Detenidos 7 islamistas que iban a comprar dinamita a ETA para volar la Audiencia

19-10-06



GARZON DECLARA TESTIGO PROTEGIDO AL CONFIDENTE DE LOS SERVICIOS MARROQUIES QUE ANTICIPO EL 11-M / TERRORISMO ISLAMISTA / Garzón declara testigo protegido al imam confidente de los servicios marroquíes / La redada de ayer se debió a sus informaciones / Entre los arrestados se encuentra el colaborador del CNI Ismail Latrech

Detenidos 7 islamistas que iban a comprar dinamita a ETA para volar la Audiencia

Entre los arrestados en la redada que tuvo lugar ayer en las provincias de Almería, Valencia, Málaga y Madrid, está el argelino Ismail Latrech, colaborador del CNI - Según lo revelado por el agente doble al juez, el grupo mantuvo contactos con el etarra Rego Vidal, encarcelado por intentar asesinar al Rey durante el verano de 1995 - Pretendían adquirir a la banda 1.000 kilos de explosivos y hacer estallar la mitad en un camión a las puertas de la Audiencia Nacional, en la calle Génova de Madrid
FERNANDO LAZARO

MADRID.- La policía detuvo ayer a siete islamistas que estaban preparando un gran atentado en Madrid, una acción espectacular comparable a la que sufrió la capital de España el pasado 11 de Marzo. Pretendían volar la sede de la Audiencia Nacional colocando en las proximidades un camión bomba cargado con 500 kilos de explosivos.
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La operación, desarrollada a lo largo del día de ayer por funcionarios de la Comisaría General de Información, fue ordenada por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón gracias a las informaciones del imam y confidente de los servicios secretos de Marruecos que ya dio en su día datos sobre los implicados en el 11-M antes de que éstos cometieran aquellos sangrientos atentados.

El colaborador de los servicios secretos marroquíes, que ha sido declarado testigo protegido por el juez, informó que los terroristas detenidos ayer pretendían comprar la dinamita a ETA.

Según explicaron fuentes de la investigación, el juez le ha declarado testigo protegido tras comprobar que su vida puede estar en peligro después de las trascendentales informaciones que ha facilitado.

Durante los últimos meses, este informador ha ido proporcionando datos a la Comisaría General sobre una célula radical con ramificaciones en varias provincias.

Fruto de sus informaciones, la policía inició ayer una operación en la que, al cierre de esta edición, se había detenido a siete presuntos terroristas. Cuatro de los activistas fueron detenidos en Almería. Se trata de Ismail (Smail) Latrech, argelino, que fue capturado en El Ejido; Mourad Yala, Abu Anas, también argelino, en Cabañuelas (Almería); un indocumentado conocido como Mehdí, al parecer también argelino, en la misma localidad de Cabañuelas; y Magid Mchmacha, marroquí, en Almería capital. Además, se detuvo a Alí Omar, Jelloul, en Gandía (Valencia); al argelino Djamel Merabet en Málaga; y a Ahmed Mohamed Ahmed, natural de Ceuta, en Madrid.

Según informó el Ministerio del Interior, esta red está compuesta por islamistas que en su mayoría han pasado por distintos centros penitenciarios y que han mantenido contacto con individuos de otros países europeos, de Estados Unidos y de Australia.

Se da la circunstancia de que uno de los detenidos, Ismail Latrech, es confidente del Centro Nacional de Inteligencia en asuntos de drogas y de mafias dedicadas al tráfico de seres humanos.La operación, según explicaron fuentes policiales, no está cerrada y se presume que durante las próximas horas se puedan producir nuevas detenciones y registros.

Este nuevo golpe policial al islamismo violento está avalado por las aportaciones del imam y agente doble de los servicios secretos marroquíes, cuya credibilidad es muy alta en opinión de los agentes policiales españoles, y por las propias investigaciones de la Comisaría General.

Según explicaron a EL MUNDO fuentes de la investigación, aunque en un estado muy embrionario, los detenidos estaban ya estudiando la manera de perpetrar otra gran matanza en Madrid.

En esta ocasión, está acreditado por el testimonio del testigo protegido que para poder conseguir los explosivos los detenidos ya habían entrado en contacto con presos de ETA para que fueran ellos los que, o bien les proporcionaran la dinamita, o les pusieran en contacto con aquéllos que tenían acceso a ella.

Se trata de la primera vez que existe una declaración en sede judicial sobre unos vínculos tan importantes entre islamistas y miembros de ETA.

En concreto, los radicales islámicos mantuvieron contactos con el etarra Juan José Rego Vidal, que se encuentra encarcelado por el intento de atentado contra el Rey Juan Carlos en 1995.

Los detenidos pretendían adquirir una gran cantidad de explosivos para que su acción fuera extraordinariamente letal: más de 1.000 kilos de dinamita. Su intención era colocar la mitad de ellos en un camión para hacerlo estallar contra la Audiencia Nacional, en la madrileña calle de Génova.

Atentado suicida

El grupo desarticulado ya había estudiado el terreno y consideraba que la resolución de esta acción era muy sencilla. Los investigadores no descartan que los islamistas intentaran una acción suicida.

Los agentes policiales detectaron también contactos de estos radicales con presos jóvenes islamistas. «Iban a la caza de futuros terroristas con los que poder llevar a cabo acciones suicidas», apuntan fuentes de la investigación.

La pieza clave en estas pesquisas, que inicialmente no tienen relación con los atentados del 11-M, es este colaborador policial que durante años aportó datos a la Policía Nacional sobre, entre otros, El Tunecino, El Egipcio y Jamal Zougam, implicados directamente en los atentados de marzo.

Los informes de este colaborador a la Policía Nacional fueron clave cuando, una vez desactivada la bomba de la estación de Atocha el día 12, apareció el nombre de Zougam. Fue a partir de ese momento cuando a los agentes de la Comisaría General de Información se les encendió la bombilla y recuperaron todos los datos que durante años les había proporcionado este confidente.

El informador no sólo facilitó a los investigadores los nombres y direcciones de personas que estaban estrechamente relacionadas con el terrorismo islamista sino que, también, entregó los números de teléfono móvil tanto de El Egipcio como de El Tunecino. Estos datos permitieron que la Policía Nacional solicitara a Baltasar Garzón que interviniera estos teléfonos en el marco de las investigaciones que este magistrado tenía abiertas entonces sobre la posible implicación de ciudadanos asentados en España con los atentados de Casablanca.

El confidente policial aportó también datos de otros ciudadanos marroquíes implicados en las acciones de Casablanca. Uno de los nombres facilitados por este informador a la policía en 2002, además de los de Zougam, El Tunecino y El Egipcio, fue el de Mustapha Maymouni, un hombre clave en la trama radical islamista asentada en España. De hecho, éste fue el primero que alquiló la casa de Morata de Tajuña donde los terroristas del 11-M prepararon las bombas.

Los datos aportados por el informador a los especialistas eran trasladados al juez Garzón, quien los incorporaba al sumario sobre los atentados de Casablanca. El magistrado, en base a estos datos, autorizó a la Comisaría General de Información las intervenciones telefónicas de los que, posteriormente, intervinieron directamente en los atentados del 11-M.

Los investigadores sospechan que de las declaraciones que próximamente realice este informador pueden salir nuevos datos y pistas que permitan avanzar en las pesquisas a los investigadores que tratan de esclarecer los atentados del 11 de Marzo en Madrid.

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