei en su etapa de Madrid y habían pinchado su teléfono, lo localizaron en Italia, a través de la frecuencia del móvil, y lo comunicaron a sus colegas de la Digos. Estos intervinieron el teléfono durante dos meses y colocaron micrófonos en su domicilio de la vía milanesa de Chiasserini.

La interceptación del móvil aportó pocos datos, ya que El Egipcio apenas hablaba por teléfono. Todo lo contrario sucedió con los micros ambientales, cuyas grabaciones propiciaron su caída. El 7 de junio fue detenido porque Rabei había dado a entender en una conversación con un compañero de Bélgica que iba a perpetrar, de manera inminente, otro atentado en Europa.

Durante las dos semanas que estuvieron activos los micrófonos ambientales, los agentes de la Digos pudieron registrar comentarios de Rabei sobre su participación en los atentados de Madrid y su actividad como reclutador de jóvenes muyahidin para convertirse en suicidas en Irak. Las grabaciones demuestran que Rabei era sólo un simple intermediario y que recibía instrucciones desde un escalón superior, que podría estar situado en la cúpula de Al Qaeda.

Para la policía italiana resulta preocupante que Rabei recibiera el dinero de Al Aouda al mismo tiempo que preparaba en Madrid la masacre con sus amigos marroquíes. Los mismos expertos consideran que, a tenor de las conversaciones de Rabei, Al Aouda era también su guía religioso. El mismo 26 de mayo, Mohamed el Egipcio, como recogieron los micrófonos ambientales, afirma claramente que su misión consiste en aquellos momentos en reclutar jóvenes islamistas para morir en Irak o Afganistán: «Tengo dos grupos listos para inmolarse, el primero parte rumbo a Irak el día 25 (de junio).El 20 próximo pasa por Siria. Son cuatro y están listos para ser mártires».

Convertirse en mártires

El mismo día Rabei confiesa: «Me pararon desde Arabia Saudí.Me dijeron que mi situación era muy clara, pero lo primero que tenía que hacer era reforzar mi fe. Sólo después yo podía seguir el camino hacia Dios».

El 24 de mayo, en una conversación telefónica con su amigo Mourad, que entonces se encontraba en Bélgica y que también fue arrestado el 7 de junio, Rabei reconoce que él y su compañero están dispuestos a convertirse en mártires en Irak.

Mourad es Ray Mohamed, un integrista que Rabei había conocido en España en 2001 y que, como él, había huido tras las investigaciones de Baltasar Garzón, como relata Casimiro García-Abadillo en su libro 11-M, La Venganza.

Rabei comenta a su amigo que estaba escuchando con unos auriculares una cinta de la Takaffa Sahid (la lección del mártir), según él la misma que oyeron sus amigos en Leganés antes de autoinmolarse.

«Esta cinta en particular tiene una voz indescriptible, entra en tus venas, en España la aprendieron todos de memoria, te da mucha seguridad y tranquilidad, te quita el miedo», afirma Rabei.

En esa conversación reconoce que él va a morir y que tiene un problema en España con su esposa, la tunecina Rafika ben Sadok Hamdi, que por el momento le impide convertirse en mártir. Rabei comenta a su amigo Mourad que ha consultado con el imam Al Aouda si está suficientemente limpio para poder autoinmolarse en Irak o debe resolver antes su problema familiar.

«He contactado con el imam Al Aouda y he hablado con él y le he pedido su opinión sobre la cuestión religiosa que afecta a mi mujer española El me ha dicho que no viaje hasta que no vuelva a hablar con él. Antes debo hablar con él. Me ha dicho que la religión prevalece sobre el viaje. He conversado con otro imam de Qatar y me ha dicho lo mismo».

En la misma conversación vuelve a referirse a sus amigos de Madrid, Serhane Fakhet El Tunecino y Fouad el Morabit. Dice que «son de Dios», como si ambos estuvieran muertos, aunque Fouad no se encontraba en el piso de Leganés.

Las investigaciones de la Digos de Milán han proporcionado otros datos que sirven para valorar el grado de preparación de Mohamed el Egipcio y otros activistas de Al Qaeda. Rabei se mantenía en contacto con la cúpula de la organización terrorista a través de Internet, desde su ordenador portátil, y recibía instrucciones por el mismo procedimiento. La policía interceptó una videoconferencia el 23 de mayo con un imam desde Arabia Saudí, que no ha podido ser identificado. Se refiere a él como «Doctor Allal». En esa comunicación, Rabei alude una vez más a Al Aouda como si Allal estuviera en contacto con él, según mantienen los policías italianos

A los investigadores les sorprendieron los medios técnicos con los que contaba El Egipcio para sus contactos internacionales.Además, disponía de un programa que permitía accionar al mismo tiempo varios teléfonos móviles como detonadores de maletines bomba, la misma técnica utilizada en el atentado de Madrid. En otra de las conversaciones intervenidas, Rabei enseña a su discípulo Yahia cómo debe utilizar el sistema, como lo había hecho otro integrista de la célula del 11-M.

Rabei recibía periódicamente en su correo electrónico -Kishkmohammed@yahoo.com- fotografías, vídeos y proclamas desde una misma dirección, con el remite «Falange del Terrorismo Islámico». En el disco duro de su ordenador guardaba imágenes de las torturas de la cárcel de Abu Ghraib, el vídeo de la decapitación del norteamericano Berg y el asalto de un comando de Al Qaeda a Al Khobar, en Arabia.

Rabei hace un comentario sobre un amigo egipcio que colabora con Al Qaeda como hacker: «Ha paralizado todos los ordenadores del mundo con un virus. Se encuentra en Holanda desde donde hizo caer toda la red europea y ahora combate con el ordenador».

La policía italiana interceptó otra conversación entre Rabei y Yahia en la que el cerebro del 11-M explica a su discípulo un arma mortal «muy, muy dañina», porque «cuando al principio empieza a echar aire en base a la cantidad, transforma la temperatura de distintos grados».

Con esa arma mortífera, que tiene forma de secador de pelo, de tal forma que escapa a cualquier control policial, provoca convulsiones entre las personas afectadas: «Con el aire inspirado, el cuerpo se debilita y la temperatura sube de una forma anormal».

En sus conversaciones con Yahia, el 28 de mayo, El Egipcio hace también referencia a otro de sus maestros en el radicalismo integrista, a quien llama Abderrahman Hají. Este personaje, que no ha sido identificado por la policía italiana, puede tratarse de Abderraman Alí el Ajjí, un islamista nacionalizado español y domiciliado en Madrid, en la calle Valderrey, que también fue investigado por la policía española en 2002. Los expertos policiales lo sitúan en una célula independiente vinculada a Ansar al Islam, que es la primera filial de Al Qaeda en el Kurdistán iraquí. Según un informe de la UCIE, entregado a Garzón el 24 de noviembre del 2003, dentro de las diligencias previas 396/02, la citada célula radical islamista es «una faceta de actuación más dirigida a Irak y muy vinculada a Al Qaeda».

Una persona valiente

Sobre el imam Hagi o Ajjí, Mohamed el Egipcio comenta: «Cuando hablaba me iluminaba... Había también otro marroquí muy listo.Abderraman Hají (El Ajjí) es iraquí, por su cultura es muy conocido en Yemen, en Siria, y es un hombre de alto nivel en el islam.Predicaba en una mezquita de Andalucía, sin mirar los folios.Es el único que dice exactamente cómo están las cosas sobre los enemigos de Dios, sobre la maldición de los judíos... Es también uno de los que viaja y habla del Ejército islámico. Ha sido expulsado de diversos países por su tenacidad».

Rabei también afirma que conoció a Abderraman cuando estaba en contacto con sus amigos de Tánger y pronto descubrió que era una persona valiente: «En Andalucía su entorno está compuesto por argelinos, marroquíes, tunecinos, sirios... cada vez que iba a visitarle me decía 'como alumno has aprobado'. Habla de todo, de Al Qaeda, de todo».

En el mismo informe policial en el que figura El Ajjí, los agentes de la UCIE también se referían en noviembre de 2003 al propio Rabei como una «persona de origen egipcio conocido como Mohamed, antiguo muyahidin y experto en la preparación de explosivos».Los expertos relacionaban a ambos con Driss Chebli, un ciudadano marroquí de Tánger, que pertenecía a la organización de Amer el Azizi, uno de los terroristas más peligrosos que logró huir de la redada de Garzón en noviembre de 2001 tras el atentado de las Torres Gemelas.

Para los agentes, la labor de Rabei entonces era la captación de jóvenes para crear grupos radicales. No iban mal encaminados cuando señalaban al juez en su escrito que querían identificar a un egipcio «conocido como Mohamed», según ellos, «para establecer el paradero de Amer el Azizi y evitar de este modo la posible comisión de acciones terrorista».

Los expertos en integrismo islámico de la UCIE detectaron por primera vez la presencia de Rabei en España en octubre de 2001, aunque llevaba viviendo en este país desde agosto de aquel año.Los policías españoles le sometieron a una intensa vigilancia por sus relaciones con otros integristas fundamentalistas, entre ellos El Tunecino, que se reunían en varias mezquitas de Madrid.

Cambiar las huellas para ser clandestino

Mohamed El Egipcio cuenta a su compañero de piso el sistema que usa para cambiar de huellas.

Rabei.- Sí, una vez me he arañado los dedos, una vez he utilizado pegamento transparente y otra vez, cuando estaba en el centro de acogida y me hacía pasar por palestino, he usado un producto.Existe un producto especial que modifica las huellas, les volví locos.

Así nunca te van a encontrar. En Alemania la cosa se repetía, venían por sorpresa pero les volví locos. Conozco un sistema que me permite cambiar continuamente mis huellas, nunca son iguales, ellos tenían esta ley y me las cogían cada dos o tres meses, y yo las cambiaba constantemente. A estas alturas se borran por sí solas, ni siquiera los servicios americanos me encontrarán, yo no estoy fichado.

Yahia.- ¿Cómo? ¿Aunque te las cojan no estás fichado?

Rabei.- Sí, si quieres te enseño que ahora tengo unas huellas y mañana tengo otras. Conozco una técnica que no les permite identificar tus huellas, yo sé quién soy, ellos no saben quién soy yo, eres clandestino pero te mueves como si tuvieras los papeles en regla.

300 cintas de vídeo, menos la de España

Rabei, el 23 de mayo, sigue instruyendo a su discípulo para que se convierta en mártir. Para ello, debe aumentar su formación y sus conocimientos sobre la fe.

Rabei.- Si quieres puedes ver los vídeos de todas las operaciones [atentados)]; están todas documentadas, sólo falta España.

Yahia.- ¿Todos?

Rabei.- Todos, todos y ves también a los hermanos, puedes ver los vídeos de Chechenia, Afganistán y Argelia, miles de cosas, miles.

Yahia.- ¿Y de dónde viene todo esto?

Rabei.- Después del 11 de septiembre me vi obligado a mover todo de España a París, porque en España había demasiado movimiento de los servicios secretos.

Tengo aquí la cinta La fuerza del mártir. Tengo también otras que hablan de martirio, muchas otras, pero escúchame, tienes que empezar a ver también los vídeos, ver y aprender, hay alrededor de 300 cintas de vídeo de acciones de hermanos muyahidines, en Chechenia, en Afganistán, en Argelia, en Cachemira y en otros países. Técnicamente son cintas muy interesantes, con ellas aprendes muchas cosas, son cintas peculiares.

Rabei cuenta a un discípulo cómo convierte a 'camellos' y criminales en mártires

Rabei comenta a su discípulo Yahia cómo consigue los pasaportes en España y convierte a criminales en mártires.

Yahia.- ¿Y los pasaportes?

Rabei.- Todo listo, no hay problemas.

Yahia.- ¿Son pasaportes egipcios?

Rabei.- Los pasaportes egipcios no sirven. En España ya han sido comprados por 200-300 euros, depende del color, pasaportes franceses, marroquíes, de Siria, ingleses, paquistaníes. Los hay en el mercado, no es un problema. Escucha, tu hermano Mohamed lo sabe todo, pero te repito, ni se te ocurra abrir la boca, ésta es la primera lección que te doy. Por teléfono, nada.

Yahia.- ¿Tampoco en los locutorios?

Rabei.- Nada, nada, en cuanto llegue el momento no debes usar nada. Si tienes una tarjeta, tírala.

Que sepas que he conocido a otros hermanos que, poco a poco, he creado con pocas cosas. Antes eran camellos, vendedores de drogas, y criminales. Yo les enseñé la fe y ahora son los primeros que me preguntan cuándo es el momento de la yihad. Algunos se han marchado a Afganistán, otros rezan y esperan.

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