Cuatro supuestos autores del 11-M comunican a Prisiones que inician una huelga de hambre

11-05-07



JUICIO POR UNA MASACRE / Pulso al tribunal / Día 36

Cuatro supuestos autores del 11-M comunican a Prisiones que inician una huelga de hambre


JOAQUIN MANSO

La breve sesión de ayer, que apenas duró dos horas, estuvo marcada por un incidente extraprocesal que puede afectar al juicio: la decisión de cuatro acusados de seguir el ejemplo de De Juana e iniciar una huelga de hambre. La próxima jornada es el miércoles 16. Ese día se entrega el informe sobre los explosivos

MADRID.- Cuatro acusados por el 11-M (Rabei Osman, El Egipcio; Hasan Haski; Yusef Belhadj y Abdelmajid Bouchar) comunicaron ayer a Instituciones Penitenciarias su decisión de iniciar una huelga de hambre. Para cada uno de ellos la fiscal Olga Sánchez pide más de 38.000 años de cárcel como autores de 191 asesinatos. Según los islamistas, los argumentos que les incriminan son «puras adivinanzas».

El Egipcio, Haski y Belhadj son los tres únicos acusados por la Fiscalía como autores intelectuales de los atentados del 11-M. De Bouchar, el Ministerio Público sostiene que es uno de los culpables de colocar las bombas en los trenes.

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Bouchar rellenó en los calabozos de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo una instancia en la que expone: «A partir del día de hoy, 10.05.07, estoy en huelga de hambre por los siguientes motivos: me procesan en esta causa como autor material por puras adivinanzas, ya que el hecho de mi ausencia de España fue malinterpretado, utilizado y manipulado por la Policía, tanto como por los medios de comunicación, para corroborar la versión de la Fiscalía. Yo no tengo nada que ver con estos hechos, tal como expliqué en mi declaración, y no puedo aguantar más esta injusticia».

Este argumentario recuerda al que empleó José Ignacio de Juana Chaos cuando inició sus sucesivas huelgas de hambre en agosto y noviembre de 2006, tras ser acusado y condenado por un delito de amenazas terroristas. El etarra abandonó su protesta cuando el Gobierno decidió trasladarlo al País Vasco y aplicarle un régimen de prisión atenuada, que actualmente cumple en el Hospital Donostia de San Sebastián.

Durante la breve sesión de ayer del juicio del 11-M, El Egipcio exhibió una nota manuscrita en la que daba a conocer su determinación de iniciar una huelga de hambre por la, en su opinión, «injusta» acusación que pesa sobre ellos. Otro procesado mostró un papel en el que pedía a los medios de comunicación que les dejasen «en paz» y les instaba a investigar a la Policía porque, a su juicio, «son los únicos culpables».

Fuentes jurídicas señalaron que los procesados se han quejado en repetidas ocasiones de estar sometidos a «demasiada presión» durante la vista, y que también han protestado por la incomprensión que les generan las diferentes interpretaciones que suscita el proceso en los medios.

Instituciones Penitenciarias confirmó que Rabei Osman, El Egipcio, y Yusef Belhadj ya comunicaron la decisión antes de ser trasladados a la sede judicial. En una instancia dirigida a la dirección de la prisión de Alcalá-Meco (Madrid), escrita en un castellano defectuoso, el primero señala «que va a empezar» una huelga de hambre; el segundo, que ya la ha iniciado. Ninguno de los dos especifica en esos escritos sus motivos. Belhadj redactó un segundo comunicado, esta vez en lengua árabe, en los calabozos de la Casa de Campo.

Hasan Haski y Abdelmajid Bouchar también se dirigieron a la dirección del presidio en el que cumplen condena preventiva, en este caso Valdemoro, cuando regresaron de la vista. En términos similares, comunican en castellano su decisión «por no estar de acuerdo con el juicio oral».

La situación penitenciaria de los islamistas seguirá dependiendo de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia, que juzga el 11-M, hasta que exista sentencia firme del Tribunal Supremo, cuando pasaría a corresponder al Ministerio del Interior. Por ahora, sería el tribunal que preside Gómez Bermúdez el que tendría que resolver sobre la posibilidad de internarlos en un hospital o alimentarlos forzosamente.

Llegado el caso, si los huelguistas no pudiesen asistir presencialmente a la vista debido a su precario estado de salud, el juicio se interrumpiría en lo que se refiere a ellos, que serían después juzgados por separado, pero no para el resto de procesados.

Algunos abogados sostuvieron ayer que la medida había sido instigada por Haski, que habría tratado de convencer a otros acusados, cuyos letrados les hicieron desistir. José Luis Borraz, que patrocina la defensa del islamista, reconoció ayer que conocía su intención, pero no que hubiese intentado extenderla.

El sindicato de prisiones del CSI-CSIF declaró ayer a Europa Press que la huelga de los islamistas es «fruto de la nefasta política del Gobierno en el caso De Juana».

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