«Tirad de la manta hasta que salga todo»
11-11-04
LA TRAMA ASTURIANA DEL 11-M
«Tirad de la manta hasta que salga todo»
PATRICIA DEL GALLO. Corresponsal
LA TRAMA ASTURIANA DEL 11-M
«Tirad de la manta hasta que salga todo»
PATRICIA DEL GALLO. Corresponsal
OVIEDO.- Tensa calma es lo que se respiraba ayer en los cuarteles de la Guardia Civil de Gijón y Cancienes tras la revelación de EL MUNDO de que en éste último había aparecido una casete en la que se demostraba que el cuerpo conocía desde 2001 el interés de Toro y Trashorras por montar bombas con móviles.
Los agentes releían las primeras páginas del diario sin darle aparentemente importancia. «Leemos todo lo que habla de nosotros y ya no nos sorprende nada». Sin embargo, el Sindicato Unificado de la Guardia Civil afirmaba que, desde ayer, en este cuartel «llueven chuzos de punta».
(.../...)
Y es que para los agentes de este pueblo asturiano no hay tregua.Primero se vieron asombrados por las revelaciones de una cinta que hablaba de los planes delictivos de Toro y Trashorras, más tarde vieron perplejos cómo sus mandos no hacían alusión al tema en su comparecencia ante la Comisión del 11-M, y ahora se ven sometidos a una caza de brujas.
Ayer, altos mandos de la Guardia Civil asturiana mantuvieron reuniones en Gijón y Oviedo, «no para depurar responsabilidades, sino para encontrar a quien ha filtrado la existencia de esa cinta».
«Tienen ganas de matar al mensajero». Así de contundente era el comentario de algunos miembros del sindicato. Desde ayer, todos los agentes de Cancienes están sometidos a una «gran presión», porque «saben que no pararán hasta que den con el que ha dejado a los mandos con el culo al aire».
El sindicato, que ratificó la información aparecida en EL MUNDO, sostiene que «alguien ha mentido en sus declaraciones ante una Comisión de Investigación y quizá por eso le daban mareos, porque sabía lo que se le venía encima».
Un ambiente similar se respiraba por la mañana en la comandancia de Gijón. «Hoy todos hablan de lo que publica el periódico, pero no sabemos nada; y aunque lo supiéramos, tampoco podríamos decirlo, esto es la Guardia Civil». Eso sí, bastaba una simple frase: «Vosotros seguid tirando de la manta hasta que salga todo».
Unos dicen que se ha demostrado que en la Guardia Civil «hay indicios de falta de profesionalidad». Otros van más allá: «En un cuerpo como éste, donde prima el honor, éste ha caído por los suelos».
Ahora algunos miembros del Instituto Armado esperan represalias con todo el que sepa algo sobre la cinta. «Se cortarán cabezas, pero porque esto haya salido a la luz, no porque, de haberse investigado a tiempo, se habría evitado una masacre como la del 11-M».
Los agentes releían las primeras páginas del diario sin darle aparentemente importancia. «Leemos todo lo que habla de nosotros y ya no nos sorprende nada». Sin embargo, el Sindicato Unificado de la Guardia Civil afirmaba que, desde ayer, en este cuartel «llueven chuzos de punta».
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Y es que para los agentes de este pueblo asturiano no hay tregua.Primero se vieron asombrados por las revelaciones de una cinta que hablaba de los planes delictivos de Toro y Trashorras, más tarde vieron perplejos cómo sus mandos no hacían alusión al tema en su comparecencia ante la Comisión del 11-M, y ahora se ven sometidos a una caza de brujas.
Ayer, altos mandos de la Guardia Civil asturiana mantuvieron reuniones en Gijón y Oviedo, «no para depurar responsabilidades, sino para encontrar a quien ha filtrado la existencia de esa cinta».
«Tienen ganas de matar al mensajero». Así de contundente era el comentario de algunos miembros del sindicato. Desde ayer, todos los agentes de Cancienes están sometidos a una «gran presión», porque «saben que no pararán hasta que den con el que ha dejado a los mandos con el culo al aire».
El sindicato, que ratificó la información aparecida en EL MUNDO, sostiene que «alguien ha mentido en sus declaraciones ante una Comisión de Investigación y quizá por eso le daban mareos, porque sabía lo que se le venía encima».
Un ambiente similar se respiraba por la mañana en la comandancia de Gijón. «Hoy todos hablan de lo que publica el periódico, pero no sabemos nada; y aunque lo supiéramos, tampoco podríamos decirlo, esto es la Guardia Civil». Eso sí, bastaba una simple frase: «Vosotros seguid tirando de la manta hasta que salga todo».
Unos dicen que se ha demostrado que en la Guardia Civil «hay indicios de falta de profesionalidad». Otros van más allá: «En un cuerpo como éste, donde prima el honor, éste ha caído por los suelos».
Ahora algunos miembros del Instituto Armado esperan represalias con todo el que sepa algo sobre la cinta. «Se cortarán cabezas, pero porque esto haya salido a la luz, no porque, de haberse investigado a tiempo, se habría evitado una masacre como la del 11-M».
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